Hace tan solo una década, la idea de ropa de segunda mano se asociaba principalmente con donaciones y prendas desgastadas. Las pioneras, en su mayoría mujeres, presumían de hallar auténticos tesoros en tiendas vintage o mercadillos de Londres. Sin embargo, en los últimos años, la moda de segunda mano ha experimentado un asombroso renacimiento en España y Europa.

La creciente conciencia medioambiental y la búsqueda de alternativas sostenibles han transformado por completo la mentalidad de los consumidores, quienes ahora optan por prendas de segunda mano en lugar de comprar artículos nuevos. Las generaciones más jóvenes, nativas digitales, han abrazado el intercambio y la compra de ropa usada como algo natural, sin temor a explorar nuevos modelos de consumo.

El impacto negativo del fast fashion, con su moda rápida y desechable, ha dejado una profunda huella en el medioambiente. Según datos de la fundación Ellen MacArthur, la producción mundial de fibras textiles se ha cuadruplicado en los últimos años, mientras que la población solo se ha duplicado. Además, la industria textil consume una asombrosa cantidad de agua, aproximadamente 93.000 millones de metros cúbicos al año, lo cual sería suficiente para satisfacer las necesidades de más de 5 millones de personas.

Comprar ropa de segunda mano no solo contribuye a reducir la contaminación, sino que también supone un ahorro de más del 70% en comparación con el precio original. Según un informe de ThredUp, se estima que el mercado global de moda de segunda mano alcanzará los 64.000 millones de dólares en 2024, superando incluso al mercado de fast fashion en 2029. Estas cifras revelan el poderoso impulso que ha adquirido esta tendencia sostenible.

Sin embargo, el verdadero impacto no será posible hasta que las grandes empresas del sector textil cambien su forma de operar. Esto incluye desde el diseño y la producción de sus colecciones de moda hasta la gestión de los residuos que generan. La buena noticia es que ya están en proceso de hacerlo. H&M lleva años recolectando ropa de segunda mano en sus tiendas, al igual que C&A o Springfield, perteneciente al grupo textil español Tendam, con el que PERCENTIL alcanzó un acuerdo en 2022. Son muchos y variados los modelos de colaboración que se están dando entre ambos mundos.

Además de las oportunidades comerciales que las marcas de moda encuentran en la moda de segunda mano, no pueden ignorar la reventa de sus propias colecciones en plataformas donde los precios de mercado y los consumidores no están bajo su control. Ampliar su catálogo con prendas de segunda mano y ofrecer a sus clientes una mayor variedad de opciones puede ayudarles a atraer nuevos segmentos de mercado y mantener la lealtad de sus clientes actuales en un mercado altamente competitivo como el de la moda.

Más allá de los aspectos medioambientales y de estilo, no debemos pasar por alto la relevancia de la situación socioeconómica en la creciente popularidad de la moda de segunda mano. Después de la pandemia global y los conflictos en Ucrania, el aumento en los precios de los combustibles y el incremento de las tasas de interés, el ahorro familiar se ha convertido en uno de los indicadores clave para muchas personas.

Las cifras no mienten, revelando un panorama impresionante que desafía nuestras creencias. En el tumultuoso año de 2020, el mercado europeo de moda de segunda mano ascendió con determinación, experimentando un crecimiento abrumador del 25% en comparación con su predecesor, según un revelador informe de GlobalData. ¡Increíble pero cierto!

Así que, adelante, únete a esta revolución de la moda de segunda mano. Aprovecha la oportunidad de ser parte de algo más grande que tú mismo. Juntos, podemos marcar la diferencia y dar forma a un futuro más sostenible, donde la moda sea sinónimo de conciencia y estilo único.

***Lourdes Ferrer, cofundadora de PERCENTIL, empresa líder en Europa en la compra-venta de ropa de segunda mano