Dos de los dispositivos de esta firma operativos en una comandancia de la Guardia Civil.

Dos de los dispositivos de esta firma operativos en una comandancia de la Guardia Civil. EL ESPAÑOL

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La Inteligencia de las Fuerzas Armadas comprará las cámaras chinas que EEUU vetó por su riesgo a la seguridad nacional

El CIFAS busca adquirir esa tecnología china en un contrato de sistemas de videoseguridad y alarmas, pese al veto en países OTAN.

Más información: Las cámaras chinas vetadas en EEUU plagan las comandancias de Interior: "Hasta en las embajadas hay de esa marca"

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El Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS), dependiente del Ministerio de Defensa, ha decidido comprar cámaras chinas de la marca Hikvision pese al veto de países como Estados Unidos, Canadá, Australia, Reino Unido o el Parlamento Europeo por su cercanía con el Partido Comunista Chino y por suponer una amenaza para la seguridad nacional.

Según los pliegos de contratación a los que ha podido acceder EL ESPAÑOL, este órgano de inteligencia militar dependiente del Estado Mayor de la Defensa (EMAD) busca instalar estos dispositivos para reponer las cámaras de videovigilancia que tienen desplegadas en las distintas zonas de operaciones.

"El objeto del contrato es la necesidad de reposición y sustitución de elementos de videovigilancia y control actualmente instalados en las sedes de los equipos desplegados (en concreto en 5 zonas de operaciones)", señala la documentación en poder de este periódico.

La licitación lleva el título de "Reposición del sistema de videoseguridad y alarma en diversas Z.O.", y el contrato tiene un valor estimado de 24.000 euros. Fue publicada el pasado 24 de junio en el Portal de Contratación del Sector Público.

El pliego del contrato del CIFAS.

El pliego del contrato del CIFAS. EL ESPAÑOL

En los pliegos de este contrato aparece el listado de productos que se demandan para el sistema de control de intrusión y para el circuito cerrado de televisión. Entre ellos, el CIFAS incluye un listado en el que figura la cámara IP modelo DS-2CD2543G2-IWS de 4 megapíxeles, de la marca china Hikvision.

Además de estos dispositivos, entre las peticiones de este organismo ligado al EMAD figura Hik-Central, una plataforma de software de Hikvision diseñada para la gestión centralizada de sistemas de seguridad. También Hik-Central, que funciona como un enclave centralizado para acceder a la videovigilancia en tiempo real.

Ambas peticiones figuran en el pliego de contratación. En el mismo documento se especifica que "los dispositivos de seguridad que se adquieran deben ser de procedencia europea o de EEUU, proporcionando la gestión y comunicación de la central con los diferentes dispositivos mediante su propia red inalámbrica".

Sin embargo, aun quedando por escrito esa petición, en el mismo documento el CIFAS solicita en su lista de la compra la tecnología china vetada por Estados Unidos. El mismo pliego señala que ese modelo de aparato tecnológico ya se venía utilizando, con el riesgo que ello conlleva para la seguridad nacional, según han alertado ya numerosos organismos.

El contrato proporcionará a las zonas de trabajo del personal del Estado Mayor una actualización de los sistemas con los que trabajan en las zonas de operaciones. Esto permitirá la "implementación de medidas que aumenten el nivel de seguridad, tanto en el control y acceso a sus instalaciones como en la custodia de información clasificada".

"Estos equipos están conectados en su integridad a los equipos que tenemos en la Base Retamares (Sistema CCTV) que es donde se vuelcan las alertas y donde queda registrada la información".

Alerta para la seguridad nacional

La tecnología china, de un tiempo a esta parte, está siendo utilizada en múltiples instancias gubernamentales, desde el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska, pasando por distintos ministerios del Gobierno de España hasta el propio Palacio de La Moncloa.

Las cámaras de Hikvision son un claro ejemplo. Tal y como ha publicado EL ESPAÑOL, estos dispositivos vetados por EEUU y otras potencias de la UE y la OTAN, están desde hace años en las comisarías de la Policía Nacional y comandancias de la Guardia Civil de toda España.

Su utilización no es un asunto ocasional o puntual en las dependencias policiales de todo el territorio. A distintos niveles de responsabilidad, en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado reconocen con facilidad esas cámaras, ya que las ven a diario en sus lugares de trabajo, en inmuebles repartidos por toda España e incluso en edificios gubernamentales ubicados en el extranjero.

Según ha podido averiguar en exclusiva EL ESPAÑOL, al igual que la tecnología Huawei, las mismas cámaras cuya adquisición fue prohibida en países como Canadá, Reino Unido, Australia o el Parlamento Europeo se utilizan en los edificios policiales dependientes del departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska.

Así lo acreditan los numerosos testimonios recabados por este periódico en decenas de dependencias policiales de todo el territorio. Tanto comisarías como comandancias. "En la mayoría de las instalaciones de la Policía, los sistemas de seguridad de cámaras y el mando de control y los servidores son de esa marca", señala una de las numerosas fuentes consultadas.

También lo atestiguan las imágenes a las que ha podido acceder EL ESPAÑOL. En ellas se aprecia en distintas dependencias policiales de la Guardia Civil estas cámaras de vídeo de la empresa de seguridad Hikvision, fundada en 2001 y con sede en Hangzhou.

"Están hasta en las embajadas", señala otra de las fuentes policiales consultadas. "Hikvision es la cámara que está instalada en la mayoría de edificios, nuestros, consulados, embajadas y residencias de todos los países. Los sistemas de cámaras que hay son todos de esa empresa. En la Jefatura también", continúan.

El verdadero peligro

Una de esas compras es la que sirvió para que el Ministerio del Interior colocase en el vallado fronterizo de Ceuta y Melilla, una de las infraestructuras más sensibles del Estado, cámaras de videovigilancia de esa empresa. En 2021 se procedió a sustituir las cámaras de videovigilancia de la frontera y del circuito cerrado de televisión de la valla "debido a la obsolescencia del equipo" por otras de esta marca china.

Muchos se preguntan por el verdadero peligro que entraña la contratación de esta clase de tecnología. El pasado 22 de julio, en el Comité de Seguridad Nacional, el órgano permanente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos encargado de supervisar el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), se escuchó un inquietante testimonio.

Allí habló Nate Gleason, alto responsable en ciberseguridad e infraestructuras críticas dentro del sistema científico y de defensa de Estados Unidos. Trabaja en el Lawrence Livermore National Laboratory, un laboratorio nacional financiado por el Departamento de Energía de EEUU (DOE) que también colabora estrechamente con el Departamento de Defensa (DoD) y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

En su intervención, el doctor Gleason señaló un reciente y preocupante hallazgo: había descubierto cientos de cámaras fabricadas en China integradas en infraestructura estadounidense transmitiendo videos encriptados a servidores en el extranjero.

Explicó cómo China ha convertido esas cámaras en armas."Estoy de acuerdo. Pienso que China ha reconocido que la infraestructura crítica es una nueva zona de conflicto. Ponen mucho esfuerzo en ello, son muy buenos en eso. Difícil que les podamos parar".