Operación policial en Melilla.

Operación policial en Melilla. EFE

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El imán de la Mezquita Blanca es el líder de los 11 detenidos en Melilla por adoctrinar a menores

Entre los detenidos por la Policía Nacional figuran adoctrinadores yihadistas que ya pasaron por prisión por los mismos delitos.

6 octubre, 2022 15:33

La mezquita Assalam es conocida por muchos de los habitantes de Melilla como La Mezquita Blanca. Ese centro religioso de corte salafista ha sido tristemente recordado en los últimos años porque de él ha salido una elevada cifra de arrestados por delitos relacionados con el islamismo radical. El último de todos ellos pertenece a la presunta célula vinculada al ISIS formada por 13 personas que fue desarticulada hace unos días por la Policía Nacional.

Esta persona, según ha podido conocer en exclusiva EL ESPAÑOL de fuentes de la lucha antiterrorista, era uno de los imanes de la citada mezquita en la ciudad autónoma. Su nombre, Amín Harchaouihn. El detenido era el líder y más destacado miembro de un grupo que se dedicaba a captar adeptos, muchos de ellos menores, para adoctrinarles en los postulados del islamismo radical. Buscaban convertirles "en soldados de Alá" para que "llevaran a cabo la yihad".

La operación que la Comisaría General de Información (CGI) desarrolló hace unos días en Melilla es una de las más importantes que se han perpetrado en los últimos años contra el yihadismo. No tardaron en descubrir que la organización desarrollaba su actividad en el entorno de la mezquita. De este modo llevaban a cabo sus labores de proselitismo en los postulados más radicales del Islam tanto en el plano virtual como en el plano físico. 

Según han desvelado fuentes de la investigación a EL ESPAÑOL, en esas reuniones los miembros de la célula podían llegar a agrupar hasta a 50 personas, todas ellas jóvenes, muchos de familias desestructuradas, o inmigrantes en situación irregular llegados de otras regiones. 

Algunas de esas reuniones en las que captaban a jóvenes para la causa radical se celebraron dentro de la propia mezquita. No siempre acudía el mismo número de gente. A veces constataron cómo se congregaban unos pocos, y en otras ocasiones eran decenas los que escuchaban los preceptos del islamismo radical.

[La Policía detiene a 11 yihadistas dedicados a adoctrinar a menores en una mezquita de Melilla]

Los arrestos culminados en colaboración con Marruecos permitieron descubrir perfiles altamente peligrosos, algunos de ellos viejos conocidos de las autoridades. Esta misma mañana, el juez ha decretado el ingreso en prisión provisional.

El imán y sus secuaces se apoyaban, presuntamente, en otros radicales que ya habían sido condenados por delitos de terrorismo y los utilizaban para difundir el mensaje. Algunas de las reuniones en las que adoctrinaban a menores y a otros jóvenes mayores de edad llegaban incluso a producirse en la propia mezquita. Otros encuentros tenían lugar en parques cercanos en la misma barriada.

Reuniones con menores

Tras meses de investigación, la Policía logró averiguar que la labor del grupo estaba enfocada a la captación a largo plazo de jóvenes para integrarlos en un futuro a la causa yihadista. Las investigaciones demuestran que los miembros de la célula hacían "apología de la ideología extremista mediante la difusión de discursos y contenidos digitales a través de material informático y de comunicación directa", con el fin de "adoctrinar y reclutar" a adeptos en las filas de organizaciones terroristas.

A los menores a los que trataban de captar para la causa yihadista les hacían escuchar los llamados "nasheeds", un género de canciones musulmanas que se interpreta con una voz sugerente y diversos efectos de sonido, como ruidos de sables, disparos o pisadas ecuestres y cuyas letras están asociadas a la lucha. Son empleadas fundamentalmente por Daesh, el autodenominado Estado Islámico, para captar adeptos para la yihad.

El resto de investigados un rol determinado en la estructura, con división de funciones en los planos físico y virtual. Uno de ellos se encargaba de la grabación de la propaganda radical, otro de ellos editaba los vídeos y otro distinto los difundía. Una vez ultimada la propaganda yihadista publicaban los vídeos en distintas plataformas virtuales.

Entre los arrestados en el operativo figuran viejos conocidos por las autoridades judiciales, hasta el punto de que algunos de ellos pasaron por la cárcel tras cometer similares delitos. Por ejemplo, el cabecilla de la célula tiene vínculos con otro grupo desarticulado de forma conjunta por España y Marruecos en las afueras de Madrid y de Nador el año 2019.

Condenados a prisión

Otro de los detenidos ya fue neutralizado en 2014 en la Operación Javer, en la cual se desmanteló otra célula dedicada a captar combatientes para Al-Qaeda para cometer atentados en el Magreb y "en suelo occidental". Tras la detención en aquel entonces, aceptaron una pena de seis años de prisión después de reconocer sus intenciones.

Hace años que los especialistas en la lucha contra el terrorismo yihadista tienen claro que en el entorno de la mezquita Al Salam se dan todas las claves para el éxito de las labores de captación y reclutamiento dentro del islamismo radical. No es la primera vez que surgen problemas así en este centro religioso.

Los sospechosos, que este jueves pasaron a disposición de la Audiencia Nacional, difundían de manera intensa un discurso extremista que incitaba a formar parte de la organización terrorista.

Las investigaciones demuestran, según la policía marroquí, que los miembros de esta célula hacían "apología de la ideología extremista mediante la difusión de discursos y contenidos digitales a través de material informático y de comunicación directa, con el fin de "adoctrinar y reclutar" a adeptos para sus filas.