Miguel Bosé durante una visita a Disneylandia con sus hijos.

Miguel Bosé durante una visita a Disneylandia con sus hijos.

España La Policía investiga el caso

Miguel Bosé denuncia una extorsión de 60.000 dólares por unas fotos de sus hijos

"Nos estamos cansando de no tener respuesta", recibió en su móvil el cantante, que dice haber sufrido un ciberataque.

15 agosto, 2017 03:10
Alejandro Requeijo Daniel Montero

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El cantante Miguel Bosé acudió la semana pasada a una Comisaría de la Policía Nacional para denunciar que está siendo víctima una extorsión económica a partir de un ciberataque en su teléfono móvil. Durante toda la madrugada del pasado 7 de agosto recibió varios correos electrónicos y mensajes de whatsApp en los que le pedían al menos 60.000 dólares por unas fotos suyas con sus hijos. Le advertían de que si no se avenía a negociar la cantidad, las fotos serían vendidas a una revista y acabarían saliendo a la luz, según informan a EL ESPAÑOL fuentes de la investigación.

Las instantáneas fueron tomadas el verano pasado durante una visita del artista con sus descendientes al parque temático Disneyland Anaheim de Los Ángeles (EEUU). Bosé aceptó la invitación para figurar como imagen comercial, pero exigió que a sus hijos no se les viese la cara y en todo momento se les fotografió de espaldas. El propio cantante difundió luego la imagen en la red social Instagram: “Disfrutando con mis hijos de #Disneyland el #LugarMásFelizdelMundo os lo recomiendo! Una pasada!!!”.

El cantante Miguel Bosé con sus hijos en Disneyland.

El cantante Miguel Bosé con sus hijos en Disneyland. Instagram

Sesión de fotos

Según explicó Bosé a los agentes al poner la denuncia, tras la sesión de fotográfica oficial de la visita, “a nivel particular” sí permitió que le sacasen otras fotos en las que ya sí se reconocía a los menores, pero añadió que aquellas imágenes sólo se las entregaron a él en un archivo informático y que la empresa destruyó las demás copias.

El cantante declaró que la presunta extorsión comenzó la noche del 7 de agosto. A las 01.08 horas de la madrugada recibió un correo electrónico que decía lo siguiente: “Estimado Miguel Bosé Le escribimos en relación a unas fotos que nos hicieron llegar a nuestra redacción que intentan vendernos… y a ver si nos daría la misma entonces considerar comprar las fotos”. La dirección del remitente ya obra en poder de los investigadores.

Horas después, a las 08.35 y desde otra dirección diferente, el artista recibió un segundo e-mail: “Señor Bosé, tenemos entendido que una reportera entró en comunicación con usted en relación a unas fotos que estamos queriendo vender a esta publicación, si tiene una mejor oferta… tenemos una oferta inicial de 60K USD (60.000 dólares) por todas las fotos. Eso nos ofrece… tenemos más fotos estas de Disney, otras en un jardín… usted diga qué quiere hacer…”. Este segundo remitente todavía tuvo tiempo para apremiarle por medio de otro email: “Queremos una respuesta rápida”.

"Nos estamos cansando"

Los mensajes también llegaron por vía whatsApp directamente a su móvil personal. “Nos estamos cansando de no tener una respuesta”. Este aviso lo recibió pasadas las 09.00 horas y fue la gota que colmó el vaso de su paciencia. Fue entonces cuando decidió presentar una denuncia. Los mensajes en busca de una negociación por las fotos también llegaron al teléfono del abogado de Miguel Bosé: “queremos negociar, queremos que sea rápido ¿qué piensan hacer?”. En este caso, recordaban al abogado que la editorial les ofrecía 60.000 dólares pero que le daban la oportunidad al artista de mejorar la suma: “si tiene una mejor oferta, podemos no venderlas”.

“Puede checar nuestra reputación, sólo busque en google nuestro mail. Esperamos su respuesta, pero queremos la respuesta ya”, zanjaba. Fuentes de la investigación han informado a este periódico que el remite del correo deriva a una empresa sudamericana que ofrece sus servicios para decodificar contraseñas personales de cuentas de correo y redes sociales.

Bosé aportó todos estos datos en su denuncia así como copias de los correos y mensajes recibidos. La Policía ya ha abierto una investigación, que ha recaído en la brigada de Policía Judicial y la de Delitos Telemáticos del municipio en el que reside el cantante. Además los agentes ya han puesto los hechos en conocimiento de la Fiscalía.