Pablo Iglesias, junto a su compañero de 'La Base', Manu Levin, en San Fernando

Pablo Iglesias, junto a su compañero de 'La Base', Manu Levin, en San Fernando EFE

Andalucía POLÍTICA

Iglesias reaparece para enseñar periodismo a Vicente Vallés, Ferreras y Pedro J.: así fue su clase

Iglesias defiende los "editoriales con firma", dice ejercer su trabajo "con rigor", pero no quiere la etiqueta de periodista por estar "desprestigiada".

13 junio, 2022 02:46
Cádiz

Noticias relacionadas

En un salón abarrotado y con gente hasta en la puerta de la calle, Pablo Iglesias reapareció entre aplausos y gritos de "vamos Pablo" o "presidente, presidente". Acudió a San Fernando (Cádiz) para presentar su libro Verdades a la cara... y de paso irrumpir en la campaña electoral.

Se presentó en la sala gente de fuera de la ciudad, de toda la provincia de Cádiz e incluso de más lejos. La elección de la localidad, el último domingo de elecciones andaluzas, no era casual.

De San Fernando es Juan Antonio Delgado, número uno por Cádiz en la coalición Por Andalucía que integra Podemos. Ambos se abrazaron con cariño mientras Delgado, ante tal recibimiento, proclamaba: "A ti, los directores de los periódicos no te quieren, pero la gente si te quiere, Pablo".

Esa era la palabra que encapsularía el acto a punto de comenzar. En contra de lo que pudiera esperarse, Iglesias no obsequió a los presentes con un discurso electoral o con una tesis sobre la desmovilización de la izquierda. Lejos de eso, impartió toda una clase de periodismo.

Mencionó como ejemplo de lo que no hay que hacer a periodistas como Vicente Vallés, Antonio García Ferreras o Pedro J. Ramírez para luego explicar su propia deontología periodística, aquella que le empuja a publicar "editoriales con firma" –cuando el género editorial, desde un punto de vista clásico, jamás la ha llevado. Para eso está la columna– o a respetar la utilización de la palabra "presunto" en sus informaciones.

Iglesias habló ante su público de política y enlazó con el periodismo, o mejor dicho, con su labor al frente de La Base, en el diario Público, y como colaborador en distintos medios. Como declaración de intenciones, aseguró: "Ocupamos un papel que normalmente está reservado a los de siempre".

Según el exvicepresidente y ahora comunicador, "hay gente que se ha tenido que educar escuchando que los hombres tienen más derechos que las mujeres y ha podido cambiar su manera de pensar precisamente porque ha habido quien se ha rebelado frente a un sentido común general".

La Sexta

En este punto, afirmó que muchos le preguntan: "¿Cómo se os ocurre meteros con los medios de comunicación? Haced otra cosa diferente, porque tienen demasiado poder. Hablad de los derechos sociales, pero no te metas con Ferreras ni con Florentino, porque entonces te van a reventar en sus televisiones. Te van a reventar hasta el punto de inhabilitarte como actor político".

El vestíbulo del Centro de Congresos y Exposiciones, abarrotado de público.

El vestíbulo del Centro de Congresos y Exposiciones, abarrotado de público. L.G.

Ahí va la respuesta que suele dar Iglesias: tiene que haber alguien que "señale que el rey está desnudo o alguien que diga determinadas verdades que ni siquiera los profesionales de la prensa pueden decir porque tienen hipotecas y porque tienen que llegar a fin de mes". Irónicamente, apostilló: "Todavía hay gente que sigue creyendo que La Sexta es de izquierdas".

En San Fernando, y ante un público entregado, Iglesias desveló que abandonó la política más tarde de lo que le habría gustado: "Si hubiera sido por una cuestión personal, lo habría dejado antes".

Iglesias confesó que "lo que me gusta hacer es lo que estoy haciendo ahora". ¿Y qué hace ahora? "Dar clase en la Universidad, hacer un podcast o análisis en los medios, escribir lo que me da la gana, y no tener los corsés que tiene la política institucional".

"He conseguido que mi familia, mis hijos y mis padres, no tengan el mismo nivel de presión criminal que tienen cuando yo ocupaba un cargo público. A nivel personal yo soy mucho más feliz ahora que antes", remachó.

Pero no tardó en volver al periodismo: "Lo que hacemos ahora en La Base... Ocupamos un papel que normalmente está reservado a los de siempre. Nosotros decimos algo que es muy difícil de aceptar por parte de algunos".

Clases de periodismo

Así, Iglesias, que estudió Ciencias Políticas, recordó: "El otro día había una polémica en la que una periodista me acusaba de confundir política con periodismo. Y te quedas como… claro. Ya. Ferreras, no. Eduardo Inda, no. Pedro J . Ramírez tampoco confundía política y periodismoVicente Vallés tampoco lo confunde. Álvaro Zancajo, tampoco. Que presentaba los telediarios de Antena 3 y, ahora, cobrando de una excedencia de la televisión pública es el jefe de campaña de Macarena Olona".

–Macarronaaaaa –interrumpió uno desde el público.

"Estos –dijo refiriéndose a los periodistas mencionados– debe de ser que no confunden la política con el periodismo. La confundimos nosotros, porque somos de izquierdas, claro", dijo con sorna. Cerrada ovación.

Iglesias subrayó que él no va a "luchar" para que se le atribuya la "etiqueta de periodista": "Habría que estar loco. Esa etiqueta está muy desprestigiada. Eso no nos impide trabajar con rigor y dar datos verificables".

Editoriales con firma

Sobre el editorial, dijo: "Esos textos no pretenden pasar por una visión objetiva, sino como una visión editorial. Es decir, tiene una cara detrás, no debería ir sin firma, como muchos otros que vemos". No obstante, el editorial, entendido de manera clásica, es un texto que refleja la opinión de toda una institución, en este caso un periódico. Por eso no lleva firma. Los artículos de opinión que sí la llevan se catalogan como columnas.

Iglesias añadió: "Pues claro que nuestro producto tiene una orientación ideológica, como todos los productos que podemos ver en los medios de comunicación, pero pretende ser un ejemplo de rigor a la hora de afrontar un material tan sensible como es la información".

En este punto, criticó a los periodistas. Un periodista, según Iglesias, "no es solo un mensajero que cuenta lo que pasa". Porque "no sólo cuenta lo que pasa, sino que decide qué es lo que va a contar de todas las cosas que ocurren y, después de decidir, elige además el enfoque".

Por eso, concluyó que su trabajo ahora es contar que sí, que el periodismo es ideológico. Decidir qué es o no relevante "es una decisión política", así como la manera de contarlo, "y las palabras que se utilizan".