Gonzalo Araluce María Peral

Una fuerte humareda en una vivienda desató las alarmas en la Guardia Civil. Estaban siguiendo los pasos del 'núcleo productor' de los CDR, sobre los que tenían sospechas de estar fabricando explosivos. Esa noche, el 25 de agosto, confirmaron sus temores. Los agentes detallaron a sus superiores que los investigados estaban elaborando termita, un explosivo capaz de derretir metales pesados.

De acuerdo al sumario al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, la Guardia Civil llevaba tiempo siguiendo los pasos de los CDR. Habían detectado movimientos extraños, que iban siendo más preocupantes a medida que avanzaban las pesquisas: los investigados se habían hecho con una gran cantidad de precursores de explosivos que ya empezaban a manipular.

Los agentes muestran sus conclusiones con contundencia. Los CDR estarían actuando "en clara similitud de técnicas y procedimientos" con organizaciones como "ETA o Terra Lliure". Así querían resaltar que los investigados constituían un grupo "fuertemente organizado".

La Guardia Civil precipitó la detención de los CDR en un golpe que denominó operación Judas. Ahora tendrán que sentarse en el banquillo de la Audiencia Nacional para hacer frente a las acusaciones de varios delitos, incluidos los relacionados con terrorismo.

Las siguientes imágenes son una muestra de las que hay en el sumario. Y a juicio de la Guardia Civil, la prueba de que este 'núcleo productor' había comprado y manipulado los precursores de explosivos para emplearlos en sus fines.

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    Jordi Ros, uno de los detenidos, entra en una tienda de productos químicos

    Jordi Ros constituía el núcleo duro de los CDR detenidos por la Guardia Civil. En la imagen se le ve entrando en una tienda de químicos de Terrassa. Los investigadores le atribuyen la compra de 25 litros de ácido nítrico 60% y 25 litros de ácido sulfúrico 98/99 en esta jornada.

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    Técnicas de contravigilancia

    Vista exterior de una de las viviendas investigadas por la Guardia Civil, en un municipio del Vallés Oriental. Jordi Ros, tras adquirir material químico e ir a este punto, tomó medidas para evitar su seguimiento, principalmente con su teléfono móvil.

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    Compras en otro establecimiento

    Jordi Ros fue a otro establecimiento al que previamente llamó interesándose por formol 37-38º. Reservó un litro de dicho elemento.

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    Facturas al nombre de una empresa

    Para la compra de ciertos elementos, considerados peligrosos por las autoridades, era necesario justificarla en el marco de actividades industriales. Jordi Ros solicitó ayuda a otro CDR para redactar las facturas a nombre de su empresa.

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    El núcleo productor de los CDR

    Los detenidos se hacían llamar a sí mismos el 'núcleo productor' del grupo más radical de los CDR. En sus manos recaía la adquisición y manipulación de los precursores explosivos. En la imagen, Alexis Codina transportando un generador desde una tienda.

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    La transformación de los productos

    Los precursores encontrados por la Guardia Civil requerían un tratamiento para ser transformados en explosivos. En la imagen, uno de los detenidos manipula las sustancias adquiridas.

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    "El laboratorio"

    Los CDR daban el nombre de "el laboratorio" a la vivienda en la que manipulaban los precursores; en la imagen, Jordi Ros trabaja en el "laboratorio" de Sant Fost.

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    En la basura.

    Los agentes de la Guardia Civil encontraron varios elementos en la basura de los CDR que habrían empleado en la manipulación de los precursores de explosivo. En la imagen, un guante lleno de óxido.

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    Una humareda de termita

    Los detenidos buscaban espacios alejados y horas poco transitadas para manipular los precursores, evitando así llamar la atención de los vecinos. En una de las noches (en la imagen) provocaron una fuerte humareda. Los investigadores lo atribuyen al momento en el que estaban fabricando Termita, un tipo de artefacto casero.