Jorge, el joven de 22 años de Ciudad Real que trabaja en el campo y estudia una carrera: "Echo unas 14 horas al día"

Algunas de las etiquetas que se han vertido sobre las nuevas generaciones describen a la juventud como perezosa, débil y con escaso apego por el esfuerzo.

Sin embargo, en Aldea del Rey, un pequeño pueblo de Ciudad Real, vive un chico de 22 años llamado Jorge Romero que rompe con todos estos estereotipos: estudia para ser profesor en Córdoba, cada fin de semana trabaja en el campo en su finca familiar y además tiene su propio canal de YouTube.

La agricultura corre por las venas de Jorge. "Desde que tenía seis años, he visitado con mi padre nuestro coto de caza. Me sentaba en sus rodillas y cogía el volante del tractor, luego los pedales, después la palanca de cambios hasta que mis padres terminaron en el asiento del copiloto", recuerda entre risas a EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM.

Jorge en su tractor Claaas.

Esa afición de la infancia terminó convirtiéndose en toda una vocación que ahora se mezcla con los apuntes, trabajos y exámenes de una carrera universitaria. "Compaginar la universidad y la agricultura es complicado porque el campo conlleva muchas horas", explica.

A pesar de la distancia entre Córdoba y Aldea del Rey, Jorge está siempre conectado a su labor agrícola. "Estoy en clase y cuando puedo estoy llamando a mi padre para ver qué tareas hay esa semana en la finca", confiesa.

Más fotos de Jorge haciendo labores de campo.

Su finca, su vida

La finca que trabaja con su familia tiene unas 105 hectáreas, en su mayoría dedicadas a cultivos leñosos como olivos, almendros y pistachos, aunque también hay un 20 por ciento de
cereal.

Cuando no está en clase, Jorge empieza su jornada a las seis y media de la mañana. Primero realiza el mantenimiento de la maquinaria y después hace de todo: "echar herbicida, cargar barbechos, dar la vuelta al riego, tareas manuales y otras con el tractor".

Ahora en verano, "la faena se corta a mediodía para evitar averías por el calor", pero a las cuatro de la tarde, Jorge ya está de nuevo en marcha. "Echo una media de doce o catorce horas diarias. No tengo horario", asegura con total naturalidad.

Creador de contenido

Tras la jornada intensiva del fin de semana, vuelve a Córdoba para seguir con su grado universitario que para él no es un plan B, sino una forma de complementar su vida rural. "Estudiar una carrera complementa a la agricultura casi al 99 por ciento, porque lo que hago es enseñar", apunta haciendo referencia a su canal de YouTube o Instagram donde sube vídeos sobre sus labores del campo.

'Agriculturajd' es el proyecto de redes sociales que arrancó Jorge en el año 2020 con el que pretende mostrar al mundo su vocación por el sector. "No lo hago por hacerme famoso. Me gusta aprender y mejorar yo mismo".

Empezó con vergüenza pero ahora su contenido se está haciendo un hueco y algunos de sus montajes tienen hasta 200.000 visualizaciones. De forma natural y cercana, muestra cómo se varean los olivos, cómo se monta un riego o cuáles son los mantenimientos de un tractor. "Sobre todo a la gente de ciudad le gusta mucho", resalta. Esta nueva vía le ha abierto puertas como colaboraciones con marcas agrícolas como Solano Horizonte o Herpa.

El tractor o la docencia

En su casa hay un debate constante entre el camino del campo y el de la docencia. Su familia ve con buenos ojos la estabilidad laboral de la docencia. Una posición lógica teniendo en cuenta las dificultades que atraviesa la agricultura: precios bajos, dependencia del clima, elevados costes, etc.

"Mi padre me dice que antes con cinco hectáreas de viñedo vivía una familia. Hoy, con 30, no vive ni una persona", expresa.

A pesar de todo, Jorge lo tiene claro: "Lo cómodo sería ser maestro, trabajar mis ocho horas y para casa, pero en mi mente tira más la agricultura".

El futuro laboral

Si algo ha aprendido de compaginar la universidad, la agricultura y las redes sociales es que "el trabajo es donde más horas vas a pasar en tu vida". Por ello, aconseja a los jóvenes que "no se guíen solo por las salidas profesionales y escojan aquello que les haga feliz".

Mientras se forma para enseñar a los niños del mañana, Jorge Romero ya está dando una lección educativa: si siembras con vocación y esfuerzo, recoges felicidad y plenitud.