Los I Premios de Arquitectura y Urbanismo convocados por el Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha han distinguido en la categoría de 'Rehabilitación' la ampliación y reforma de una vivienda del Poblado Obrero de Toledo llevada a cabo por AMA, un estudio dirigido por Francisco Javier Alguacil San Félix y por Luis Moreno Domínguez con sede en la ciudad.

El Poblado Obrero nació hace más de 70 años en Toledo capital al amparo de la ya cerrada Fábrica de Armas para dar cobijo a los trabajadores y sus familias. Esta casa se encuentra en la calle Forjadores, un área residencial cercana al barrio de Santa Teresa que está formada por viviendas unifamiliares de una planta, todas ellas con la misma estética.

En la parcela rehabilitada, que cuenta con una superficie de 329 metros cuadrados, coexistían dos edificaciones: una vivienda y un pequeño almacén-lavadero donde se hacían los quehaceres después de la jornada laboral.

Todos los detalles de la nueva casa

A la hora de llevar a cabo el proyecto, el edificio principal presentaba un estado estructural aceptable, sin patologías en los muros de carga. Por ello, los promotores plantearon a sus clientes una demolición parcial, manteniendo la esencia de las viviendas originales y el espíritu de la calle.

Así, la fachada que da a Forjadores ha mantenido la tipología de sus acabados originales, con teja plana cerámica en la cubierta, revocado de cal y alero de ladrillo rojo, lo que da continuidad al perfil longitudinal de la calle. Asimismo, se ha mantenido una parra a la entrada que es originaria de los primeros momentos del poblado, en los años 50.

Respecto a la parte trasera, se ha realizado una ampliación en superficie de la vivienda aumentando el espacio útil. Es ahí donde se encuentran la zona de estar, la cocina, un porche hacia el jardín y un aseo.

En este ámbito interior el protagonismo lo asume un pequeño núcleo de distribución centrado rematado por cuatro pequeñas claraboyas que introducen luz en el corazón de la vivienda. El material constructivo predominante es el hormigón blanco visto, como interpretación del encalado original de estas casas.

Por último, en el exterior se ha mantenido la edificación anexa para uso relacionado con el jardín y como almacén. Y en el bajo se ubica una zona abuhardillada diáfana vinculada a la planta inferior a través de una doble altura.

Para no entorpecer el acceso lateral de la vivienda, se ha optado por realizar una zona de aparcamiento en paralelo a la calle Forjadores y, dada su escasa anchura, se ha realizado una puerta en fuelle para permitir la maniobra de los vehículos.

Los promotores, "ilusionadísimos"

Según ha informado el Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha en nota de prensa, los promotores están “ilusionadísimos” con el resultado final y con el premio recibido, aunque Javier Alguacil, responsable del proyecto, ha señalado “el mejor premio es el reconocimiento por parte de nuestros clientes".