La situación anticiclónica que experimenta España dio paso a la primera ola de calor que vive nuestro país este verano y que se extenderá hasta el próximo miércoles. Con el domingo y este lunes como días álgidos, en el sur peninsular las temperaturas podrían alcanzar incluso los 45 grados centígrados en algunos puntos del país. 

Este tipo de veranos, en los que hay cada vez más episodios de calor extremo a causa del cambio climático, expone la salud de las personas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el año 2000 y el 2016, el número de personas expuestas a olas de calor, “uno de los riesgos naturales más peligrosos”, aumentó en 125 millones, tal y como recoge la agencia Efe. 

En el caso de España, según la Aemet, existe una tendencia de prolongamiento del periodo estival, que en promedio es un mes más extenso que en pasado, aunque no necesariamente implica que “cada verano sea más largo que el anterior”, matiza el meteorólogo Benito Fuentes, en unas declaraciones recogidas por Efe. 

“Durante la última década, ha habido veranos más largos y más cortos, pero al analizar un periodo prolongado se observa un predominio cada vez mayor de veranos más extensos y un aumento en su duración”, señala Fuentes.

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Qué hacen los japoneses 

Para hacer frente al intenso calor, en España se suele beber algo fresco. Por ejemplo, echamos hielo al café o nos tomamos un refresco bien frío. Sin embargo, en Japón, muchos hacen el sistema contrario: beber algo caliente para contrarrestar la temperatura exterior. Así, es común que los japoneses beban té o agua caliente durante el verano y lleven su termo durante los peores meses del verano. 

Incluso algunos deportistas de élite aplican este método. Por ejemplo, la golfista estadounidense Danielle Kang bebe té caliente en el campo de golf durante las jornadas de intenso calor. “No me gusta contrastar frío y calor, porque me siento más caliente. Siento más el calor. Así que trato de hacer un poco de neutralización interna y externa y simplemente respiro”, explicó la estadounidense a la revista Golf.

Pero, ¿es realmente efectivo este truco? Según la ciencia, sí que lo es. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Ottawa (Canadá) descubrió que tomar una bebida caliente durante el periodo estival reduce el almacenamiento de calor corporal, siempre y cuando se realice en condiciones que permitan la evaporación total del sudor.  

La lógica es simple: cuando bebes algo caliente, los receptores de tu lengua envían señales a tu cerebro de que estás ingiriendo algo caliente. Así, tu cerebro asume la responsabilidad de refrescarlo diciéndole a tu cuerpo que sude. Es similar a la lógica de por qué los expertos dicen que tomar una ducha tibia en un día caluroso puede ayudarte a refrescarte más rápido.

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Sin embargo, para que sea realmente efectivo, es necesario que el sudor se evapore por completo. “En un día muy caluroso y húmedo, si usas mucha ropa o si tienes tanto sudor que comienza a gotear en el suelo y no se evapora de la superficie de la piel, entonces tomar una bebida caliente es algo malo”, señaló Ollie Jay, uno de los investigadores que participaron en el estudio a la revista Smithsonian.

Y añadió: “La bebida caliente agrega más calor al cuerpo, así que si el sudor no va a ayudar en la evaporación, toma una bebida fría”. 

No obstante, tal y como señala el profesor Peter McNaughton, neurocientífico de la Universidad de Cambridge, a la cadena alemana DW, las bebidas frías solo nos enfrían momentáneamente. “El volumen de la bebida fría es relativamente pequeño en comparación con tu cuerpo, por lo que el efecto refrescante se diluye con bastante rapidez", explicó. 

En todo caso, lo que hay que tener en cuenta es que beber algo caliente solo funciona en ambientes específicos: en un día caluroso y seco, en el que no usemos ropa con poca transpiración. Por ejemplo, este truco es poco recomendable en un ambiente húmedo como es el de la ciudad de Barcelona, pero podría ser útil en un clima como el de Madrid.