Una de las armas incautadas por los investigadores.

Una de las armas incautadas por los investigadores. Policía Nacional

España CRIMEN ORGANIZADO

La Mara Salvatrucha llevaba dos años instalada en España: 27 detenidos, violencia y crímenes por encargo

La Policía Nacional asesta el mayor golpe contra esta violenta organización cuando se hacía fuerte en Madrid y Barcelona. Está considerada un importante elemento desestabilizador del Estado.

Más información: Detenido en Barajas un miembro de la 'Mara Salvatrucha' acusado de un doble asesinato en El Salvador

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Habían empezado a comprar armas de fuego. Se estaban haciendo fuertes en Madrid y Barcelona, e incluso ya planificaban asesinatos por encargo en España. Hacía más de dos años que la Mara Salvatrucha se había instalado ya en nuestro país cuando la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional desmanteló la estructura que esta organización terrorista procedente de El Salvador había orquestado en territorio nacional.

Si organizaciones como esta se hacen fuertes, pueden llegar a convertirse en un fenómeno desestabilizador de un estado. Esta operación policial ha evitado el fortalecimiento de la MS-13, ya asentada en nuestro país. En total, los agentes de la CGI han detenido a 27 personas en Madrid (19), Tarragona (1) y Alicante. Las investigaciones acreditan su presunta participación en los delitos de pertenencia a organización criminal, homicidio, lesiones, robo con violencia y delitos contra la salud pública.

Los detenidos de esta mafia latina formaban parte en nuestro territorio de lo que los especialistas policiales conocen como un "programa". Es lo que en la jerga de esta banda se conoce al conjunto de diferentes "clicas", subestructuras que estaban agrupadas bajo el liderazgo de la conocida como "Clica Adams".

Vídeo | La Policía desmantela la Mara Salvatrucha en España

Los investigadores constataron que la MS-13 tenía intención de cometer delitos mucho más potentes que los que habían perpetrado hasta el momento. La organización tenía ya una estructura sólida y jerárquica, en la que los roles estaban muy bien definidos.

Las detenciones se producen tan solo unos meses después de que la Mara Salvatrucha haya sido declarada organización terrorista en Estados Unidos. La última gran operación que se realizó contra la Mara Salvatrucha en España fue hace 11 años. "El fenómeno de las Maras puede ser desestabilizador de la seguridad interior del Estado. Si se deja organizarse y estructurarse, y que pase mucho tiempo, sería mucho más difícil atacarlas y desarticularlas", destaca un comisario de la CGI, al frente de la operación. Aquí se ha impedido que ocurriera justo cuando se estaban haciendo más fuertes.

"Buscan el control absoluto del territorio y cualquier organización criminal en su zona. Son agresivos y muy violentos y la mayoría de ellos tienen antecedentes por haber estado integrados en maras en otros lugares", señalan los investigadores.

Implicados en homicidios

Algunos de los miembros de la MS-13 en España ya habían estado implicados en homicidios consumados y otros en grado de tentativa en nuestro país. El que ya había asesinado a una persona se encontraba en la cárcel de Soto del Real cuando fue arrestado en esta operación. El otro, autor del intento de homicidio, se encontraba en la prisión catalana de Brians. Tenían mucha influencia sobre los demás por haber cometido delitos de sangre, pero no eran los líderes de la organización.

Era un liderazgo compartido el que había establecido esta organización aquí. En la cúspide, representantes de una célula establecida en Madrid y otra en Barcelona. El objetivo era expandirse y establecerse de forma violenta en España, siguiendo instrucciones ex profeso desde el continente americano. Esta mara rendía pleitesía al responsable en Estados Unidos de la organización terrorista. Conseguían dinero para financiar al colectivo de presos de la banda en ese país. Las aportaciones oscilaban entre los 500 y los 1.000 euros, que obtenían de sus trapicheos con la droga y otros negocios ilícitos.

La investigación comenzó cuando los agentes de la Policía Nacional detectaron en España la presencia de distintas personas vinculadas a la MS-13. Esto ocurrió a finales de 2023. El líder era un ciudadano español, que había sido deportado desde allí. El FBI informó de la llegada de distintos individuos de esta organización.

El jefe comenzó a contactar con diferentes miembros de las maras que había en España y les fue dinamizando, agrupándoles a su alrededor. Hacía mucho tiempo que no había una organización como tal. Una vez se reactivó la "clica" de Madrid, empezaron a contactar con otros individuos en Barcelona, con pasado en el mundo de las pandillas salvadoreñas. Pronto las dos facciones comenzaron a trabajar como un solo grupo. El momento clave fue cuando iniciaron el contacto con sus líderes en Estados Unidos y Latinoamérica

Poco a poco se hicieron fuertes en barrios del sur de Madrid, entre ellos Usera, Villaverde y Vallecas. El momento clave para explotar la operación fue al detectar que pretendían empezar a cometer asesinatos. Concretamente, un crimen por encargo. "No se trataba de un encargo de un homicidio de una banda rival, sino que hablamos de un homicidio encargado sobre una persona ajena al mundo de las Maras", señalan los investigadores.

El asesinato por encargo no llegó a producirse, pero pretendían establecerlo como una actividad más de financiación. Sin embargo, fue la constatación de que querían empezar a matar lo que precipitó la explotación final.

El operativo, que ha sido dirigido por el Juzgado de Instrucción número 3 de Madrid, y bajo la supervisión de Fiscalía contra la Corrupción y el Crimen Organizado, ha contado con la participación de la Comisaría General de Información, las Brigadas Provinciales de Información de Barcelona, Alicante, Tarragona y Madrid, el FBI, representantes de la Policía Nacional Civil de El Salvador y la Guardia Urbana de Barcelona. Fruto de los registros practicados, los agentes han incautado documentación de la organización, simbología, armas blancas, armas de fuego simuladas, sustancias estupefacientes, útiles para su posterior venta y teléfonos móviles.

Los detenidos fueron puestos a disposición judicial, ingresando siete de ellos en prisión y continuando dos más internos, ya que fueron arrestados en sendos centros penitenciarios donde se encontraban en prisión preventiva por hechos relacionados con las actividades de la organización.

La mayoría de los detenidos hacían ostentación de los símbolos de esta organización. Estaban completamente tatuados con la simbología propia de este grupo violento. Se juntaban en los parques, con sus gorras con las iniciales MS, con camisetas con esas mismas letras. Esto, que para muchos ciudadanos puede pasar inadvertido, sirve como aviso para la Policía Nacional.

Uno de los mayores especialistas policiales de la Policía Nacional en la materia celebra haber llegado a tiempo de contrarrestar su poder. Si llegan a expandirse en territorio nacional, la amenaza que pueden suponer para un país es más tarde difícil de atajar. "El negocio de esta gente es la violencia".