Imagen de archivo de una mujer montando en bicicleta.

Imagen de archivo de una mujer montando en bicicleta. iStock

Historias

'Kaizen', el método japonés para la mejora continua o cómo superar el miedo a los grandes cambios

Esta filosofía ha tenido un gran éxito en su aplicación en el ámbito empresarial, pero también tiene una gran utilidad en el desarrollo personal. 

26 junio, 2023 02:44

Kaizen proviene de la combinación de dos palabras japonesas: Kai (改), que significa cambio; y, zen (善), que significa bueno. En su traducción, se suele decir que se trata del proceso continuo de mejora. Adoptar este concepto significa aplicar pequeños cambios incrementales de forma rutinaria y durante un largo periodo de tiempo, lo que da finalmente un resultado final de una mejora significativa. 

Este método surgió en los años 50 en el Japón de posguerra. Y aunque abarca una amplia gama de ideas, ha tenido un especial éxito en el ámbito empresarial. La estrategia kaizen —en su aplicación empresarial— tiene como objetivo involucrar a los trabajadores de múltiples funciones y niveles para que trabajen juntos para abordar un problema o mejorar un proceso. 

Así, esta estrategia implica hacer que el ambiente de trabajo sea más eficiente y eficaz, creando una atmósfera de equipo y mejorando los procedimientos cotidianos. De la misma manera, la mayor implicación genera un mayor compromiso por parte de los empleados y hace que el trabajo sea más satisfactorio, menos agotador y más seguro. 

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Precisamente, muchos expertos achacan a la aplicación de este método el sensacional crecimiento económico que vivió posteriormente Japón y con el que acabó convirtiéndolo en una gran potencia económica mundial. 

Sin embargo, además de a la empresa, esta filosofía también puede aplicarse en el desarrollo personal. “La filosofía kaizen es increíblemente útil en nuestra vida personal y profesional”, afirma Jack Kelly, CEO de Wecruitr.io, en un artículo publicado en Forbes. Y añade: “Es la práctica de mejorarse a sí mismo mediante la adopción de pequeñas acciones diarias incrementales, que luego forman hábitos que se mantienen y, en última instancia, te hace triunfar”. 

Pequeños cambios, grandes logros 

La filosofía kaizen, explica la psicóloga Rosario Linares, se basa principalmente en dos pilares fundamentales: la gradualidad y la continuidad. “Se trata de descomponer nuestros objetivos en pequeñas tareas, de forma que demos solo un paso a la vez. De esta forma, no nos sentiremos desbordados psicológicamente, sino que nos mantendremos motivados y concentrados”, indica.

Aplicar el kaizen en nuestra vida cotidiana significa, por tanto, una perseverancia continua que creará un gran logro en el futuro. En ningún caso se trata de realizar cambios radicales en la vida de la noche a la mañana, sino de comenzar con pequeñas mejoras diarias. Al principio, los cambios pueden parecer completamente intrascendentes, pero a la larga, obtendremos grandes logros y cambios positivos. 

Uno de los grandes beneficios que implica la adopción de este método es superar ese bloqueo o resistencia que podamos tener a los grandes cambios. “A menudo, cuando nos planteamos grandes objetivos, nos sentimos desbordados por la cantidad de tareas que se perfilan en el horizonte. Sin embargo, el kaizen nos indica que para lograr una meta, debemos dar pequeños pasos de forma constante”, incide Linares.

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Otro de los beneficios que señala la psicóloga es el fin de la procrastinación —uno de los “peores enemigos de la productividad”—. Esto es, al realizar tareas pequeñas y sencillas, evitamos caer fácilmente en el abandono cuando nos encontramos ante tareas complejas y excesivamente arduas que además llevan mucho tiempo realizar.

“Por ejemplo, si quieres aprender un nuevo idioma, pero te sientes desbordado/a por la magnitud del objetivo, simplemente debes plantearte aprender una palabra nueva cada día”, afirma Linares. 

Cómo aplicarlo en tu día a día 

“La paciencia es la fortaleza del débil y la impaciencia la debilidad del fuerte”, decía el filósofo Immanuel Kant. Y es que quizás la principal virtud que se ha de cultivar en la aplicación del kaizen es la paciencia y evitar hacer todo a la vez. El proceso, señala Kelly, puede parecer lento y tedioso, pero a la larga genera un gran beneficio en nuestras vidas. 

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En este sentido, señala Linares, no tenemos que tener prisa a la hora de adoptar cambios. Una buena forma de adoptar esta filosofía en nuestro día, propone, es usar el método de los cinco minutos. Por ejemplo, si quieres ponerte en forma, en vez de empezar directamente yendo una hora al día al gimnasio, puedes empezar haciendo cinco minutos de ejercicio e ir incrementando el tiempo y la intensidad cada día. 

Tomando este tipo de decisiones, a la larga, pueden acabar generando grandes cambios en nuestros hábitos y la paciencia es clave. “Al igual que te duchas, te cepillas los dientes y te peinas todos los días, incorpora las técnicas de superación personal de kaizen en tu rutina diaria y te sorprenderás de los resultados a largo plazo”, concluye Kelly.