Juan simula la posición en la que estaba cuando fue atacado por Steven.

Juan simula la posición en la que estaba cuando fue atacado por Steven.

Sucesos

Juan, el empresario de Albacete al que su familia intentó asesinar brutalmente: ahora sufre graves secuelas

La que consideraba su hija llegó a golpearlo con una piedra en la cabeza después de que un sicario lo apuñalara en el cuello.

Más información: El crimen de la bañera: Antonio, el empresario de Almansa, hallado muerto en casa de su amigo Julián

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La historia de Juan Martínez podría ser el guion de una película que relatase cómo su pareja sentimental durante más de una década urdió un plan para acabar con su vida en julio de 2017. Ese verano, María del Mar se confabuló con su hija de 15 años, el novio de ésta y un tercer joven a modo de esbirro para ejecutar su asesinato en un chalé a las afueras de Almansa, una localidad albaceteña de 25.000 habitantes.

Afortunadamente, el plan salió mal. Pero siente temor a pesar del tiempo que ha pasado. Su rostro, marcado por cicatrices de aquella agresión, transmite miedo. Y son evidentes las graves secuelas en el cuerpo de Juan, a quien meses después le concedieron la incapacidad absoluta para cualquier trabajo.

Su lado izquierdo ha quedado maltrecho a consecuencia del ictus que sufrió tras el salvaje ataque a cuchilladas. Mueve con mucha dificultad la pierna, casi la lleva a rastras, y el brazo lo tiene inútil. Era zurdo y ha tenido que aprender a hacer todo con la mano derecha. "No se puede comprar unos zapatos con cordones porque no se los puede atar, y hay que echarle paciencia para oír lo que te quiere contar", pone como ejemplos Luisa, una de sus ocho hermanos.

Una de las secuelas de Juan es la paralización de la zona izquierda del cuerpo.

Una de las secuelas de Juan es la paralización de la zona izquierda del cuerpo.

Juan ha estado en manos de logopedas y ha recuperado parte del habla, aunque a menudo es ininteligible. También usa verbos en infinitivo debido a la afasia que le ha quedado, un trastorno por daño en la parte del cerebro que controla el lenguaje. Pero no hay adversidad que lo pare. Relata la brutal agresión, ocurrida la madrugada del 25 de julio de 2017, en un vídeo de diez minutos grabado por un amigo en el mismo lugar donde sucedió. Estaba a punto de cumplir 35 años.

Muy enamorado de María del Mar González Cano, a la que había pedido casarse en varias ocasiones, llevaban un desahogado tren de vida, ya que él era un empresario acomodado que había residido de joven en Galicia. Era una pareja con una relación sentimental similar a la de un matrimonio desde 2003, con idas y venidas, que estuvo interrumpida entre 2014 y 2015.

Seguro de 300.000 €

Estamos a las puertas de la primavera de 2017. Acaban de trasladarse a Orense con las dos hijas de ella, A. e Inmaculada, de 15 años, y el novio de esta última. La mujer habla de matrimonio a Juan y se ayuda de una estrategia. "Para presionarlo, lo cita con unos abogados para ser pareja de hecho. Pero mi hermano no quiere porque le ha pillado a ella unas cartas con otro hombre", explica Luisa.

La respuesta de María del Mar es idear un plan para matarlo. "Tenemos pruebas de que en abril empezó a contárselo a otras personas", recuerda la familia del empresario. La mujer tiene motivos sentimentales, pues ella mantiene una relación paralela, y económicos: sabe que Juan ha contratado o va a contratar un seguro de vida por un valor de 300.000 euros, y la beneficiaria será A., de 9 años. Es la hija menor de María del Mar y Juan cree que es de su misma sangre.

Estado en el que quedó el coche de Juan tras el ataque.

Estado en el que quedó el coche de Juan tras el ataque.

La asesina intelectual se pone manos a la obra para conseguir su propósito. Dos años mayor que Juan, tiene la connivencia de Inmaculada, a la que el empresario ha criado desde niña como si fuera suya, y de su novio, Antonio David Martínez Garijo, quien acaba de cumplir 19 años.

