La vicepresidenta de Murcia, Isabel Franco, en una imagen de archivo.

La vicepresidenta de Murcia, Isabel Franco, en una imagen de archivo. Efe

España TERREMOTO NACIONAL

El PP no da Murcia por perdida: busca a tres diputados de Cs que aborten la moción

Dos personas del PP buscan entre los desencantados con Arrimadas que alguien vote en contra de la moción, se abstenga o no acuda a la sesión.

12 marzo, 2021 02:48
Jorge García Badía Ana I. Gracia

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Del tamayazo al francazo. El Partido Popular se aferra a la otrora cabeza de lista de Ciudadanos en la Región de Murcia, Isabel Franco, manteniéndola como vicepresidenta del Gobierno autonómico, con el objetivo de buscar apoyos en la bancada del partido naranja de cara a la votación de la moción de censura.

Las cuentas están claras: si los populares logran convencer a tres de los seis diputados de Cs para que se abstengan en la Asamblea Regional, voten en contra o no asistan a la sesión, lograrán evitar su salida del Palacio de San Esteban después de 26 años gobernando.

La noticia de la moción de censura viajó rápida hasta Madrid la noche antes de que se registrara. El presidente Fernando López Miras telefoneó al secretario general del PP y amigo personal, Teodoro García Egea, para contarle que una persona de su máxima confianza de Cs le acababa de filtrar que la dirección nacional había urdido un plan para desalojar al Partido Popular de las dos instituciones principales de Murcia.

Inés Arrimadas eligió esta comunidad, la región del secretario general del Partido Popular, para lanzar un dardo mortal: "No fue Madrid ni Castilla y León... tuvo que ser Murcia". 

Encajada "la puñalada", García Egea no se ha quedado de brazos cruzados. Antes de acabar el día, abrió las puertas del PP de par en par para dar cobijo a los desencantados con el volantazo de Arrimadas y dio la orden expresa a todos los cuadros intermedios para que, ahora sí, intenten conseguir el máximo trasvase posible: "Esto es la guerra", resume un secretario general regional. 

García Egea, que se implicó de lleno en el pacto autonómico entre PP y Cs para que López Miras retuviera la Presidencia de Murcia, ha sentido "este golpe como si le hubieran presentado la moción de censura a él", reflexiona un compañero del comité de dirección. Y, en cierto modo, esta doble moción (en la Región y en la capital) supone un doble golpe para él: "Nada se movía en Murcia que no pasara por sus manos".

Del lamento al ataque

En el PP no se han dado tiempo para lamentos y han pasado directamente al ataque. Conscientes de que la "imposición" de Cs desde Madrid no ha gustado a muchos simpatizantes y cargos en Murcia, los conservadores han encargado a dos personas la misión de localizar a tres diputados de Ciudadanos para que no voten a favor de la moción. "Es una opción que se está trabajando”, confirma una fuente de peso en el PP murciano. 

La estrategia está clara desde el mismo momento en que López Miras firmó el cese de los miembros del Consejo de Gobierno que tenían cargos orgánicos en Ciudadanos. Hizo dos excepciones: optó por mantener a la vicepresidenta, Isabel Franco y cabeza de lista de Cs en las pasadas elecciones, y al consejero de Empleo, Miguel Motas, un independiente al que fichó Cs para el Gobierno regional de coalición con el PP.

La maniobra de mantener al consejero y a la vicepresidenta es clara: el PP busca "hacer un francazo" al estilo del tamayazo que impidió que el socialista Rafael Simancas fuera presidente de la Comunidad de Madrid.

“La otra opción es que Pablo Casado y Teodoro García Egea lleguen a un acuerdo con Inés Arrimadas para revertir la situación”, confiesan, aunque es una vía descartada. En Madrid dan por rotos todos los puentes con la dirección nacional de Cs: "La palabra de Inés ya no vale nada".

La reunión

En las filas populares no pierden la esperanza de frenar la moción porque saben que la reunión de Carlos Cuadrado con diputados y concejales para obligarles a firmar la moción fue "un polvorín". "No sabíamos a lo que íbamos y de repente soltaron la bomba”, tal y como detalla uno de los asistentes a EL ESPAÑOL.

Cuatro de los seis diputados autonómicos mostraron su malestar y rechazaron el giro que había dado el partido a nivel nacional autorizando el acuerdo entre Ciudadanos y el PSOE. “La reunión fue muy dura, se le dijo a Carlos Cuadrado que no era el momento de una moción en plena pandemia de coronavirus”, aseguran.

Otro asistente apunta que un sector de la militancia "está que trina" con el giro que Arrimadas ha dado a Ciudadanos del centro derecha al centro izquierda en Murcia. “Los afiliados me están comunicando que ellos están conmigo, ni de lejos apoyan el movimiento que ha hecho el partido". 

“El grupo municipal de Murcia no quería firmar la moción porque Mario Gómez [el líder del partido en la capital] quería ser alcalde”, corrobora otro asistente. Al final Gómez firmó porque el documento venía redactado ad hoc desde la dirección nacional, es decir, por disciplina de partido. “Como esto siga así se irán concejales”.

De momento, el primero que ha dimitido es Lorenzo Pérez Muñecas, edil naranja en Fuente Álamo: otro ayuntamiento donde la moción de censura obliga a que Ciudadanos rompa con su socio de gobierno, el PP, y se proceda a la investidura como nuevo socio en el Consistorio con el PSOE.

“Esta tarde he comunicado mi decisión de darme de baja como afiliado, así como del partido. Esta decisión la llevaba meditando desde hace algún tiempo y hoy, tras la moción de censura presentada por PSOE y Cs en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia he decidido hacerlo”, aclaraba Pérez Muñecas en un post en su perfil personal de Facebook.

Encuesta de satisfacción

La dirección nacional de Cs es consciente del terremoto  político que ha causado a nivel nacional y por este motivo, según ha podido saber EL ESPAÑOL, a lo largo de este jueves la secretaria nacional de acción institucional de Ciudadanos ha realizado una encuesta contactando por teléfono con todos los concejales que tiene Cs en Murcia.

Hay mucha controversia sobre si es conveniente remover el patio político de esta manera, en medio de una pandemia, con una crisis económica, con mucho desempleo y cierres de empresas”, resume una fuente del partido naranja. “Hay gente que estudia darse de baja de Ciudadanos y mantener sus actas como independientes en los ayuntamientos”.

Mientras en la ejecutiva nacional hacen este sondeo entre los cargos institucionales de la Región, en el grupo de trabajo de Telegram se guarda silencio porque ahora el tráfico está en otra red social: “La gente habla por WhatsApp del tamayazo: de sobra se sabe cómo está el grupo parlamentario".

Esta fuente de Ciudadanos afirma que, ahora mismo, “dos diputados no apoyarán la moción y dos están dudosos, es de imaginar que el PP estará explorando esa vía”.