Imagen de archivo con un hombre fumando un cigarrillo.

Imagen de archivo con un hombre fumando un cigarrillo. iStock

Historias

Cuántos cigarrillos hay que fumarse para contaminar lo mismo que un viaje Madrid-Barcelona en coche

Todos somos conscientes de los efectos adversos del tabaco sobre la salud, pero no tanto de su impacto medioambiental. 

15 diciembre, 2022 12:40

Hay más de 1.100 millones de fumadores en el mundo y 200 millones que consumen otros productos tabaqueros. Estos fueron los datos de la Séptima Edición del Atlas del Tabaco, publicado a mediados de este año por Vital Strategies y el equipo de Tobacconomics de la Universidad de Illinois en Chicago (IUC, por sus siglas en inglés).

Es más, el tabaquismo se ha convertido en una pandemia que afecta a las personas desde edades muy tempranas: el consumo de tabaco en adolescentes de 13 a 15 años ha ido en aumento, afectando a más de 50 millones. 

La incidencia más preocupante se localiza en países que presentan un menor Índice de Desarrollo Humano (IDH), como Haití o Mauritania, donde el consumo es mayor en mujeres adolescentes. En África, el acceso al tabaco es cada vez más fácil: es más barato y su publicidad es cada vez más agresiva.

La OMS ha descrito al cambio climático como la mayor amenaza para la salud a la que se enfrenta la humanidad. Si bien todos conocemos sus efectos negativos para la salud, y si no lo hacemos basta con alzar la mirada hacia la cajetilla, debemos preguntarnos cuán perjudiciales son para el medioambiente

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14 gramos de CO2

Según el estudio Cigarette Smoking: An Assessment of Tobacco’s Global Environmental Footprint Across Its Entire Supply Chain, publicado en la revista Environmental Science & Technology, en todo su ciclo de vida —desde su fabricación hasta su desecho, un cigarrillo puede producir hasta 14 gramos de CO₂. Y una cajeta, que contiene 20 cigarrillos, 280 gramos de CO₂.

Poniéndolo en perspectiva, si una persona se fumara una cajeta de cigarrillos por día durante 50 años, produciría una huella de carbono de 5,1 toneladas métricas: más de lo que emite un coche (4,6 toneladas métricas de CO₂) al año.

Y ahora, en términos más claros, una persona tendría que fumarse 4.228 cigarrillos para igualar lo que emite un trayecto Madrid-Barcelona en coche —considerando que un automóvil produce, de media, 95 gramos de CO₂/km—. 

3,7 litros de agua

La huella hídrica de un cigarrillo es de 3,7 L, una cantidad superior a los litros de agua diarios recomendados para una persona adulta. En un año, la huella hídrica de un consumidor regular de cigarrillos es 5 veces mayor al de un consumidor de carne roja

Según el informe de la OMS, Tobacco: poisoning our planet, la mayor parte del tabaco crece en países en desarrollo, donde la demanda de agua para el sector primario es muy alta. En vez de emplearlo en cultivos para la producción de grano, se utilizan para el regadío de plantas de tabaco. 

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Contaminante por naturaleza

Si bien las plantas de tabaco también captan y almacenan CO₂, el coste del tabaco en términos medioambientales sigue siendo preocupante. La industria tabacalera es perjudicial en dos aspectos: por la propia producción de un producto que daña la salud de sus consumidores; y porque es una de las industrias que más árboles tala. Los árboles son la piedra angular de la recuperación climática: capturan y almacenan CO₂.

Cada año, se talan 600 millones de árboles para producir cigarrillos. Con un solo árbol se produce alrededor de 15 paquetes de cigarrillos. Desde los años 70, se estima que se han perdido 1.500 mil millones de hectáreas de bosque.

Además de papel y cartón, los cigarrillos también están compuestos de plástico: los filtros están hechos de acetato de celulosa. Muchas veces, las colillas terminan en ríos, canales o se encuentran en las playas. Esto provoca que acaben en nuestros océanos, haciendo peligrar la vida marina y la salud de las personas. El problema es tan grave que los filtros entre los 10 plásticos más comunes en los océanos.