Cada vez menos parejas de Castilla-La Mancha escogen la iglesia para casarse.

Cada vez menos parejas de Castilla-La Mancha escogen la iglesia para casarse. Shutterstock

Sociedad

Del templo al juzgado: la proporción de bodas religiosas en Castilla-La Mancha cae del 56 % de 2010 al 24 % actual

Aunque el número de enlaces anuales permanece estable, las uniones católicas pierden peso: tres de cada cuatro bodas se celebran por lo civil.

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Castilla-La Mancha ha celebrado 96.229 matrimonios entre 2010 y 2023, una cifra que supone unas 7.000 uniones conyugales al año entre personas de diferente sexo.

La evolución del indicador confirma una gran estabilidad: en el primer año del periodo analizado se produjeron 7.432 casamientos; en el más reciente, hubo 7.395 bodas.

Cabe reseñar cómo el incremento poblacional no ha contribuido al esperado aumento de uniones heterosexuales. En el año 2000, por ejemplo, se concretaron 8.758 matrimonios, un registro muy superior al actual pese al menor volumen residencial con que contaba la región.

Durante las décadas de los setenta y ochenta del siglo pasado, el número de uniones que se celebraban cada año en la comunidad autónoma llegaron a superar las 9.000 anuales, un guarismo muy superior al actual.

La caída se sostiene sobre dos realidades concurrentes, la demográfica y la actitudinal.

La primera se relaciona con el descenso de la población joven por la caída de la natalidad: en los años ochenta, se casaron los hijos del baby boom; quienes ahora tienen entre 25 y 40 años, cohortes habituales para la concreción de la unión, suman un censo menor.

Por otra parte, existen una serie de factores de índole cultural y económica que han restado atractivo al matrimonio. Cabe reseñar la existencia de la mera convivencia o de una figura análoga como es la de la pareja de hecho.

Al mismo tiempo, las dificultades para la emancipación, la adquisición de una vivienda o el desarrollo de una carrera profesional se antojan como trabas para el desarrollo de un proyecto familiar.

Sin bendición

Más allá de la evolución de los datos anuales, el cambio más importante en lo referido a la relación legal entre un hombre y una mujer se relaciona con la forma de contraer matrimonio. La tendencia muestra una creciente preferencia por las bodas civiles frente a un menor uso del sacramento.

Desde 2010, el 62,4 % de las uniones se han realizado en un juzgado o frente a otra autoridad administrativa con potestad para legalizar el vínculo entre dos personas. El 37,6 % restante, un porcentaje inferior, se ha producido ante un sacerdote y en una celebración litúrgica.

Además de los datos promedio de ambas categorías, destaca la trayectoria de cada una de las dos opciones. En 2010, los matrimonios en la Iglesia suponían el 56,4 % del total de uniones en Castilla-La Mancha. Sin embargo, la proporción de enlaces religiosos se ha desplomado: en el último año del que se tienen datos, solo el 24,7 % ha sido bendecido.

Apenas una de cada cuatro bodas escoge un templo católico como escenario. Por el contrario, tres de cada cuatro enlaces se desarrollan bajo las fórmulas administrativas establecidas.

En 2010, se festejaron casi 4.200 uniones bajo la fórmula tradicional; trece años después, han sido poco más de 1.800 las parejas que se han dado el 'sí, quiero' en una iglesia.

El descenso de bodas según el rito católico se relaciona con el paulatino decrecimiento de la religiosidad en la sociedad española en general y en la castellanomanchega en particular.

En las últimas décadas, la asistencia a los oficios religiosos ha disminuido, también la recepción de los sacramentos -incluido el del matrimonio- e incluso la propia autopercepción sobre la fe, con categorías como agnósticos o ateos al alza.

Matrimonio homosexual

A diferencia del ámbito heterosexual, la unión entre personas del mismo sexo muestra un lógico incremento respecto a los primeros años de vigencia de esta posibilidad.

La aprobación del matrimonio homosexual en 2005 ha permitido la unión de 1.719 parejas en Castilla-La Mancha en casi dos décadas (los últimos datos corresponden a 2023).

Hasta 919 uniones han estado protagonizadas por dos mujeres (53,5 % de los enlaces entre homosexuales), mientras que el compromiso entre hombres ha dejado 800 casamientos.

Mientras que en los años posteriores a la legalización de esta fórmula los hombres tendían a ser mayoría, desde la pasada década son las mujeres quienes más bodas de este tipo celebran.

La media anual de enlaces homosexuales en Castilla-La Mancha es de apenas 90, aunque en 2023 se han producido 204 uniones, la cifra más alta de la serie histórica. En todo caso, esta opción es muy minoritaria respecto a la heterosexual.