Al 'Motores', como apodan a Antonio David, María del Mar le hace un encargo: buscar a un esbirro para que mate a Juan. Por eso el joven viaja desde Orense hasta Montealegre del Castillo, el pueblo de su madre, que está solamente a 25 kilómetros de Almansa. 'El Motores' cumple con el cometido y, según la sentencia, "recluta" a Marlon Steven Gallo Villárraga, un colombiano nacionalizado español, sin antecedentes penales, que ha soplado 18 velas el 16 de abril.

La felonía se ejecuta tres meses después. El 24 de julio, Juan viaja desde Orense a Almansa porque María del Mar le insiste en que lleve a su hija mayor: "Inmaculada quiere ver a sus amigas". La mujer sabe que, cuando lleguen al pueblo manchego, Juan y la chavala estarán solos en una vivienda del paraje de Las Norias, donde se tiene previsto cometer el asesinato. Se trata de un chalé en el campo que el empresario tiene alquilado en las afueras del municipio, en el número 10 del camino Buenavista.

Antes de ir a la casa, Juan se dirige a un parque para dejar a Inmaculada. "He quedado aquí con unas amigas", se excusa ella. Pero en realidad se ve con Steven, el sicario sin experiencia al que han encargado el asesinato. La muchacha pasa la tarde con él y el joven llega a reservar una habitación en un hotel, ya que pretende pasar la noche con la chica.

Puerta de entrada a la edificación donde sucedieron parte de los hechos.

Puerta de entrada a la edificación donde sucedieron parte de los hechos.

Sobre las once, Juan recoge con su vehículo a la adolescente y los dos se dirigen al chalé. Al llegar, Juan cierra la puerta metálica de acceso a la parcela, de una gran superficie, y los dos entran en una construcción anexa que denominan 'el bar', donde hay una cocina americana, un salón y un baño.

El ataque

Juan e Inmaculada se disponen a cenar dos horas después, sobre la una de la madrugada del 25 de julio. Pero alguien llega a la puerta de la parcela en un coche Seat Ibiza. Es Steven, a quien Juan deja entrar en 'el bar' porque Inmaculada dice que es un amigo suyo. El joven también se inventa un pretexto: busca a unos amigos, pero se ha perdido y no tiene batería en su teléfono móvil.

Precisamente en ese momento Juan está mirando su celular sobre la barra de la cocina, porque se ofrece a llamar a los amigos que Steven dice que quiere localizar. Está de espaldas al muchacho, lo que el chaval aprovecha para atacarlo con un cuchillo de la cocina. Se lo clava en el lado derecho del cuello, alcanzándole la vena yugular y la arteria carótida.

Inmaculada y el esbirro salen del 'bar' y cierran la puerta con llave, pero vuelven a entrar al oír que Juan, ensangrentado, está telefoneando a la Guardia Civil. Realmente, simula la llamada y Steven lo apuñala en varias partes del cuerpo.

Vista exterior de la zona donde Juan fue atacado.

Vista exterior de la zona donde Juan fue atacado.

En un descuido de su agresor, el empresario logra salir del habitáculo herido gravemente y dirigirse a su coche, un BMW modelo 640, que está estacionado en la parcela y con 16.000 euros en efectivo en el maletero. Se monta en el vehículo, arranca bruscamente y va hacia la puerta de salida, pero Steven trata de evitarlo gritando y golpeando el vehículo con los puños y una piedra: "¡Abre, cabrón, que voy a matarte!".

Juan encuentra la puerta de la parcela cerrada y bloqueada porque el turismo del sicario está aparcado enfrente. No hay espacio que permita a un vehículo salir de la finca y el hombre, acorralado y perdiendo mucha sangre, se dirige con su coche hacia Steven. Su única intención es librarse de él y salvar la vida: "Estaba asustado, encendí las luces, cerré los ojos y me estampé". Juan lo estrella para que salte el aviso a Emergencias de su BMW, que golpea un muro y a su agresor en las piernas con la parte frontal.

El empresario baja de su vehículo y atraviesa a pie la parcela mientras Inmaculada trata de retenerlo agarrándole de la camiseta. "Cuando estoy pidiendo ayuda a voces, me golpea frente a frente con una piedra contundente cinco o seis veces", y Juan reprocha a la que consideraba su hija: "¡¿Qué haces, Inma?! ¡Me has traicionado!".

