María Chamón, madre de Laura, una de las jóvenes asesinadas por Sergio Morate.

María Chamón, madre de Laura, una de las jóvenes asesinadas por Sergio Morate.

Sucesos

El dolor de María diez años después de que Sergio Morate matase a su hija: "Los asesinos deberían secarse en un zulo"

Este miércoles 6 de agosto se cumple una década del doble crimen de Cuenca que conmocionó a todo el país. 

Más información: Diez años del asesinato de las amigas Maryna y Laura: la vida discreta de Sergio Morate en prisión tras el doble crimen

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"El mejor homenaje es que la recordemos todos los días". Diez años después, María Chamón sigue "viviendo por su hija" Laura, asesinada junto a su amiga Marina Okarynska a manos de Sergio Morate, pareja de la segunda víctima.

En una entrevista con la agencia de noticias Europa Press, la madre recuerda aquella tarde, cuando su hija le dijo "mamá, me voy a tomar algo con Marina" y no volvió a verla.

Los hechos ocurrieron el 6 de agosto de 2015, cuando Morate citó a Marina -con la que había mantenido una relación de cuatro años marcada por su carácter violento- en su casa de Cuenca para que retirarse algunos enseres que quedaban en la vivienda. La joven de 23 años pidió a su amiga Laura, de 26, que la acompañara por miedo a la personalidad violenta de su exnovio y este acabó con la vida de ambas en el domicilio.

El asesino planeó detenidamente el asesinato tras la ruptura, cuando Marina se marchó a su país de origen, Ucrania, y contrajo matrimonio con otro hombre. En la escena del crimen, propinó a Marina un fuerte golpe en la cabeza y la estranguló con una brida de plástico, mientras que a Laura la golpeó durante un forcejeo hasta que la agarró del cuello y la asfixió.

Los cuerpos fueron hallados seis días después en el paraje 'El Bodegón', en el municipio de Palomera, semienterrados y mezclados con cal. El asesino fue detenido el 13 de agosto en la localidad rumana de Lugoj.

Marina Okarynska y Laura del Hoyo, las víctimas del doble crimen de Cuenca.

Marina Okarynska y Laura del Hoyo, las víctimas del doble crimen de Cuenca.

De la preocupación a la búsqueda

Cuando la madre de Laura regresaba a casa la trágica tarde del 6 de agosto, recibió la llamada de su hija Sonia para preguntar por su hermana, que no respondía a las llamadas. Buscaron su coche por el barrio del Pozo de las Nieves y una vecina les confirmó que la habían visto irse en coche con Marina. "Fue entonces cuando Sonia dijo que algo no iba bien e íbamos a tener que poner la denuncia", explica a Europa Press María.

Al contactar con Olga, madre de Marina, pudieron constatar que también estaba preocupada y descubrieron dónde habían ido las jóvenes. Incluso hablaron con la madre del asesino, pero en las primeras horas el caso se trató como una desaparición que incluso podía ser voluntaria.

"Lo único que pensaba es que se habían ido a tomar algo por la parte alta y algún coche las había deslumbrado y habían tenido un accidente. No podía imaginar que un salvaje pudiese hacer lo que hizo", lamenta María.

Sergio Morate durante el juicio.

Sergio Morate durante el juicio.

La preocupación creció cuando encontraron el coche cerca del piso del exnovio de Marina y en su interior "el bolso, los zapatos, el móvil, las llaves…". Llamaron a la policía.

Durante los días de búsqueda, María confió en que Morate las tuviera retenidas, pero la trágica noticia llegó el 12 de agosto. La madre participó en una multitudinaria concentración de apoyo convocada en la Plaza de España de Cuenca, pero no pudo percatarse de cómo los coches de policía se marchaban a toda prisa al terminar. "Cuando llegué a mi casa y vi en la televisión que habían aparecido dos niñas en el nacimiento del río Huécar, la apagué inmediatamente. Después llegó la familia", recuerda.

Fue en el tanatorio donde un agente de la Guardia Civil confirmó a María que Sergio Morate había sido detenido en Rumanía.

Juicio mediático

El juicio se convirtió en uno de los más mediáticos de la historia reciente de España. Comenzó el 23 de octubre de 2017 y el 7 de noviembre llegó la sentencia de 48 años de prisión para Morate. Los primeros años los cumplió en Estremera y desde 2018 está en Herrera de la Mancha.

"Él está viendo la luz y mi hija no. Está en una cárcel con muchos privilegios y Laura en una tumba. No basta con minutos de silencio y banderas a media asta. Los asesinos criminales deberían estar en un zulo hasta que se secaran", expresa la madre.

También recuerda que durante el juicio Morate "estaba como quien oye una película, como si nada fuese con él". "Pedí permiso al juez para dirigirle unas palabras, pero no me autorizó. Quería que me mirara", confiesa.

Cariño recibido

Tras diez años de sufrimiento y rechazo al olvido, María continúa insistiendo en mostrar su agradecimiento a quienes ayudaron encontrar a su hija y a su amiga.

Por su casa han pasado personalidades como el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y el padre Ángel, de Mensajeros de la Paz. Además, mantiene una relación de especial cariño con los Reyes de España, Felipe VI y Letizia, que la saludan cada vez que viajan a Cuenca.

Desde 2016, un monolito recuerda a Laura y Marina en el Paseo del Huécar conquense. Sin embargo, María siente pena de que esté ahí, porque "Cuenca es tierra de bien, no de asesinos".

Tampoco conmemora el aniversario "para no poner a la gente en un compromiso". Tan solo se reserva el 6 de agosto para ella, un día para recordar a su hija como era: "Alegre y con muchos proyectos por delante".