Lunes Santo en Toledo bajo agua: la lluvia encerró al Cautivo en la Catedral y dio tregua al Cristo de la Esperanza

Toledo brilló con resplandor en la noche del Lunes Santo, a pesar de la lluvia. El agua impidió la salida del Cristo del Cautivo desde la Catedral, lugar donde se concentraban minutos antes de la hora de salida prevista cientos de fieles y curiosos con paraguas en mano. La incertidumbre meteorológica obligó a la hermandad a posponer una hora más tarde la esperada procesión que finalmente no salió por la nula mejora del tiempo.

A pesar del duro varapalo, la Catedral acogió un momento especialmente emotivo: el Cristo del Cautivo y el Cristo de la Vega se encontraron dentro del templo, frente a frente, acompañados por los sones de la banda que continuó tocando desde el interior. Este acto improvisado, pero a la vez conmovedor puso la piel de gallina a los numerosos asistentes que no quisieron perder la oportunidad de guardar ese instante en su memoria.

La imagen que sí pudo respirar aire fresco fue el Santísimo Cristo de la Esperanza cuya procesión partió desde la Iglesia Parroquial de San Andrés a la hora programada, las 23:30. La lluvia dio la tregua suficiente para completar el Vía Crucis por el Casco marcado por la presencia del arzobispo de Toledo y las novedades de la música de capilla y el adorno floral.