'Free tour' en la plaza de Zocodover.

'Free tour' en la plaza de Zocodover. Javier Longobardo

Toledo

Los guías de free tour de Toledo siguen "en lucha" contra la ordenanza de turismo y ultiman una alegación conjunta

Un bufete de abogados elabora el documento y en paralelo han recogido más de 2.500 firmas de apoyo entre vecinos, visitantes y profesionales del sector en 20 días.

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Isabel G. Villota
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La guerra por el modelo turístico de Toledo ha entrado en su fase decisiva. Los guías turísticos de free tour no se van a quedar de brazos cruzados. Están dispuestos a continuar la "lucha". La advertencia resuena en la plaza de Zocodover y anticipa un otoño movido. La nueva ordenanza municipal de turismo, concebida por el Ayuntamiento para mitigar las quejas vecinales por la masificación y para concitar el equilibrio, a punto de su aprobación definitiva en el Pleno de septiembre, no aplaca la rebelión del colectivo.

El Consistorio, gobernado por PP y Vox, aprobó de forma inicial en julio una normativa "pionera" que busca, según fuentes municipales, un turismo sostenible. Con el plazo para presentar alegaciones finalizando el próximo 19 de septiembre, la ordenanza limita a 30 personas los grupos en dos puntos calientes del Casco -la calle Hombre de Palo, la plaza del Consistorio y el pasadizo de Balaguer- y exige el uso de audioguías para grupos superiores, prohibiendo los altavoces.

Sin embargo, el punto que ha encendido la mecha es la prohibición de usar "cualquier soporte u objeto que atraiga la atención" para identificar los puntos de encuentro, una medida dirigida contra los característicos paraguas de colores que captan turistas en la plaza de Zocodover.

"Nos quieren quitar los elementos identificativos", denuncia Alberto López, de la empresa 'Pasearte Toledo'. Lamenta la "ambigüedad" de la norma y las contradicciones del propio gobierno local sobre su aplicación. "¿Podemos llevar paraguas sin publicidad, podemos llevar otro elemento, no podemos llevar nada?. Parece que nos van a poder denunciar hagamos lo que hagamos. Unos dices unas cosas y otros dicen otras", alerta.

La crítica fundamental del sector es que la norma se equivoca en el tiro. Sostienen que el verdadero problema son los "grupos de 50 que colapsan, llenan y de los que se quejan los vecinos". Estos grupos, aseguran, pertenecen a grandes touroperadores que realizan visitas exprés sin apenas dejar gasto en la ciudad. "Han limitado grupos en tres calles, pero van a seguir manteniendo en toda la ciudad grupos de 50", critican.

Para los cerca de 40 guías y autónomos que se han unido para luchar contra la norma, la amenaza es sustancial. La prohibición de captar clientes sin reserva previa -aquellos que se incorporan al ver al guía en la plaza- supondría un golpe tremendo. "Salí con 25 personas y solamente siete venían por internet, todos los demás se me sumaron aquí, en Zocodover", explica José Carlos Jiménez, otro de los profesionales presentes en la plaza, quien estima unas pérdidas del "80 por ciento" de sus ingresos.

A esto se suma la obligación de realizar un fuerte desembolso en material con la compra de los "pinganillos" o audioguías, obligatorios para grupos de más de 30 personas. "La inversión inicial sería de mínimo 7.000 u 8.000 euros", una cantidad inasumible para muchos autónomos, apuntan.

Lo elabora un bufete de abogados

Por eso no se han quedado de brazos cruzados y además de presentar alegaciones individuales, dos por el momento, según el Consistorio, han contratado a un abogado para articular una "alegación conjunta global importante".

Paralelamente, han lanzado una recogida de firmas que en apenas 20 días ha superado las 2.500 rúbricas de apoyo de ciudadanos, comerciantes y turistas. "Seguiremos luchando porque no tiene ni pies ni cabeza", afirma con rotundidad José Carlos.

La postura es inamovible, advierten, y no descartan defenderse en los tribunales. "Cuando nos pongan una denuncia, pues iremos al recurso, iremos con el abogado y a por todas", sentencian.

Con el bloque de alegaciones a punto de entrar en el registro del Ayuntamiento, el equipo de Gobierno inicia la cuenta atrás para el pleno de septiembre, previsto el último viernes del próximo mes, donde se votará la aprobación definitiva de la ordenanza. Y saldrá adelante.