El Gobierno de Castilla-La Mancha ya ha alertado de que la okupación de viviendas esconde, en ocasiones, el uso de las mismas para traficar con drogas o ejercer la prostitución. Y es el caso de lo ocurrido en Erustes (Toledo), donde un hombre de 32 años ha sido detenido por la Guardia Civil al descubrirse que utilizaba una casa en la que se había establecido ilegalmente junto a su pareja para cultivar marihuana.

Agentes de la Guardia Civil, en el marco de la operación Chapra, detectaron a finales del año pasado en Erustes la presencia de un varón y una mujer con antecedentes por delitos contra el patrimonio, los cuales habían okupado una vivienda propiedad de una inmobiliaria y realizado un enganche ilegal a la red eléctrica.

Tras constatar un excesivo consumo de energía, así como ruido de ventiladores y extractores que procedían del interior de la vivienda, la Guardia Civil obtuvo un permiso judicial de registro y consiguió aprehender en el interior de la misma un total de 591 plantas de cannabis sativa, un revolver simulado y material para el cultivo de marihuana.

El hombre detenido y la mujer investigada fueron puestos a disposición judicial.