Fotograma de la serie.

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Historias

De David Bowie y Cecilia a la materia oscura: así es 'Horizontes de luz', la miniserie divulgativa española

El IAA-CSIC produce cinco episodios sobre la idea del horizonte y cómo el cerebro humano no acepta los límites y siempre busca superarlos.

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¿El universo tiene un límite, es algo que se puede acabar? Desde que tiene conciencia de sí mismo, el ser humano ha buscado los límites, porque si algo no puede concebir es de repente un día tropezarse con una pared en el horizonte, como le ocurría a Jim Carrey en El show de Truman (1998).

Este es el punto de partida de 'Horizontes de luz', una serie que no va sobre cine, sino sobre ciencia, cómo influye en nuestra forma de ver el mundo y cómo cada gran cuestión del universo puede explicarse a través de las diferentes artes.

"Cada episodio está dedicado a un tema de los más candentes en la astrofísica actual, y luego hemos buscado una obra, cada una de una especialidad distinta, como sea cine o música, que sirva para explicar ese concepto", cuenta a ENCLAVE ODS Emilio García, de la Unidad de comunicación y cultura científica del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y uno de los creadores de la serie.

Esos cinco temas son "saber si hay posibilidad de vida extraterrestre y dónde desde un punto de vista científico, saber de qué está hecho el 95% del universo, qué es materia y energía oscura, conocer cómo se forman los planetas", añade el investigador.

"Son, digamos, cinco líneas de investigación dentro de la astrofísica actual. Y muy genéricas, muy generales, por lo que nos permiten también, dentro de ellas, hablar de diferentes cosas", añade.

Disponible en su propia web dentro de la del IAA y en YouTube, 'Horizontes de luz' se puede ver de manera gratuita y está dirigida a personas interesadas en la ciencia, independiente de su nivel de conocimiento. 

Está dirigida por Miguel Stuyk, guionizada por este junto a Emilia García y producida por Patricia Espejo. También cuenta con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

Si eligieron la idea del horizonte como hilo conductor es porque, por definición, se trata del límite visual para los humanos sobre la superficie terrestre. Pero claro, "el cerebro no concibe que algo sea inalcanzable".

"Buena parte de la historia del arte ha sido la de intentar buscar la luz más allá del horizonte. Y también la de la ciencia, especialmente la de las estrellas", explica la sinopsis oficial de la serie.

¿De qué planeta viniste?

"De ahí la pared de Truman", explica Emilio García. "En esa escena, el protagonista llega al límite físico del universo que él conoce, ese gran plató de televisión. Se choca contra una pared. Pero decide buscar la forma de superarlo y seguir adelante".

"Quisimos jugar con esa idea de si existe un límite, si en el universo existe una pared, un final", añade. "En el fondo el ser humano siempre se ha hecho esa pregunta, desde la primera vez que se metió en un barco y se echó a navegar. La diferencia es llevárselo a las estrellas".

Uno de esos límites es el de la vida, o la vida inteligente. En su empeño en combinar ciencia y cultura, 'Horizontes de luz' parte de la única prueba de contacto con otra especie consciente procedente del espacio exterior: la presencia en el Londres de los 70 de Ziggy Stardust.

El personaje de David Bowie, ese "hombre de las estrellas" con un mensaje de paz, sirve a los científicos del IAA para analizar las condiciones necesarias para la vida y el posible código postal de dicho extraterrestre. Desde los cambios que hicieron a Marte inhabitable hasta las condiciones de nuestro vecindario galáctico.

Como quiera que Ziggy/David advertía a sus contemporáneos, allá por 1972, que teníamos cinco años para arreglar el planeta o se iría todo al garete, el episodio también aprovecha para reflexionar sobre que igual forzar cambios en el ecosistema que nos mantiene con vida no es la idea más inteligente.

El episodio dedicado al tiempo aprovecha el montaje cinematográfico y las lecciones de Walter Murch, el editor de la mítica Apocalypse Now (1979), de Francis Ford Coppola. Ahí se dan la mano la naturaleza de lo que llamamos tiempo, el espacio y la infinita capacidad de nuestro cerebro para crear relatos que nos ayuden a explicar el mundo.

En otro, a partir del caso real del pequeño meteorito que cayó en 1954 en el pequeño pueblo de Sylacauga (Alabama, EEUU), en el salón de la señora Anne Fowler, la serie reflexiona sobre los "cisnes negros", sucesos tan inesperados por el observador que se consideran, a veces, imposibles.

¿De qué hablan aquí? De la materia y la energía oscuras, que forman la mayor parte del universo conocido, el 95%, de hecho, y de cuya naturaleza desconocemos prácticamente todo.

Finalmente, el toque reciamente ibérico lo pone la cantante Cecilia y su canción Nada de nada, estrenada en 1972. Los científicos del IAA se sirven de ella para explicar la forma en que, de la nada, se forman los planetas, un proceso que todavía no acabamos de comprender del todo y que resulta fascinante.

Emilio García explica que "la recepción está siendo bastante buena, los vídeos de momentos no bajan de las 10.000 visitas y nos llegan muchas reacciones. La idea es que puedan llegar a cualquiera, porque al final nuestro propósito es la divulgación y aumentar la cultura científica, por eso son gratis".