A través de su plataforma global, con más de 2.000 socios (autoridades de transporte, operadores públicos y privados e industria) en 100 países, la Unión Internacional de Transporte Público (UITP) dispone de un gran radar de la movilidad urbana en todo el mundo.

La crisis generada por la covid-19 ha tenido un impacto enorme en los sistemas de transporte público. Con una caída prevista del 10% del PIB a nivel mundial, debemos seguir actuando para evitar que la pandemia desencadene un tsunami social y económico del que será difícil salir indemnes.

En este contexto, las políticas y planes de recuperación y resiliencia que se apliquen para salir de la crisis representan una gran oportunidad para avanzar en la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), mejorando la calidad de vida urbana sin dejar a nadie ni a ningún lugar atrás.

Dionisio González, director de Advocacy & Outreach  en la UITP

Dionisio González, director de Advocacy & Outreach en la UITP

Efectivamente, no podemos poner en cuarentena el cambio climático, la salud, la inclusión social, la seguridad vial o la economía. En una sociedad inundada de datos, es importante poner en perspectiva algunas cifras que, no por habituales, dejan de ser alarmantes. 

Entre las que destacan que cada año, se producen siete millones de muertes prematuras debido a la mala calidad del aire. O que las lesiones por accidentes de tráfico son la décima causa mundial de muerte, responsables de, aproximadamente, 1,3 millones de fallecimientos al año. Además, alrededor de 50 millones de personas resultan heridas en las carreteras cada año.

Y es que la crisis sanitaria de la covid-19 ha demostrado que el transporte público urbano es esencial y un bien común que debemos preservar. Inherentemente ligado a la dimensión urbana y territorial, el ODS 11 (ciudades y comunidades sostenibles) está directamente relacionado con 13 de los 17 ODS.

En particular, la meta del ODS 11.2 menciona la importancia de proporcionar antes de 2030 "acceso a sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para todos". Pero también la mejora de la seguridad vial y, en particular, "mediante la ampliación del transporte público, prestando especial atención a las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad, las mujeres, los niños, las personas con discapacidad y las personas mayores". 

Con este objetivo, la UITP viene trabajando con un gran número de aliados, como Gobiernos, Naciones Unidas, Organización Mundial de la Salud (OMS), o la banca multilateral, para avanzar en la localización de los ODS.

Las políticas de recuperación aplicados para salir de la crisis son una gran oportunidad para avanzar en los ODS

Efectivamente, el sector está fuertemente interrelacionado con muchos otros desafíos, a los que no se podrá hacer frente sin conceder una prioridad clara al transporte público como pilar fundamental para la recuperación económica, social y medioambiental, tanto a corto como a largo plazo.

Y es que las ventajas del transporte público para la sociedad son evidentes. Por ejemplo, los beneficios económicos que reporta son cinco veces superiores al dinero que se invierte en él.

Además, a nivel mundial, más de 13 millones de empleos locales están vinculados a los servicios de transporte público. Por cada empleo directo en este sector, existen 2,5 empleos adicionales en la cadena de suministro y la economía local.

El transporte público conecta a las personas y facilita la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos, al tratarse de la opción más accesible y asequible para garantizar el acceso a los servicios públicos. Pero también desempeña un papel crucial en el desarrollo local, ofreciendo movilidad para todos y garantizando la cohesión social y territorial, sin dejar que ninguna persona y ningún lugar se queden atrás como consecuencia de la crisis.

Anivel mundial, más de 13 millones de empleos locales están vinculados a los servicios de transporte público

Si queremos limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C conforme al Acuerdo de París, debemos reducir las emisiones globales un 7,6 % cada año durante la próxima década.

Con la COP26 todavía muy cercana, trabajando ya en los preparativos de la próxima cumbre del clima en Egipto, conviene destacar que la manera más rápida y rentable de descarbonizar la movilidad diaria de millones de personas y reducir la huella de sus desplazamientos es promover el transporte público y la movilidad activa.

En este contexto, las ciudades y los países deben invertir en resiliencia y en una recuperación que favorezca una transformación socioeconómica sistémica, donde el transporte público sea la columna vertebral de la movilidad.

Para ello es necesario fortalecer el transporte público, cuestión que debe ser una prioridad para los responsables de la toma de decisiones en todos los países. Los Gobiernos, que actualmente están valorando cómo asignar algunos de los mayores fondos públicos de la historia, deben incluir al sector en las medidas de recuperación financiera e intensificar las inversiones previstas en infraestructuras y servicios de transporte público, debido a sus numerosos efectos positivos.

De igual modo, es relevante establecer unas normas claras y un enfoque coherente a nivel regional y global por parte de las autoridades sanitarias competentes.

Los países deben invertir en una recuperación que favorezca una transformación socioeconómica

También, priorizar las calles accesibles y seguras, a través de la planificación urbana, poniendo a las personas en el centro, implantando una coordinación participativa y una planificación integrada del transporte y los usos del suelo a largo plazo. Ahora tenemos una oportunidad de oro para que las autoridades integren y fortalezcan estas políticas, apoyadas por la gran mayoría de los ciudadanos.

Y, por último, basándose en datos sólidos, es importante poner en marcha campañas de comunicación, fundamentales para restablecer la confianza de los ciudadanos en sus autobuses, tranvías o metros.

Les invito a descubrir y unirse a nuestra campaña mundial #MobilityforLife, apoyada por más de 200 personalidades (alcaldes, ministros, influencers...) de todo el mundo.

Es el momento de decisores valientes, que apuesten por las personas a la hora de distribuir el espacio en las ciudades. ¡El sector del transporte público está comprometido y preparado para afrontar el reto!

*** Dionisio González es director de Advocacy & Outreach en la Unión Internacional de Transporte Público (UITP).