Los cultivadores de algas llevan su cosecha desde el océano Índico hasta la playa abierta en la aldea de Kibuyuni, condado de Kwale, Kenia, el 21 de octubre de 2024.

Los cultivadores de algas llevan su cosecha desde el océano Índico hasta la playa abierta en la aldea de Kibuyuni, condado de Kwale, Kenia, el 21 de octubre de 2024. Monicah Mwangi REUTERS

Historias

La agricultura africana en peligro por el cambio climático: la región alcanzará el límite seguro de 1,5ºC en 2040

Un nuevo informe publicado por la revista 'CABI Reviews' esclarece las medidas necesarias para que África se adapte al calentamiento global. 

Más información: El cambio climático agravará la pobreza en África: afectará a 118 millones de personas en 2030

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Las cinco subregiones de África superarán el umbral de cambio climático de 1,5°C —el límite estipulado por el Acuerdo de París— para 2040, incluso en escenarios de bajas emisiones. Esta ha sido la conclusión de la nueva investigación publicada en la revista CABI Reviews

Los datos sugieren que, a pesar de que África emite menos del 4% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera, el límite de calentamiento marcado el pasado 2015 con respecto a la era preindustrial se alcanzará en los próximos 15 años. 

O, por lo menos, así lo ha asegurado un equipo de científicos de la Universidad de Zimbabue y del Instituto Internacional de Investigación Ganadera (ILRI) de Kenia tras realizar una revisión bibliográfica.

Todo ello, dicen, con el objetivo de desarrollar un marco para vías de transición justa para la agricultura africana, cuyo foco se ha puesto en un desarrollo de bajas emisiones y resiliente al clima con un calentamiento global de 1,5°C. 

Y es que, según los expertos, el territorio precisa urgentemente la adopción de estas medidas. Necesitan sistemas de producción sostenibles que mejoren la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza, al mismo tiempo que optimizan los beneficios colaterales de la mitigación. 

Una transición justa

Las nuevas condiciones climáticas, asegura el profesor Paul Mapfumo, vicerrector de la Universidad de Zimbaue y autor principal del estudio, están planteando una grave amenaza para la humanidad y los sistemas ecológicos, prestando e incrementando injusticias sociales en diferentes niveles. 

Esta inequidad distributiva, procesal y de reconocimiento incluye, dicen los científicos, desigualdades inherentes, disparidades de género o estrechas oportunidades de empleo que, según sostienen, se verán inevitablemente amplificadas y reforzadas por el cambio climático.

En este contexto, asegura Mapfumo, "los sistemas de subsistencia basados ​​en la agricultura africana serán invariablemente los más afectados, dada su dependencia de un cultivo sensible al clima y a su limitada capacidad de adaptación debida al bajo desarrollo económico, vinculado principalmente a la contingencia histórica". 

Y así se ha demostrado en los últimos años, donde se han podido ver los efectos del cambio climático. Esto, explica el informe, se ha traducido en pérdidas y daños considerables, aunque la situación, dicen, "empeorará" con la creciente intensidad del calentamiento global. 

Porque, afirma el profesor, "ni los mecanismos de adaptación existentes o planificados, ni los beneficios previstos de las medidas migratorias, son lo suficientemente amplios como para estar a la altura de las nuevas condiciones climáticas pendientes". 

Adaptación climática

La situación, aseguran los expertos, muestra que las vías de transición justa para la agricultura de África deberían basarse en la reprogramación de los sistemas de cultivo, ganadería y pesca. El objetivo, dicen, es protegerlos del clima partiendo de un enfoque específico en una variedad de fundamentos. 

Estas medidas incluyen acciones como la financiación del avance de la ciencia, la tecnología y la innovación, la restauración de cultivos desatendidos o subutilizados y de acervos genéticos del ganado. Promueven, además, la regeneración de la fertilidad y la mejora de la salud del suelo, junto con la restauración de tierras degradadas.

Al mismo tiempo, se incentiva la protección de los ecosistemas naturales y la biodiversidad, el acceso a educación, formación y tecnologías de la información de calidad y, por último, el desarrollo de mercados y la creación de nuevas oportunidades de distribución y comercio. 

Aunque no es lo único. De acuerdo a las palabras de Mapfumo, "estos esfuerzos también deberían centrarse en mecanizar y hacer más ecológica la agricultura de África, impulsada por una 'revolución industrial verde' deliberada para la nueva normalidad inducida por el cambio climático". 

Y es que, dice, "la sostenibilidad de la respuesta al cambio climático y un marco de transición justa para África también residen en la correspondiente transformación de los sistemas educativos y las capacidades de investigación, adaptados para impulsar el desarrollo económico del continente".