Soledad Martín.
Del Titanic a un patio de Toledo: la reliquia que atesora Soledad Martín
Se trata de una campana que un marino mercante trajo como regalo de Malasia a la anterior propietaria del inmueble.
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Toledo esconde emblemáticas joyas patrimoniales y artísticas entre sus murallas, pero pocos conocen que el patio de una vivienda del Callejón del Abogado del Casco Histórico atesora una verdadera reliquia: una de las campanas que portaba el Titanic cuando se hundió la madrugada del 14 de abril de 1912.
El inmueble que alberga este objeto es propiedad de Soledad Palomo. Según ha relatado a EL ESPAÑOL-EL DIGITAL CLM su hija, Soledad Martín, la campana hace las veces de llamador en su patio desde que un marino mercante se lo regaló como obsequio de Malasia a la anterior propietaria.
Soledad desconoce el valor de la pieza, a pesar de que "tiene la inscripción original de 1912" y ha asegurado que nunca ha recibido oferta económica alguna por ella.
Campana en el patio.
Según ha indicado, algunos guías turísticos utilizan el elemento como reclamo además de aprovechar para mostrar el típico patio toledano que Soledad cuida con esmero. "Todos los guías reconocen el valor de la campana cuando la ven", ha asegurado.
Varias campanas
La fatídica madrugada del 14 de abril de 1912 cuando el transatlántico británico de pasajeros se hundió durante su viaje inaugural tras chocar con un iceberg, albergaba varias campanas.
Las más pequeñas, como la de Soledad, se utilizaban para señalar con su repiqueteo la distancia a otros barcos durante la noche.
De igual tamaño eran las que se empleaban en la sala de máquinas y en la cubierta del barco para comunicarse entre los miembros de la tripulación.
La campana del Titanic es un objeto real que, si bien no ocupa la trama central de la película, desempeña un papel importante en esa escena en la que se muestra su sonido nervioso cuando el barco va a directo contra el bloque de hielo.
Ese elemento se recuperó en la primera expedición llevada a cabo en el barco en 1985 y actualmente se expone en el Museo del Titanic en Massachusetts.