Batería de litio de un coche eléctrico.

Batería de litio de un coche eléctrico. kynny Istock

Historias

Reciclar baterías de coches eléctricos: así es RECOBATs, el plan de la industria española

Se trata de un proceso unificado de reciclaje que permita recuperar materiales críticos y gastar menos energía. Un método más barato y ecológico. 

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Conforme avanza la transición energética en el mundo, la demanda de baterías aumenta. La movilidad eléctrica, sea en forma de coches, motos o bicicletas, pide más y más, consumiendo recursos de todo tipo. Según la asociación ANFAC, en 2024 se produjeron en España más de 323.000 vehículos electrificados, mientras que otro informe de la consultora PwC advierte como china produjo nada menos que 6,7 millones.

El reto que supone esa demanda ingente de baterías eléctricas está, además, en la vida limitada de estas. La mayoría de fabricantes de coches eléctricos calculan su vida útil en unos ocho años o más o menos 100.000 kilómetros. Las que se usan en bicis y motos eléctricas tienen aún menos recorrido: unos dos tres años de uso. La industria estima que entre 2021 y 2030 casi 13 toneladas métricas de baterías dejarán de dar servicio a nivel global.

Es una dificultad… pero también una oportunidad. La industria española ha lanzado un plan, RECOBATs, cuyo objetivo es coordinar a toda la cadena de valor alrededor de la fabricación de baterías en un sistema de reciclado que no solo permita seguir surtiendo a coches, motos y demás, sino además hacerlo emitiendo el mínimo CO₂ posible, cuando no cero.

Se trata de un proyecto de investigación "para la regeneración o reciclado de baterías fin de vida de coche eléctrico", explica a ENCLAVE ODS Cristina Martínez García, manager del área de ecobiotecnologías del Centro Tecnológico CETIM de A Coruña.

El objetivo sería tanto la reutilización en nuevos usos de las baterías (reconvertirlas a usos estacionarios y no de movilidad, o en baterías de uso personal) como, según el caso, recuperar los metales y otros materiales críticos que las componen. Se estudiarán sobre todo las níquel-manganeso-cobalto, las más comunes en coches eléctricos, como las de litio-ferrofosfato.

Hacia la sostenibilidad

"Reciclar o reutilizar baterías es necesario para hacer un uso más sostenible de las materias primas y reducir la extracción de los recursos minerales de los que disponemos", añade la experta. Pero es que, además, nos obliga Europa.

El Reglamento Europeo de agosto de 2023 sobre baterías marca objetivos en cuanto a reciclado de estas, con la industria teniendo que aspirar a recuperar el 50% del litio o el 90% del cobalto de las que quedan fuera de servicio, con propósitos cada vez más ambiciosos de aquí a 2031 y en adelante que ayuden a la independencia energética de la Unión.

Paquetes de batería y motor eléctrico de un coche.

Paquetes de batería y motor eléctrico de un coche. loonger Istock

Uno de los principales escollos están en desarrollar un proyecto de reciclado que sirva para los diferentes tipos de baterías que existen, independientemente de su composición, ya que además la investigación busca desarrollar incluso algunos modelos nuevos.

También, añade Martínez, "garantizar una logística segura, que cuando una batería en su fin de vida tenga que recuperarse o ser desactivada, se manipule de la forma más segura posible. Por ejemplo, desarrollando nuevos sistemas para desensamblar de forma automática".

Al mismo tiempo, hay que estudiar "si todas las baterías tiene que ser recicladas. Quizás una celda, por el tipo de materiales que la componen o por su diseño, puede tener alguna aplicación que le dé segunda vida". El sistema que quieren desarrollar desde el sector tiene que tener respuestas para todos estos pasos, al mismo tiempo que las vuelve aplicables en cualquier circunstancia.

El plan español

RECOBATs se ejecuta entre el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) y la Agencia Estatal de Investigación (AEI), contemplada en el Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación (PEICTI).

Se coordina la financiación a agrupaciones de organismos de investigación y agrupaciones de empresas que colaboran para el desarrollo conjunto de una actuación coordinada de I+D, financiada por fondos FEDER de la Unión Europea. La iniciativa se desarrollará durante cuatro años y cuenta con un presupuesto aproximado de 4,5 millones de euros

En el proyecto participan 10 entidades, donde el consorcio científico de la AEI es liderado por el Centro Tecnológico CETIM, al que se unen AIMEN, el Centro Ibérico de Investigación en Almacenamiento de Energía (CIIAE) y el CSIC-CENIM, y, por otro lado, la agrupación empresarial es coordinada por ECOINTEGRAL, junto con APRIA Systems, BeeCycle, DGH, Envirobat, FCC Ámbito y Recyclia.

En el proyecto RECOBATs, explica Martínez "se han involucrado tecnologías de recuperación emergentes como son la biohidrometalurgia", y procesos de purificación basados en tecnologías electroquímicas, entre otras, las cuales son más sostenibles con respecto a las actualmente disponibles, la hidro o pirometalurgia. 

La comparación entre estas diferentes técnicas tiene como objetivo reducir entre un 20 y 30% el consumo de energía respecto a los procesos actuales de recuperación de metales. No es solo una cuestión de huella ecológica. De nuevo, se trata de avances que harán que todo el reciclaje o fabricación resulte más barato.

Martínez añade que "a lo largo del proyecto se desarrollará un modelo virtual a escala real del proceso completo, mediante el uso de tecnologías de inteligencia artificial y gemelos digitales". Esto permitirá "identificar puntos clave para la futura aplicación en la industria del proceso, considerando tanto elementos técnicos, como ambientales y económicos". 

A largo plazo, desde RECOBATs entienden que repercutiría tanto en la industria, abaratando todo el proceso, como en el usuario final. Para la experta del CETIM "que Europa, o España, disponga de autonomía en el ámbito de las materias primas críticas y pueda fabricar nuevas baterías en el territorio nacional, reduciendo en parte la dependencia de fabricantes chinos, es positivo en general. También recuperar para la industria materiales tan indispensables como el litio, el grafito o el aluminio".

Con todo, el proceso de transición en este sentido no debe depender solo del reciclado, sino también de la investigación en nuevos materiales que permitan baterías más baratas y eficientes más allá de la disponibilidad de los críticos.

"En este sentido, a día de hoy por ejemplo, se llevan a cabo estudios de nuevas baterías  sin cobalto", añade la experta, "pero esto no implica que no sea necesario  recuperarlo, se debe de trabajar en varias vías con el fin de conseguir dicha autonomía y también para garantizar un uso eficiente de los recursos de los que se disponen".