El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) ha sido condenado por no diagnosticar y atender a tiempo a un paciente de Albacete que acabó muriendo de cáncer, algo que la Justicia ha calificado como una negligencia médica. 

Según la sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo nº2 de Albacete, que ha hecho pública la asociación 'El Defensor del Paciente', el SESCAM y su aseguradora deberán indeminizar con 80.000 a la viuda y las hijas del fallecido, que era vecino de la localidad de Fuentealbilla.

Fue en junio de 2016 cuando a este paciente de 73 años se le detectó mediante una exploración de su médico de cabecera y una prueba radiológica una "tumoración sólida en el glúteo", pese a lo que el doctor decidió mantener una "actitud expectante" y no derivarle a los especialistas en oncología, según 'El Defensor del Paciente', cuyo abogado Ignacio Martínez ha defendido los intereses de la familia del fallecido durante el procedimiento judicial. 

Un año más tarde, en junio de 2017, el tumor había crecido entre 5 y 6 centímetros, pese a lo que el vecino de Fuentealbilla "no fue derivado urgentemente para la realización de pruebas diagnósticas de lo que era un sarcoma". Tampoco se hizo el 3 de agosto, cuando otra médico realizó una consulta interna con el servicio de traumatología sobre lo que definió como una "masa localizada".

"Por desgracia, ningún médico le dio la debida importancia a un tumor que seguía creciendo, hasta que alcanzó un tamaño de 20 x 20 centímetros el 17 de noviembre, momento en el que se activaron las alarmas cuando ya demasiado tarde", asegura 'El Defensor del Paciente'.

A pesar de la asistencia oncológica prestada a partir de ese momento, acabó muriendo de cáncer pocos meses más tarde, el 1 de agosto de 2018.

Una "falsedad muy dolorosa"

Durante el proceso de reclamación por parte de la familia, 'El Defensor del Paciente' asegura que el SESCAM trató de declinar su responsabilidad "alegando que fue el paciente quien se negó a realizarse pruebas diagnósticas, falsedad que resultó muy dolorosa para la familia".

"Para la familia lo más importante era que se constatara la negligencia médica y, sobre todo, que se desmontase la falsedad de que fue su marido y padre el responsable de lo ocurrido como se negase a hacerse pruebas, pues la realidad es que siempre siguió el criterio de los médicos de la sanidad pública en los que confió", asegura la asociación que ha conseguido la sentencia condenatoria contra el SESCAM, contra la que cabe recurso de apelación.