Uno de los contingentes de rastreadores de las Fuerzas Armadas, concretamente de la UME.

Uno de los contingentes de rastreadores de las Fuerzas Armadas, concretamente de la UME. Beatriz Donlo

España Fuerzas Armadas

Más de 2.000 rastreadores militares formados por el Ministerio de Defensa operan ya en toda España

6.400 soldados ya han sido instruidos en esas tareas de detección y trazado de contagios en todo el territorio nacional.

6 noviembre, 2020 13:01

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Más de 2.000 militares formados como rastreadores para combatir la expansión del coronavirus operan ya en las comunidades autónomas como respuesta a la oferta que realizó el Gobierno para la colaboración de las Fuerzas Armadas dentro de la llamada 'Operación Baluarte'.

Fuentes del Ministerio de Defensa destacan que este pasado jueves se alcanzó la cifra de 2.063 rastreadores militares operativos en todo el territorio. Es un 32 por ciento del total de efectivos de las Fuerzas Armadas formados para poder realizar esta labor de lucha contra la Covid-19.

Los datos los ofreció este jueves la subsecretaria de Defensa, Amparo Valcarce. Ante la Comisión de Defensa, reveló que ya se han formado a 6.436 efectivos en el Ministerio para realizar las labores de rastreo de casos, y de detección y trazado de cadenas de contagios.

Todos ellos, aseguró Valcarce, han sido instruidos siguiendo el Sistema de Enseñanza Militar, para su integración en las Unidades de Vigilancia Epidemiológica, abarcando todo el territorio nacional.

Aunque en los primeros compases de la gestión del rastreo, a mediados del pasado mes de agosto, era la Unidad Militar de Emergencias (UME) la punta de lanza de este nuevo operativo, ahora es el Ejército de Tierra el que ostenta el mando de esta misión, dirigiendo y coordinando las Unidades de Vigilancia Epidemiológica distribuidas por todo el territorio. Todo se controla desde esa fuerta terrestre, excepto en Murcia, donde lo está haciendo el Ejército del Aire.

Los últimos militares en sumarse a las labores de rastreo han sido los que esta semana fueron activados en Andalucía, Valencia y Castilla y León de varias secciones epidemiológicas que estaban ya
en fase de integración con sus sistemas informáticos. 

Su labor es vital: consiste en trazar, a petición de las autonomías, un mapa de contagios formado por aquellos que han dado positivo en la Covid-19 y sus contactos estrechos. Un mecanismo de prevención cuya utilidad ya ha quedado demostrada en los últimos meses.

Castilla y León, 36 efectivos

Tras estas nuevas incorporaciones, Castilla y León es la que comunidad que más rastreadores militares ha activado con un total de 360, según datos del Departamento dirigido por Margarita Robles.

Le siguen Valencia con 312, Andalucía con 210, Galicia con 190, Madrid con 150, Castilla-La Mancha con 141, Murcia con 110, Baleares con 107, Asturias con 90, Aragón con 88, Cantabria con 64, Extremadura con 60, Navarra con 43, Ceuta con 40, Melilla con 37, Canarias con 31 y la Rioja con 30.

Hasta el momento, las únicas comunidades autónomas que no han solicitado la colaboración de las Fuerzas Armadas para incorporar rastreadores militares a sus servicios autonómicos son Cataluña y el País Vasco.

En esta segunda ola de coronavirus, la labor de los militares se está centrando en esta función de rastreo y en desinfecciones en distintas infraestructuras o servicios esenciales, sobre todo en la Comunidad de Madrid.