El horror de la guerra se percibe en sus miradas, en las de aquellas personas que la viven cada día y en las que se ven obligadas a huir dejando todo atrás. De pronto, sus vidas caben en una maleta.

Esto y más es precisamente lo que fotógrafos como Olmo Calvo, Ioana Moldovan, Bruno Thevenin y Edu León pretenden mostrar en una exposición que se inaugura este sábado en el Museo Misiones Salesianas, en Madrid.

Bajo el título La vida en una maleta: historias de un conflicto armado, sus 56 imágenes hablarán por sí solas de las consecuencias de un conflicto como el de Ucrania para su población. Será desde distintos ángulos, pero aportarán esa visión de emergencia. Y no sólo en el país ucraniano, sino también donde se toma contacto con la guerra de otra manera: donde se acoge a la población refugiada.

León, uno de los fotógrafos que exponen en la muestra, aseguró en la presentación a los medios que “es importante aterrizar todo lo que está pasando en Ucrania para tener una visión más amplia, porque sólo vemos imágenes de las bombas, pero no estamos viendo la experiencia de cada persona”.

Taras, de 21 años, besa a su novia Asya, de 17, al cruzar la frontera entre Ucrania y Moldavia. Edu León

Es inevitable dar cobertura a aquello que más impacta por la dureza y crueldad de la situación. El miedo a los bombardeos de los que no han podido escapar, la huida sin tiempo para transportar mucho equipaje, la incertidumbre en las estaciones de tren e, incluso, las miradas perdidas. Indudablemente, son las imágenes de una guerra como la que está viviendo Ucrania.

Pero estos fotógrafos van más allá. En sus imágenes muestran también otros valores como la ayuda, la atención que están recibiendo los más pequeños o la solidaridad de los países que acogen a los más de seis millones de refugiados ucranianos. Todo forma parte del recorrido por un conflicto que supone una de las mayores tragedias humanitarias de la actualidad.

Los autores reconocen que retratar realidades como estas es complicado, y no por voluntad propia o falta de tiempo. Como reconoce Calvo, “las guerras son coberturas muy caras y difíciles y uno no escoge lo que puede llegar a cubrir”.

Exposiciones como la que presenta este fin de semana el Museo Misiones Salesianas recopila esos diferentes puntos de vista y nos acerca, si es posible, aún más a la realidad de una guerra en pleno siglo XXI.

Una madre y sus hijos, tras huir de Zaporiyia. Ioana Moldovan

Mariano García, responsable del Museo Misiones Salesianas, comenta que con esta muestra, lo que se quiere llegar a visibilizar son “las consecuencias de una guerra para las personas”. Además, se mostrará la respuesta de los misioneros salesianos a esta emergencia desde el primer momento, tanto en Ucrania como en países de acogida de refugiados.

Hasta ahora, más de 14 millones de personas, la mayoría mujeres con menores de edad, se han visto obligadas a abandonar sus hogares desde que el 24 de febrero Rusia comenzara a bombardear diversas ciudades de Ucrania. Desde entonces, no sólo ha habido un éxodo de millones de personas, sino que más de ocho millones han tenido que desplazarse dentro de su propio país.

Esta realidad podrá conocerse más a fondo en la exposición que se abre al público el próximo 20 de mayo en el Museo Misiones Salesianas, en Madrid, donde permanecerá hasta el 31 de octubre. Se podrá visitar de martes a sábado de 11 a 14 horas y los viernes y sábados de 16 a 19 horas.

Cartel de la exposición que se inaugura este sábado, 20 de mayo, en Madrid.