El 69% de los jóvenes prefiere bebidas en vidrio en bares y el 70% elige productos en vidrio en supermercados.

El 69% de los jóvenes prefiere bebidas en vidrio en bares y el 70% elige productos en vidrio en supermercados. iStock

Historias

La generación de cristal ahora es de vidrio: transparentes, sólidos y con propósito

ANFEVI presenta una nueva campaña que reivindica a una juventud comprometida con el cambio social y medioambiental y alejada del cliché.

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Andrea Gómez
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La industria del vidrio española ha encontrado en los jóvenes no solo a sus mejores aliados para impulsar la economía circular, sino también una fuente de inspiración para replantear narrativas sociales arraigadas.

Con una tasa de reciclaje del 71,1%, que supera ya los objetivos europeos para 2025, y más de 1.004.315 toneladas de envases recuperadas en 2024, el sector ha decidido ir más allá de los números para conectar con una generación que considera fundamental para el futuro del consumo sostenible.

Por eso, desde la Asociación Nacional de Fabricantes de Envases de Vidrio (ANFEVI), su estrategia se ha materializado en el documental La Generación de Vidrio —dirigido por Jaime Dezcallar—, una apuesta por la transparencia que busca reconceptualizar el discurso sobre la juventud actual y liberarlos del cliché de ser la "generación de cristal".

"Donde están los jóvenes es donde se está creando la cultura del consumo que viene en el futuro", explica a ENCLAVE ODS Karen Davies, secretaria general de ANFEVI, estableciendo la premisa fundamental de una industria que ha decidido escuchar antes que imponer.

"Con esa filosofía se crea este documental, precisamente para tratar entender hacia dónde van y, también, darles su lugar para hablar", aclara.

El objetivo es claro: quitar la venda de los ojos a una sociedad que mira con recelo a esta generación que ya no es de cristal, "ahora es de vidrio". Sólidos, transparentes y con propósito.

Datos que desmontan prejuicios

La investigación elaborada por ANFEVI y dirigida por Davies expone cifras reveladoras que contrastan con los estereotipos dominantes sobre la juventud.

Un sondeo realizado entre más de 1.000 españoles de 18 a 30 años arroja resultados contundentes sobre el compromiso juvenil con la sostenibilidad: el 96% cree que puede influir en un futuro más sostenible, una cifra que refleja la conciencia de impacto personal que caracteriza a esta generación.

El comportamiento sostenible no se queda en intenciones: el 95% recicla habitualmente, mientras que el 71% estaría dispuesto a pagar más por envases sostenibles, evidenciando una disposición económica real por valores medioambientales.

En el ámbito específico del vidrio, el 69% prefiere bebidas en vidrio en bares y el 70% elige productos en vidrio en supermercados, mostrando una elección consciente tanto en el consumo como en la compra.

"En el sondeo que hicimos vimos también que había una gran mayoría, un 70%, que estaría dispuesto a pagar algo más si les ayuda a reducir su huella, y un 24% no es que no quiera, es que su economía no se lo permite, pero les gustaría", detalla Davies.

Una industria responsable

Los datos que respaldan a la industria del vidrio como responsable y sostenible son contundentes. Solo en 2024, el reciclaje de este material evitó la emisión de 582.503 toneladas de CO₂, una cantidad equivalente a dar 147 vueltas al mundo en avión.

El ahorro energético alcanzó los 717.282 MWh, lo que equivale al consumo eléctrico de todos los hospitales españoles durante dos meses completos.

La industria evitó extraer 1.205.178 toneladas de materias primas, una cifra que representa 120 veces el peso de la Torre Eiffel. En términos de recuperación, se procesaron 1.004.315 toneladas de envases, lo que significa que diariamente se gestionaron 8,7 millones de envases.

"Cada ciudadano depositó 19,1 kg de vidrio, equivalente a 65 envases por habitante", contextualiza Davies, mientras que "en España se reciclaron en los contenedores verdes 3.180 millones de envases, equivalente a 8,7 millones de envases al día, unos 6.051 por minuto".

Y en este cambio hacia la sostenibilidad, los jóvenes no solo consumidores, sino agentes de transformación familiar y social. "Los adolescentes e incluso niños más pequeños son prescriptores. Ellos ya están inculcando en casa el valor del reciclaje", explica Davies.

"Hemos visto que hay muchas familias en las que los niños aprenden mucho antes, cuando en las generaciones previas no tenían la educación medioambiental. Ahora en los colegios se les enseña que hay que cuidar el medio ambiente y, en ese sentido, la enseñanza juega un papel fundamental", añade.

Jaime Dezcallar, Karen Davies y la psicóloga Rocío Ramos-Paúl, en la presentación del documental en Madrid.

Jaime Dezcallar, Karen Davies y la psicóloga Rocío Ramos-Paúl, en la presentación del documental en Madrid. Cedida

Esta visión intergeneracional es clave para entender la apuesta comunicativa de ANFEVI: "Son incluso los jóvenes, a veces hasta los niños, los que educan a los mayores. Entonces, y por suerte, contamos con ellos".

Cuestión de estrategia

La trayectoria comunicativa de ANFEVI bajo el liderazgo de Davies refleja una evolución hacia formatos más auténticos y participativos.

"Llevamos mucho tiempo haciendo campañas de concienciación para que la población elija y recicle siempre el vidrio", explica, antes de detallar la progresión experimental que ha dirigido hasta dar lugar a este último corto.

La asociación ha explorado diversos formatos, como la "clave humorística con Carlos Latre e incluso la experimentación con música del pasado año, la canción 100% reciclada de Fran Perea".

Pero aunque la evolución y la estrategia sean claves, la modernización tecnológica del sector forma también parte integral de la industria. "Destaca, por ejemplo, el tema del uso de la inteligencia artificial en los contenedores, que geolocaliza su posición a la vez que su capacidad", detalla Davies, evidenciando cómo la innovación puede ser invisible para el usuario, pero fundamental para la eficiencia.

Aunque la digitalización trasciende también a la gestión de residuos: "Nuestra industria ha incluido la tecnología en todos los procesos, incluido en la eficiencia en la producción", mientras que la transición energética incluye "hornos eléctricos" como parte de la estrategia de descarbonización sectorial.

Fragilidad como fortaleza

Una de las aportaciones más innovadoras de la estrategia de Davies es la resignificación del concepto de fragilidad. "Hay que dejar de ver esta característica como algo negativo", argumenta. "En esto también nos unimos a la lucha de los jóvenes. Ser frágil o ser abierto y hablar de problemas mentales no te hace más débil, sino más fuerte".

Esta reflexión conecta las propiedades del vidrio con valores contemporáneos: "Un envase de este material tiene presencia, tiene elegancia. Es además hermético, impermeable... Hay cosas que son únicas del vidrio. Por ejemplo, ese chinchín al brindar... no lo conseguirías nunca con plástico. Y, para más inri, es el único material que puede ser reciclado una y otra vez sin perder sus características originales".

Mirando hacia el futuro, Davies se marca objetivos ambiciosos. "La meta es que ningún envase de vidrio que se ponga en el mercado no vuelva a su ciclo natural. Queremos que todos puedan volver de nuevo a su función, y de una forma más ecológica", establece como horizonte.

Ya con miras a ello, ANFEVI prevé superar el 80% de reciclaje en 2030 —cinco puntos por encima de la exigencia europea, sustentándose en la implementación de ordenanzas municipales, analítica de datos y educación continua.