Mueble 'rescatado' de la basura.

Mueble 'rescatado' de la basura. Estoy en la basura

Historias Economía circular

Cómo conseguir muebles gratis: la historia detrás de la cuenta viral de Instagram ‘Estoy en la basura’

Sandra, editora de vídeos y DJ, está detrás de este proyecto viral porque, dice, quiere "acabar con el sobreconsumismo". 

26 mayo, 2022 03:26

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Cada día se tiran miles de muebles y otros productos a la basura que se encuentran en buen estado. La mayoría aún podrían ser aprovechados por otra persona. Pero ante este problema, y con una buena dosis de concienciación previa, surgió la idea de Sandra, quien creó la cuenta de Instagram, Estoy en la basura.

Ahí comparte cosas –sobre todo muebles– que la gente se encuentra al lado de los contenedores y que aún están en buen estado. O incluso productos que la gente quiere regalar. Sandra pone la dirección y los interesados se acercan a donde la localización para recogerlos. Su lema lo dice todo: "Recicla, reusa y recoge de la basura". Pura economía circular

Cómo nace la idea

La idea surgió en diciembre de 2020, en uno de los peores momentos de la pandemia, cuando casi toda España estaba bajo un toque de queda. Sandra ya era consciente de la necesidad de dar una segunda vida a las cosas. “Yo era una persona que siempre había recogido cosas de la basura sin ningún pudor si me gustaba”, señala. 

Pero no todo cabía en su casa y tampoco le gustaba, ni lo necesitaba. De esa forma, empezó a enviar mensajes a sus amigas con lo que se encontraba. “¿Alguien necesita este mueble?, ¿a alguien le hace falta ropa deportiva?”, preguntaba. 

Hubo un momento en el que ni siquiera con eso era capaz de encontrar un nuevo hogar a la variedad de enseres con los que se topaba. Llegó incluso a plantearse si recoger cosas y venderlas luego. Pero no era viable. “No tengo espacio, no tengo garaje, ni coche propio”, recuerda.

“Entonces dije, vale, pero a esto hay que darle salida, no puede acabar en el vertedero”. Porque todo lo que acaba en la basura, se desperdicia, se destruye. “Ni lo revenden ni lo donan”, sentencia.

Llegado a ese momento, Sandra se planteó buscar la manera o el canal para poder comunicarse con la gente y decirle dónde se situaban todas estas cosas. Así nació su cuenta de Instagram, Estoy en la basura, donde no sólo crea contenidos, sino que se convirtió en un espacio colaborativo.

Al principio, con sus paseos, subía el 95% de todo el contenido de la cuenta. Pero ahora, casi todo lo que publica son cosas que la gente se ha encontrado y le manda. “Aunque sigo dándome mis paseos para despejarme y de repente, me encuentro 5 millones de cosas, porque tengo un imán”, indica. 

Arte o quién quiera

Para Sandra, Estoy en la basura no sólo es una cuestión de "clases sociales" o una herramienta para la gente que esté en una "situación económica más desfavorable". Más bien, es un espacio para cualquiera que vea algo y piense que le pueda ser de utilidad. Al final, Sandra explica que se trata de no desperdiciar nada, ser conscientes y cuidar al medio ambiente. 

Por ejemplo, con la cuenta, Sandra hace las delicias de los directores de arte o de los escenógrafos. De hecho, al principio, casi todos sus seguidores provenían del ámbito del arte. “A veces una tele, aunque esté rota, puede valer para un set de rodaje”, explica.

Mucho de lo que encontramos en su cuenta podría acabar siendo el atrezzo de una película u obra de teatro a la que asistamos. 

¿Un futuro negocio? 

En su vida profesional, Sandra es editora de vídeos y DJ de noche, aunque se ha quedado recientemente en paro y dedica prácticamente todo su tiempo a la cuenta. Pero considera que es muy difícil llegar a monetizar el proyecto. “Mi madre me ha dicho que por qué tengo 18.000 seguidores y no da dinero”, señala. 

Pero hace la labor sin ningún tipo de ánimo de lucro. “Yo lo que quiero es acabar con la sobredosis del consumo y que no se desperdicien cosas que podrían seguir usándose”. 

Por el momento, ha realizado una colaboración con Brico Dépôt, que le ha regalado un nuevo taladro. Aún tiene pendiente regalar su taladro antiguo. También ha creado una cuenta de Ko-fi, donde cualquier persona puede hacerle un donativo (invitarla a un café) para que siga con su labor. De momento, le han invitado a 43 cafés. 

Además, recientemente se ha presentado a un concurso de la Comunidad de Madrid sobre la sostenibilidad y la innovación, cuyo premio es de 1.000 euros. Si lo ganara, quiere aprovechar para contratar un community manager para verano y así poder irse de vacaciones