Sonia Moreno, autora de 'Marruecos, el vecino incómodo', en un momento de la entrevista.

Sonia Moreno, autora de 'Marruecos, el vecino incómodo', en un momento de la entrevista. Javier Carbajal

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"El Gobierno sabía que había sido espiado con Pegasus y lo ocultó": el libro que explica el giro de Sánchez con Marruecos

Sonia Moreno, excorresponsal en Marruecos, condensa en 'El vecino incómodo' 15 años de investigación sobre la compleja relación de España con Rabat.

Más información: La Audiencia Nacional apunta a Marruecos por el espionaje con Pegasus al presidente Pedro Sánchez

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La relación entre España y Marruecos ha estado marcada en los últimos años por una sucesión de crisis diplomáticas, chantajes fronterizos, acuerdos a puerta cerrada y muchas tensiones.

La avalancha de miles de migrantes en Ceuta en 2021, la tragedia de la valla de Melilla en 2022, el espionaje con el software Pegasus o el giro de Pedro Sánchez sobre el Sáhara Occidental son algunos de los episodios más destacados.

Los altibajos y los roces entre ambos países son la tónica que aliña la espinosa relación diplomática entre Madrid y Rabat. En este contexto, la periodista Sonia Moreno publica El vecino incómodo (La Esfera de los Libros), un ensayo que arroja luz sobre las últimas dos décadas de relaciones hispano–marroquíes.

Moreno ha firmado en EL ESPAÑOL muchas de las investigaciones que ahora desarrolla en su libro. Pasó 15 años en Rabat como corresponsal.

Según explica, el título del libro también podría haber sido "El vecino molesto", porque "Marruecos molesta y se molesta por todo: lo vimos con Brahim Ghali o con Aznar".

Sonia Moreno sostiene que España vive "supeditada" a los intereses de Rabat y que "Marruecos tiene la sartén por el mango y, de hecho, al final casi siempre se sale con la suya".

El reino alauí aprovecha el haberse convertido en un actor esencial para Europa al asumir el papel de guardián y muro de contención de la inmigración, así como socio privilegiado en seguridad.

La posición estratégica de Marruecos ha permitido que Rabat mire muchas veces a España por encima del hombro, logrando que el Gobierno supedite nuestros intereses a los suyos. A ello se suma el apoyo de Estados Unidos y de Israel.

"Saben dónde están los lobos solitarios y muchas operaciones antiterroristas se firman conjuntamente. Pero en Marruecos no hay respeto por los derechos humanos. Allí la Policía entra en tu casa sin orden judicial", explica la periodista.

La periodista Sonia Moreno posa con su libro.

La periodista Sonia Moreno posa con su libro. Javier Carbajal

A su juicio, tanto Estados Unidos como la Unión Europea empujaron a España a mejorar su relación con Rabat y a aceptar lo que define como "el mal menor": entregarles el Sáhara.

Una relación con "miedo"

Para la corresponsal, la palabra que define la actitud de España ante Marruecos es "miedo".

"Todos los diplomáticos con los que hablas te dicen lo mismo, todos piensan igual: el gran temor aquí es molestar a Rabat. Cuando se enteran de una simple reunión con saharauis, llaman para protestar. Y nosotros terminamos pidiendo disculpas", señala.

Esa injerencia se ha normalizado hasta el punto de que desde Marruecos "llaman por teléfono a Madrid para quejarse de encuentros privados dentro de ministerios".

La crisis de Ceuta de 2021 fue, según Moreno, el ejemplo más claro de cómo Marruecos impone esa guerra blanda contra España, lo que también se conoce ahora como guerra híbrida.

"Fue una segunda Marcha Verde. Entraron 12.000 personas en dos días. A muchos, los gendarmes le abrían directamente las puertas de la valla. Había chavales que ni sabían que estaban cruzando la frontera", explica.

Aquel episodio fue la reacción de Marruecos a la acogida en España de Brahim Ghali, el líder del Frente Polisario. Un año después, Sánchez terminaría sellando la paz con Mohamed VI entregándole el Sáhara Occidental.

"España siempre termina cediendo", dice. "Nuestra relación con Marruecos es una cordillera de subidas y bajadas. Cuando Rabat se lleva bien con Francia, nosotros solemos perder. Ahora ellos están recuperando esa relación. Marruecos necesita siempre un socio fuerte en Europa, y sabe jugar con eso".

Uno de los capítulos más sensibles que aborda el libro es el del narcotráfico, indisociable de la relación con ese país, el mayor productor de hachís del mundo.

Marruecos actúa como refugio para narcotraficantes que tienen en España sus negocios, mientras encarcela a periodistas y activistas: "Defendemos a un país que mete en la cárcel a una persona por llevar una determinada camiseta y, al mismo tiempo, protege a delincuentes como al Messi del hachís, o los asesinos de Barbate".

Programa 'Pegasus'

El capítulo dedicado a Pegasus es, para su autora, una de las piezas clave del libro.

"Es uno de los dos grandes misterios sin resolver junto con el giro de Pedro Sánchez con respecto al Sáhara. El Gobierno sabía que había sido espiado y lo ocultó durante un año. Lo sacaron cuando les interesó políticamente", asegura.

Según los expertos en ciberseguridad consultados por la periodista, hay suficientes indicios para concluir que Moncloa ocultó el incidente.

"A estos niveles, los teléfonos tienen protocolos de seguridad muy contrastados: una aplicación los analiza constantemente y detecta cualquier infección con rapidez", señala.

Sonia Moreno no da credibilidad a la versión oficial. "El Centro Criptológico Nacional revisó el teléfono del presidente en un solo fin de semana; se lo retiró un viernes, tras comprobar que el de la ministra de Defensa, Margarita Robles, había sido hackeado, y el mismo domingo confirmó la infección y su alcance", explica.

Sin embargo, añade, "no se puede valorar una infección de un móvil en 24 o 36 horas, se requieren semanas".

El libro describe a Marruecos como un país con dos velocidades: "Un Marruecos moderno en las ciudades y otro rural, profundamente pobre, desconocido para la mayoría de los españoles".

Explica que el país ha cambiado mucho en los últimos 20 años, pero todavía hay un 40% de desempleo juvenil. Por eso muchos jóvenes se echan en manos de las redes migratorias en busca de un viaje de ida a Europa, en busca de un futuro mejor.

"Muchos jóvenes se lanzan al mar porque no tienen oportunidades. En Marruecos, sin coche, casa o trabajo, no te casas ni puedes formar una familia. La inmigración es su única salida", sostiene.

La periodista, en la entrada de EL ESPAÑOL

La periodista, en la entrada de EL ESPAÑOL Javier Carbajal

La periodista también saca a relucir la persistencia del analfabetismo, especialmente entre las mujeres rurales. Es una de las grandes rémoras del país, junto con la falta de separación entre religión y Estado, así como la presencia de elementos de islamismo radical en la oligarquía que dirige el país.

"Las reformas no sirven de nada si las protagoniza un gobierno con islamistas que condenan la homosexualidad o el aborto”, advierte.

Moreno asegura haber pagado un precio personal por su trabajo. Hace cinco años se tuvo que marchar: "Me retiraron la acreditación en 2020. En 2021 volví como enviada especial y me vigilaron. Me acusaron de investigar la prostitución y el narcotráfico. He sido víctima de espionaje y amenazas. Allí ya no puedo caminar con libertad".

Aconsejada por sus abogados, este año ha evitado viajar a Marruecos tras ser señalada sin pruebas en las redes sociales de instigar las protestas que se están propagando por todo el país.