El hombre llega a la valla que le separa de la finca de los vecinos Antonio y Rosario, y logra superarla con la ayuda de un somier que está apoyado en la verja. Su hijastra lo ha seguido hasta allí, pero huye cuando los paisanos encienden la luz al oír ruidos, gritos y golpes en su puerta. Juan es auxiliado por Antonio y Rosario, que telefonean a los servicios de emergencias. "Si me matan, me tiran al pozo de la parcela", sostiene después de ocho años.

Tres condenados y un absuelto

Ingresó en la UCI del Hospital Universitario de Albacete y fue trasladado al de Almansa, donde Juan cumplió 35 años el 19 de agosto. Operado dos veces a vida o muerte, sufrió un infarto cerebral (o ictus isquémico) mientras se encontraba en un coma inducido.

Estuvo muy grave, pasó por el Instituto de Enfermedades Neurológicas de Castilla-La Mancha, en Guadalajara, y necesitó seis meses (en total, 185 días) para curar las lesiones. Sin embargo, el asesinato en grado de tentativa le ha dejado como secuelas varios trastornos, además de epilepsia, daño cerebral o bradilalia (ralentización del habla).

Su agresor, a día de hoy con secuelas, también estuvo hospitalizado y tardó 341 días en curar sus lesiones por el atropello.

Para entonces, la Guardia Civil ya había cerrado la Operación Fuentecicas, alusiva a la zona donde se produjo el intento de asesinato. La Policía Judicial de Almansa esclareció lo que en un principio pareció ser una pelea, aunque los hermanos de Juan siempre habían tenido sospechas de que María del Mar estaría entre los implicados.

En la Audiencia Provincial de Albacete, en marzo de 2020, Juan fue juzgado con las tres personas adultas que habían tratado de asesinarlo. Lo procesaron por un presunto delito de homicidio, ya que el esbirro que intentó quitarle la vida sostenía que Juan lo había querido atropellar. Nada más lejos de la realidad, y el tribunal absolvió al empresario.

No sucedió igual con el resto de encartados por el asesinato en grado de tentativa: María del Mar fue condenada a trece años de prisión, Steven a once y Antonio David a nueve, además de indemnizar conjuntamente a Juan con casi 462.000 euros.

"No supimos averiguar en el juicio qué le pagaron o le ofrecieron a Steven para que lo asesinara", dice el abogado de Juan, Emilio Sánchez Barberán, quien critica que "los tres han pagado menos de mil euros" de la cuantiosa indemnización. "Llevo un año sin recibir ningún dinero de mi indemnización y uno de ellos, Steven, ya disfrutó en agosto de un permiso penitenciario de una semana", denuncia la víctima.

"La muchacha está en la calle"

A Inmaculada, por ser menor el día de autos, le cayó la medida de tres años y medio de internamiento cerrado dictada por el Juzgado de Menores de Albacete. Sin embargo, no ha terminado de cumplirla y se encuentra en libertad, según denuncia el letrado de Juan. "Estamos ante una situación extraña: si a la cárcel no puede ir porque era menor cuando se producen los hechos, ¿la metes en un centro cerrado con 22-23 años? Queremos que cumpla lo que le queda, porque solo estuvo nueve meses", reclama.

La madre sigue en la cárcel madrileña de Alcalá Meco y los dos jóvenes, en el centro penitenciario 'La Torrecica' de Albacete. "Ahora los tres están en la cárcel, pero la muchacha implicada está en la calle y Juan tiene una sensación de inseguridad muy grande", afirma Luisa.

Ella no olvida una frase. La que le dijo María del Mar cuando la conoció. "Me soltó que buscaba un tonto que le ayudase a criar a su familia. Luego todos los pasos que ella dio estuvieron dirigidos a conseguir eso: aprovecharse de él lo máximo y apartarlo de nuestra familia. Y lo logró. Cuando fue agredido, mi hermano no tenía relación con ninguno de nosotros".

Con el tiempo, Juan tuvo otro golpe duro: supo con certeza que A., la niña a la que había nombrado beneficiaria del seguro de vida que pudo ser su tumba, no era en realidad su hija biológica. Un giro más para el guion de una película sobre esta sobrecogedora historia.