El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, junto a su homólogo marroquí, Nasser Burita.

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, junto a su homólogo marroquí, Nasser Burita.

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Rabat dice que la posición de España con el Sáhara es distinta a la de la UE pese a lo que diga Borrell

El ministro de Exteriores de Marruecos cancela la reunión que tenía prevista con Borrell para este septiembre.

27 agosto, 2022 03:02

El rey Mohamed VI ya puso las cartas sobre la mesa en referencia al Sáhara Occidental el 20 de agosto en su discurso por el 69º aniversario de la Fiesta de la Revolución del Rey y del Pueblo. “El expediente del Sáhara constituye los lentes con los que Marruecos mira al mundo, y es el criterio claro y sencillo con el que mide la sinceridad de las amistades y la eficacia de las asociaciones”, manifestó.

De ahí que el ministro de Asuntos Exteriores y máximo representante de la diplomacia en el país vecino, Nasser Bourita, deplorase las declaraciones de Josep Borrell, el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, en las que decía que el pueblo saharaui debe decidir su futuro en una “consulta”. “Esperemos que se trate de un lapsus de Borrell”, dijo Bourita.

Acto seguido, el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, matizó a Borrell. Incluso el propio alto representante de la UE rectificó. Pero ni la rectificación de Borrell ni las buenas palabras de Albares han calmado el enfado que hay en Rabat.

Bourita ha cancelado una reunión que iba a mantener el próximo mes de septiembre en Marruecos con Borrell, según pública el diario cercano al poder Le360. Aunque se desconocen los motivos exactos, todo apunta a que la “torpeza de Borrell sobre la cuestión del Sáhara es la principal causa”, dice la misma fuente. De hecho, el artículo termina: “Baste decir que a Josep Borrell le hubiera ido muy bien quedarse callado”.

“La posición que tiene el Gobierno español era y es la de la UE. Es decir, defender la realización de una consulta para que sea el pueblo saharaui quien decida cómo quiere que sea su futuro”, defendió Borrell en TVE, para sorpresa de Mohamed VI en un intento de sumar a España al criterio del resto de Europa a pesar del giro de Pedro Sánchez en el mes de marzo a favor del plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara Occidental.

También porque, según pudo saber EL ESPAÑOL, en Madrid no sentó bien el discurso del rey Mohamed VI que agradeció a Estados Unidos y a España su posición, “clara y responsable”, respecto a la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. De esta manera, Rabat separa la postura de España de la de otros países europeos, a los que el monarca alauita pidió firmeza en su decisión.

Un día más tarde, tras ser contactado por Bourita, Borrell precisó en otra entrevista con la agencia Efe que “los europeos defendemos una solución consensuada entre las partes, de común acuerdo, obtenida en el marco de las resoluciones de las Naciones Unidas”.

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Insistió en que “no hay contradicción” en las posturas de España y la UE. Simplemente, el “Gobierno español ha expresado su preferencia”, que “es compatible con la posición de la UE”.

Sin embargo, Europa no expresa una preferencia “porque son las partes las que tienen que decidir cómo hacerlo. Esta es la posición de la UE tal como figura en la declaración conjunta con Marruecos de 2019”, manifestó.

Aún así, un día más tarde, Bourita fue contundente y aseguró en un tono firme que Marruecos “lamenta esta declaración de Josep Borrell, que no refleja la posición de España ni la posición de la UE con respecto al Sáhara”, y la calificó de “error de expresión”.

“Hemos intercambiado criterios con Josep Borrell para aclarar sus declaraciones” y “se ha reproducido una declaración corregida”, explicó Bourita en la rueda de prensa conjunta con su homóloga alemana, Annalena Baerbock, de visita en Rabat.

Albares, con Rabat

De hecho, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ya matizó las palabras de Borrell en una entrevista en la Cadena Ser este miércoles. Con una crisis abierta con Argelia y para no volver a enfadar a Marruecos, contradijo el mensaje de Borrell, e insistió en que España sigue lo acordado entre Pedro Sánchez y Mohamed VI el 7 de abril, y que el plan de autonomía marroquí es la solución “más seria, creíble y realista” para poner fin al conflicto.

Mientras, en la UE

Esta reiteración de la postura de España podría evitar que Rabat llamase a consultas a la embajadora de la UE en Marruecos, Patricia Llombart, para pedirle explicaciones sobre las primeras palabras de Borrell. Esa era su intención, según explicaron fuentes marroquíes a EL ESPAÑOL, al día siguiente de sus declaraciones.

La diplomática española apenas lleva un año en el cargo. Borrell la nombró embajadora comunitaria en el país magrebí el 4 de noviembre de 2021. Pocos días después presentó sus credenciales ante Nasser Bourita en una recepción celebrada en el Ministerio de Exteriores en Rabat.

Por otra parte, continúan las presiones de Rabat a otros países europeos, como Portugal, para que apoyen su plan para el Sáhara. “Esperamos que algunos países, entre los socios de Marruecos, tanto tradicionales como nuevos, que adoptan posiciones poco claras respecto a la marroquinidad del Sáhara, aclaren sus posturas y revisen su contenido, del modo que no admite interpretaciones”, subrayó Mohamed VI en su discurso del 20 de agosto.

Precisamente, esta semana la ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, reiteró en Rabat el apoyo de su país al plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental, que calificó de “una buena base” para alcanzar una solución al conflicto.

Para seguir sumando apoyos de otros países, Mohamed VI llamó a su “ejército civil” en el exterior, los cinco millones de marroquíes residentes en el extranjero. “La piedra angular en la defensa de la marroquinidad del Sáhara seguirá siendo siempre la unidad del frente interno y la movilización total de todos los marroquíes, estén donde estén, para hacer frente a las maniobras de los enemigos”, afirmó.

Además, en la segunda parte de su discurso, precisó que “la fuerza de los vínculos humanos y el orgullo de pertenecer a Marruecos no se limita únicamente a la primera generación de migrantes, sino que se transmite de generación en generación, alcanzando a la tercera y cuarta generación”.

De esta manera, aseguró que “los miembros de la comunidad marroquí residentes en el extranjero están haciendo todo lo posible por defender la unidad territorial desde los diferentes foros y lugares en los que se encuentran”.