Una mujer se refugia del calor en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Una mujer se refugia del calor en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Ricardo Rubio Europa Press

Historias

El desigual mapa de los refugios climáticos en España: ¿es posible protegerse de las olas de calor en todo el país?

Estos espacios protegen de los estragos de las altas temperaturas y ayudan a paliar los efectos que pueden tener en la salud.

Más información: Así son los refugios climáticos que "cuidan" frente al calor: comunitarios, inclusivos y conectados con la naturaleza

Raquel Nogueira
Publicada

Los refugios climáticos son espacios, tanto naturales como urbanos, que "ofrecen unas condiciones ambientales benignas para protegerse de un contexto desfavorable", explican desde el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF).

El exceso de calor o de frío, la escasez de agua o la falta de acceso a hábitats adecuados son, según la entidad, situaciones que se palían con ellos.

Así que, en teoría, cualquier parque, paseo o rambla con arbolado podría hacer la función de tal, siempre y cuando disponga de zona de fuentes o de acceso a agua natural (río, playa o laguna).

Según la Refugia Research Coalition, los refugios climáticos serían, por tanto, "aquellas áreas que permanecen relativamente protegidas frente al cambio climático a lo largo del tiempo, presentando condiciones climáticas equivalentes a las actuales para albergar un hábitat o una especie concreta".

En el contexto urbano, explica la coalición internacional, serían espacios que ofrecen una temperatura de confort de entre 21 y 26 °C, ya sea por su diseño, los sistemas de climatización de los que disponen o su estructura vegetal.

Vamos, que en cualquier ciudad o pueblo de España podríamos encontrar, a bote pronto, un puñado de espacios que podrían funcionar como tales. Y para ser capaces de distinguirlos, desde el CREAF han diseñado una guía didáctica para que los alumnos de 5º curso de un colegio catalán sean capaces de distinguirlos.

¿Refugio o no?

La guía del CREAF pide a los niños y niñas que se fijen en los siguientes indicadores para saber si una zona de su ciudad puede funcionar (o no) como refugio climático, tanto para animales como para humanos:

  • Porcentaje de sombras naturales de árboles y arbustos (cuantos más, mejor).
  • Porcentaje de superficie natural (también, cuanta más, mejor).
  • Fuentes de agua potable para las personas y puntos de hidratación para los animales, como balsas o estanques.
  • Varias elevaciones y orientaciones que forman montañitas, pequeños valles… pues los microhábitats pueden actuar como refugios climáticos.
  • Tipo de vegetación: las especies de hoja caduca ofrecen sol en invierno y sombra en verano. Las de hojas más anchas hacen sombras más densas. Las autóctonas tienen requerimientos más adaptados al clima local y esto permite ahorrar agua, puesto que no se tienen que regar de forma regular o abundante.
  • Zonas de descanso.
  • Interacción entre animales domésticos y salvajes: uno de los grandes problemas para las especies salvajes en los parques urbanos es la interacción con animales de compañía, como perros desatados o colonias de gatos.

¿La España del refugio?

Si con esta guía un niño de primaria es capaz de saber si los parques de su municipio funcionan (o no) como refugios climáticos, ¿seremos capaces los adultos?

A pesar de los esfuerzos de adaptación al cambio en el clima que se están llevando a cabo en todo el territorio nacional, este tipo de espacios —vitales para resguardarse, por ejemplo, durante las olas de calor— aún escasean.

Un repaso de los refugios climáticos patrios realizado por ENCLAVE ODS concluye que la red de estos es limitada en toda España. Aunque habría dos excepciones.

La líder absoluta sería Cataluña, que ya cuenta con más de 1.500 en toda la región. Los refugios climáticos municipales catalanes incluyen bibliotecas, centros cívicos, piscinas públicas, museos, parques e, incluso, parroquias. Se estima que el 99,10% de los ciudadanos tiene una zona así a menos de 10 minutos andando (al menos durante la semana).

Techo refrigera para el patio de una escuela de Primaria en Sevilla.

Techo "refrigera" para el patio de una escuela de Primaria en Sevilla.

A Cataluña le sigue Euskadi, con 245 espacios de este tipo. El 96% de la población de País Vasco cuenta con un refugio a menos de 300 metros de casa, entre parques, zonas verdes, bibliotecas e instalaciones municipales.

En el top 5 de los refugios climáticos de España se encuentran también Andalucía —con 112 repartidos por Málaga, Córdoba y Sevilla—, la Región de Murcia (94) y Aragón (55).

Tras ellas se encuentran Castilla y León (43 en Valladolid), la Comunidad de Madrid (31), la Comunidad Valenciana (22), La Rioja (65) y Extremadura (18).

En Islas Baleares y Navarra, los refugios climáticos están aún en proceso de adaptación y habría alguna que otra pequeña prueba piloto. En Canarias se estarían desarrollando y en Melilla se habría aprobado, pero todavía está en fase de propuesta de creación.

Suspenso en adaptación

Las comunidades autónomas restantes suspenden en lo que a estos planes de adaptación climática se refiere. Y eso que, como indican desde Greenpeace, los refugios climáticos "son una de las medidas de adaptación más eficaces y sencillas de implementar a corto plazo por los ayuntamientos".

Ni Castilla-La Mancha, ni Asturias, ni Cantabria, ni Galicia cuentan con planes o proyectos de desarrollo de este tipo de espacios. Lo mismo ocurre con la ciudad autónoma de Ceuta.