Imagen del alto al fuego de ETA.

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España

ETA promete en una nota que adoptará "nuevos compromisos"

Se interpreta como un intento de la banda terrorista de restar relevancia a la reciente operación policial en Francia en la que se desmanteló un zulo en Carlepont.

28 octubre, 2016 01:42

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ETA ha asegurado, sin concretar a qué se refiere, que adoptará "nuevos compromisos" en un intento de restar relevancia a la reciente operación policial en Francia en la que se desmanteló un zulo en Carlepont (departamento de Oise) considerado estratégico por las fuerzas de seguridad y en el que la banda escondía 145 armas cortas de las robadas en 2006 en Vauvert.

En una nota -que no comunicado- enviado al diario 'Gara' y recogido por Europa Press, ETA cuestiona la "propaganda" del Ministerio del Interior y critica que Francia se preste a lo que entiende es una estrategia que obstaculiza el desarme del arsenal del que sigue disponiendo la banda después de anunciar su cese de la violencia el 20 de octubre de 2011.

El Ministerio del Interior explicó que, antes de la operación del 12 de Octubre, bautizada 'Descubrimiento' por coincidir con el día de la Fiesta Nacional, ETA dispondría entre dos o tres toneladas de explosivos, munición de diversos calibres y un máximo de 300 armas.

La banda terrorista reconoce la imposibilidad de mantener oculto su arsenal debido a la presión policial. "ETA sospechó hace tiempo que las fuerzas policiales podían estar vigilándolo", dice sobre el zulo "trampa" de Carlepont, a unos 100 kilómetros al noreste de París. "Hace mucho que nadie de nuestra organización ha acudido a ese lugar", añaden.

"Al parecer", sostienen los terroristas, "los rumores recientes sobre que podía haber movimientos han preocupado a quienes quieren imponer un esquema de vencedores y vencidos". ETA considera que con la intervención del último zulo en Francia se trata de mandar un mensaje que resumen de la siguiente forma: "Que nadie haga el más mínimo movimiento para buscar soluciones razonables".

La nota de ETA está fechada el 18 de octubre, seis días después de la intervención de las armas de Carlepont y cuatro días antes de que se conmemorara el foro de Aiete en el que se apostó por una entrega de armas ante agentes del País Vasco y con verificación internacional, un llamamiento que ha sido reiteradamente ignorado tanto por el Gobierno de España como por el de Francia.