El glaciar Hektoria en febrero de 2024 durante el trabajo de campo en la bahía Larsen B en la Antártida.

El glaciar Hektoria en febrero de 2024 durante el trabajo de campo en la bahía Larsen B en la Antártida. Naomi Ochwat EFE

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El glaciar Hektoria colapsa en dos meses: el retroceso más rápido de la historia moderna, según Nature

El estudio documenta la pérdida de más de ocho kilómetros de hielo en la Antártida, un proceso diez veces más veloz que cualquier otro registrado.

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Mariana Goya
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El glaciar Hektoria, situado en el extremo oriental de la península antártica, ha experimentado un colapso de dimensiones inéditas en la historia moderna.

En apenas dos meses, entre noviembre y diciembre de 2022, perdió más de ocho kilómetros de extensión, lo que equivale a la mitad de su masa, según un estudio publicado esta semana en la revista Nature Geoscience. Los investigadores califican el fenómeno como el retroceso terrestre más rápido documentado desde la última Edad de Hielo.

El hallazgo, realizado por un equipo internacional de científicos de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Francia, fue liderado por expertos de la Universidad de Colorado.

Utilizando imágenes satelitales, fotografías aéreas y mediciones altimétricas sobre el terreno, calcularon que el Hektoria retrocedió a un ritmo aproximado de 800 metros diarios. Lo que, de acuerdo al estudio, se trata de una velocidad diez veces superior a la media registrada para glaciares terrestres en cualquier parte del planeta.

Tanto es así que la investigadora Naomi Ochwat, del Instituto Cooperativo para la Investigación en Ciencias Ambientales (CIRES) de la Universidad de Colorado, describió la magnitud del fenómeno como algo inédito, tras una expedición aérea sobre la zona afectada.

Vídeo | Sentinel captura el mayor retroceso de un glaciar a una velocidad nunca antes vista (@adrian_luckman).

"Cuando sobrevolamos Hektoria a principios de 2024, no podía creer la inmensidad del área que se había derrumbado. Por más que había visto las imágenes por satélite, verlo en persona me sorprendió", afirmó Ochwat.

Factores geológicos y sísmicos

El equipo de investigación descubrió que la base física del glaciar fue clave para entender su rápido colapso. Y es que, a diferencia de otros, que descansan sobre montañas submarinas o cañones profundos, el Hektoria se asentaba sobre una llanura de hielo, una zona plana de lecho rocoso situada por debajo del nivel del mar.

Esa característica lo hacía especialmente vulnerable a las perturbaciones del terreno y al contacto directo con las aguas oceánicas.

Por ese motivo, los científicos atribuyen el desplome a una combinación de factores, entre ellos varios terremotos registrados bajo la llanura de hielo. De hecho, sus investigaciones apuntan a que estas sacudidas podrían haber provocado que una gran porción de él flotara repentinamente.

Así, al perder contacto con el fondo rocoso, el hielo quedó expuesto a la acción de las corrientes oceánicas, que abrieron grietas desde la parte inferior. Y, a continuación, estas fracturas se unieron con las fisuras de la superficie, generando un colapso estructural en cadena que lo partió en dos.

Según los autores del estudio, este tipo de procesos recuerda a los que ocurrieron hace entre 15.000 y 19.000 años, durante el final de la última era glacial, cuando estas masas de hielo antártico retrocedían cientos de metros por día.

Qué implica

"El repliegue del Hektoria es impactante: este tipo de retroceso ultrarrápido realmente cambiaría las predicciones para otros más grandes de la Antártida. Si se dieran colapsos de estas dimensiones, se podría acelerar enormemente el aumento del nivel del mar", advirtió Ochwat.

El quid de la cuestión es que los expertos estiman que las tres principales fuentes de incremento del nivel oceánico son la expansión térmica de los océanos —causada por el calentamiento global—, el derretimiento de los glaciares de montaña y la pérdida de masa de los grandes casquetes de hielo de Groenlandia y la Antártida.

En este contexto, comprender el comportamiento de los glaciares polares resulta esencial para anticipar los futuros escenarios de subida del nivel del mar. Y, en ese sentido, los investigadores subrayan cómo las particularidades topográficas de cada uno de ellos pueden determinar su vulnerabilidad.

En el caso del Hektoria, pequeñas variaciones en la temperatura o en el relieve del lecho marino bastaron para poner en contacto con el océano una gran superficie de hielo, desencadenando el colapso.

De hecho, ahora los expertos consideran que este caso podría ofrecer claves cruciales para entender el futuro de otras masas de hielo de la región, como la de Thwaites —conocida como el glaciar del juicio final—, situado en una zona con configuraciones geológicas similares.

Y es que, si fenómenos de desintegración tan rápidos se repitieran en superficies de mayor tamaño, el impacto sobre el nivel global del mar podría ser significativo.