Artur Mas y Carles Puigdemont.

Artur Mas y Carles Puigdemont. Efe

España

Mas, en contra de investir a Puigdemont porque abriría más causas

El expresidente catalán dice que no sabe "si vale la pena" investir a Carles Puigdemont porque supondría abrir más procesos judiciales contra otras personas.

1 abril, 2018 13:29

El expresidente catalán Artur Mas ha cuestionado que valga la pena investir ahora a Carles Puigdemont como presidente, porque pese a que cree que tiene la legitimidad y los apoyos parlamentarios para intentarlo, ello supondría abrir más procesos penales contra otros dirigentes independentistas.

Así lo ha asegurado Mas en una entrevista a Rac-1, en la que ha indicado que hay que analizar si vale la pena intentar ahora la investidura de Puigdmont, en un momento en el que varios dirigentes independentistas están encarcelados o fuera de España, o es mejor "rearmarse" y formar gobierno para "plantar cara y tirar hacia adelante".

"Puigdemont tiene toda la legitimidad para poder ser investido, tiene la mayoría parlamentaria que le investiría, es diputado y tendría que poder ser elegido", ha indicado Mas, que no obstante ha advertido de que en ocasiones "la legitimidad no se acaba imponiendo a corto plazo".

"Ahora estamos en una situación totalmente injusta, en la que una persona que tiene derecho a ser investido no se la deja. Es criticable y se tiene que combatir, pero con la fuerza que tenemos", ha apuntado.

Según Mas, investir ahora a Puigdemont "comportaría abrir más procesos penales contra más personas", por lo que "se tiene que ver si esto vale la pena, tras tener a tanta gente fuera del país, o es mejor rearmar fuerzas y tirar hacia adelante".

"Un Govern de Cataluña podría ayudar a reclamar más justicia y más legitimidad. Si hacemos bien las cosas, se decantarán a nuestro favor. Pero no será en los próximos días o meses, será más tarde. Esto requiere constancia, paciencia y mucha inteligencia política", ha argumentado.

Mas ha explicado que no habla con Puigdemont desde que coincidió con él en la manifestación en Bruselas en diciembre pasado, en parte porque hay un problema de seguridad en las comunicaciones pero también porque no se ha creído necesario que se desplazara a Bélgica a hablar con él con posterioridad, antes de su detención en Alemania el pasado domingo 25 de marzo.