El juicio contra el exlibrero José Manuel Lomas, acusado de matar a un hombre que había entrado en su casa de Ciudad Real en agosto de 2021, ha continuado este miércoles con la presentación de las pruebas forenses. En la sesión de la mañana, los médicos encargados de realizar el informe de imputabilidad han determinado que "Lomas mantuvo en todo momento sus capacidades cognitivas y volitivas".

Para los forenses, "no existían anomalías psíquicas y enfermedades mentales que alterasen la capacidad del librero" para conocer y valorar adecuadamente lo sucedido, pese a que la noche de los hechos sintiera miedo, no anulando este su capacidad.

"Las emociones de miedo o ira que podría sufrir Lomas no eran de la suficiente envergadura para actuar como lo hizo. Podría haber actuado de otra manera. Todos nos ponemos en la situación emocional de ese momento y a esa hora y nadie duda de que fue una situación sorpresiva, temerosa y de inquietud hacia su propiedad, pero el estado emocional no era de tal intensidad como para no saber lo que estaba haciendo", ha expresado uno de los forenses.

Asimismo, han determinado que el acusado es una persona inteligente, de trato agradable y educado, manteniendo en todas sus entrevistas una aptitud colaborador.

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Muerte por los disparos

En cuanto a la víctima, los forenses encargados de la autopsia han declarado que murió como consecuencia de una importante hemorragia interna provocada por el impacto de dos disparos. Además, han confirmado que recibió el primero -que fue mortal- en el hombro, lo que lo volteó y provocó que el segundo impactase en la parte central de la espalda.

En cuanto a la posición del fallecido, por las proyecciones de sangre y por el impacto de los cartuchos, han mantenido la hipótesis de que se encontraba agachado o agazapado.

Se trata de una confirmación que desmonta el relato que Lomas hizo el pasado lunes, cuando el acusado negó que que fuera él quien mató a la víctima y aseguró que alguien puso el cadáver en el lugar donde lo encontró la Policía. 

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Un discurso que tampoco se ajusta a la grabación de la llamada del acusado a la Policía la noche de los hechos, en la que confirmaba que él había sido el autor de los disparos. 

Informe del psiquiatra

Ya en la sesión de tarde, el jurado ha conocido un informe psiquiátrico presentado por la defensa del acusado, donde se concluye que Lomas sufre un trastorno delirante persistente, antiguamente conocido como paranoia, además de un trastorno de personalidad.

Un informe que contradice el presentado por los médicos forenses durante la sesión de mañana.

El psiquiatra que ha elaborado dicho informe sostiene que Lomas tenía perturbada su capacidad volitiva y muy poco la cognitiva, lo que le permitía ser consciente de lo que estaba haciendo, pero que tenía un gran problema a la hora de frenar, parar, decir no debo o no es correcto. Sin embargo, a preguntas del fiscal, el psiquiatra ha concluido que Lomas sabía distinguir entre el bien y el mal, entre saber que disparar a una zona vital a una persona podría ocasionarle la muerte o que podría ser un delito de homicidio.