Los insectos, como las hormigas, son clave para el equilibrio de los ecosistemas.

Los insectos, como las hormigas, son clave para el equilibrio de los ecosistemas. iStock

Historias

El 'apocalipsis de los insectos', a la vuelta de la esquina: el 79% de las especies endémicas están en peligro en Fiyi

Una investigación de la Universidad de Okinawa (Japón) alerta de los peligros que entraña la disminución de hormigas en el archipiélago del Pacífico. 

Más información: Las poblaciones de insectos disminuyen un 75% en tres décadas: la intensificación agrícola podría estar detrás

Raquel Nogueira
Publicada

El 79% de las especies endémicas de hormigas en las islas Fiyi está en declive. Y su descenso empezó con la llegada humana, el comercio global y la agricultura moderna.

Así lo asegura un estudio publicado en la revista Science en el que se alerta de que los insectos de este ecosistema "cerrado y aislado" son "el canario en la mina" para el mundo.

Porque, en palabras del autor principal de la investigación, Cong Liu, de la Universidad de Okinawa (Japón), "se espera que las islas sientan antes los efectos del impacto humano".

Y Fiyi podría convertirse en una suerte premonición de lo que está por ocurrir en otros ecosistemas si no se actúa frente al cambio climático: menos insectos autóctonos y una proliferación de especies invasoras.

Lo que los bichos cuentan

La investigación asegura que los esfuerzos globales de conservación dependen del monitoreo de la biodiversidad, aunque, en demasiadas ocasiones, son los animales más grandes los que reciben toda la atención. 

Sin embargo, recuerdan los autores, hay evidencia científica de que muchas especies de insectos estarían sufriendo ya un rápido declive poblacional. 

Un grupo de hormigas alimentándose.

Un grupo de hormigas alimentándose. iStock

Como se publicó ya en ENCLAVE ODS, esta crisis no es nueva. Se ha documentado, por ejemplo, el colapso de abejas y mariposas en Europa y América, algo crítico por el papel de estos animales en los procesos de polinización, la fertilidad del suelo y la cadena alimentaria.

Esta disminución afecta principalmente a ecosistemas insulares y tropicales, donde el aislamiento natural potencia el riesgo de extinción ante la presión humana. Se tratan de "puntos críticos de biodiversidad".

Los expertos coinciden en que el declive de la fauna invertebrada augura un daño irreversible para los ecosistemas y, por extensión, la agricultura y la seguridad alimentaria mundial. 

Una explosión poblacional

Para Evan Economo, profesor en el Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa y en la Universidad de Maryland, "es difícil estimar cambios históricos en las poblaciones de insectos porque, salvo pocas excepciones, no se han realizado monitoreos directos a lo largo del tiempo".

Por eso, dice el también autor del estudio, han abordado "este problema analizando en paralelo los genomas de muchas especies a partir de especímenes de museos recolectados recientemente".

"Los genomas conservan evidencia de si las poblaciones están creciendo o disminuyendo, lo que nos permite reconstruir cambios a nivel comunitario", continúa.

Lo que hallaron los investigadores es "alarmante": el 79% de las especies endémicas (especies que solo se encuentran en Fiyi) están en declive en una escala temporal que coincide con la llegada de humanos a las islas.

Mientras tanto, aseguran los científicos, las hormigas introducidas recientemente por humanos están experimentando una explosión poblacional.

La mayor proporción de estos descensos, dice el estudio, parece haber ocurrido en los últimos cientos de años, coincidiendo con el contacto europeo, la colonización, el comercio global y la introducción de técnicas agrícolas modernas.

Inspirar a otros

El equipo de investigadores asegura esperar que su publicación "inspire futuras investigaciones para mejorar el conocimiento científico sobre las poblaciones de insectos". Y guiar, así, las acciones de conservación.

"Este estudio también resalta la importancia de la biodiversidad y de las colecciones de museos", indica Alexander Mikheyev, de la Universidad Nacional de Australia y coautor de la investigación.

"A medida que se amplía el arsenal de herramientas científicas, se obtiene más información a partir de las colecciones de biodiversidad, por lo que es vital seguir invirtiendo y manteniendo estos recursos", añade.

El equipo también trabaja localmente para medir la biodiversidad de insectos en Okinawa en tiempo real mediante monitoreo acústico y trampas, como parte de la Red de Observación Ambiental de Okinawa (OKEON). Porque, como indica Economo, "los insectos son esenciales para el medio ambiente".

Y zanja: "Debemos cumplir nuestro papel en su protección y proporcionar y analizar los datos necesarios para garantizar la integridad a largo plazo de nuestros ecosistemas".