Dori López, presidenta de la Asociación de Inteligencia Artificial de Castilla-La Mancha (AIACLM).

Dori López, presidenta de la Asociación de Inteligencia Artificial de Castilla-La Mancha (AIACLM).

Región ENTREVISTA

Dori López: "Castilla-La Mancha puede ser referente en IA si construye un modelo propio con utilidad, proximidad y ética"

Entrevista a la presidenta de la Asociación de Inteligencia Artificial de Castilla-La Mancha (AIACLM).

Más información: Castilla-La Mancha aplicará herramientas de IA a partir de 2026 para agilizar trámites administrativos

Publicada
Actualizada

Dori López es ingeniera informática por la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), con un posgrado en Suecia, dirige una empresa con cuatro sedes internacionales y acumula una amplia experiencia en inteligencia artificial (IA). Su trayectoria y su conocimiento del sector la han llevado a fundar y presidir la recién creada Asociación de Inteligencia Artificial de Castilla-La Mancha (AIACLM).

La entidad nace con una misión clara: acercar la IA a la sociedad castellanomanchega, para reducir la brecha digital y fomentar su uso, convirtiéndola en una herramienta útil y ética al servicio del territorio, no solo entre las empresas, también en el ámbito institucional, educativo y en la ciudadanía.

En esta entrevista concedida a EL ESPAÑOL de Castilla-La Mancha, Dori López explica cómo la comunidad autónoma puede convertirse en un referente en proyectos de IA aplicada y responsable.

P. ¿Cómo fue su primera toma de contacto con la inteligencia artificial y en qué momento decidió que iba a dedicar su carrera profesional a este ámbito?

R. Mi primer contacto con la inteligencia artificial fue hace más de 20 años, durante mi etapa universitaria como ingeniera informática. Estudié en la Universidad de Valencia, en la UCLM de Castilla-La Mancha y cursé un máster en Ingeniería de Computadores en Suecia. Desde entonces, mi carrera ha estado siempre vinculada al ámbito tecnológico —especialmente a las tecnologías web— porque intuía que estábamos ante un cambio estructural. En aquel momento apenas estaba comenzando la revolución digital que hoy nos atraviesa. En los últimos años, al ver el impacto real que la IA puede tener en entornos profesionales, sociales y educativos, decidí orientar mi trayectoria hacia su aplicación práctica, accesible y humanista, especialmente desde Castilla-La Mancha.

P. Después de 20 años desde que estudió este ámbito, ¿qué cambios considera más relevantes en la evolución de la IA y cuál ha sido el punto de inflexión que ha permitido su expansión actual?

R. La inteligencia artificial no es nueva: sus bases teóricas existen desde los años 50 y 60. Lo que ha cambiado radicalmente en los últimos años es la forma de desarrollarla y su nivel de accesibilidad. Pasamos de modelos basados en reglas fijas (if-this-then-that) a sistemas de aprendizaje automático que funcionan con estructuras neuronales artificiales, inspiradas en el cerebro humano. Estas IAs aprenden a partir de grandes volúmenes de datos y generan respuestas sin que hayan sido programadas línea a línea. Esa capacidad de generar contenido de forma probabilística e indeterminada —no predefinida— ha sido un salto cualitativo.

El punto de inflexión más claro ha sido el desarrollo de interfaces conversacionales como ChatGPT, que han permitido a cualquier persona utilizar IA sin conocimientos técnicos. Eso ha disuelto la barrera entre humanos y máquinas. Estamos entrando en un nuevo paradigma, donde el desafío no es solo tecnológico, sino también ético, social y formativo.

P. Castilla-La Mancha es una región extensa, rural y con zonas muy despobladas. ¿Qué potencial cree que tiene la IA para transformar este territorio y qué oportunidades abre para las pymes y los servicios públicos?

R. La IA no solo representa una revolución tecnológica, sino también una oportunidad territorial. Castilla-La Mancha tiene particularidades que, lejos de ser una desventaja, pueden beneficiarse de la aplicación adecuada de la inteligencia artificial: dispersión geográfica, baja densidad de población, tejido empresarial muy vinculado al ámbito rural… Todo ello hace que la IA tenga un potencial real para mejorar la eficiencia de servicios públicos, facilitar el acceso a formación y salud en remoto, y abrir nuevas posibilidades de digitalización para pymes.

"No hablamos de sustituir lo humano, sino de liberar tiempo, automatizar tareas repetitivas y centrarse en aportar valor"

No hablamos de sustituir lo humano, sino de liberar tiempo, automatizar tareas repetitivas y permitir que tanto personas como organizaciones puedan centrarse en lo que aporta valor. La IA puede actuar como catalizador de equidad territorial, si se implementa con criterio. Además, a nivel de telecomunicaciones, nuestra región tiene una posición muy estratégica.

P. Usted es presidenta y fundadora de la Asociación Oficial de Inteligencia Artificial de Castilla-La Mancha (AIACLM). ¿Por qué surge esta iniciativa y cuál es el propósito principal con el que nace?

R. La asociación nace por una necesidad muy concreta: crear un espacio neutral, inclusivo y práctico para acompañar a personas, instituciones y empresas en este momento de transformación. Durante años hemos observado cómo la inteligencia artificial se desarrollaba a gran velocidad mientras muchas regiones, sectores y profesionales quedan desorientados o al margen.

AIACLM se crea para democratizar el acceso a la inteligencia artificial en Castilla-La Mancha, desde una perspectiva ética, humanista y con enfoque real. No somos un observatorio teórico, sino una comunidad en marcha, donde se aprende haciendo, compartiendo experiencias y construyendo puentes entre tecnología y territorio.

P. ¿Qué papel puede desempeñar AIACLM como agente vertebrador entre empresas, instituciones, diputaciones y consejerías en un momento en el que la IA empieza a ser estratégica?

R. AIACLM nace precisamente con esa vocación: ser un punto de conexión neutral y activo entre todos los agentes que deben dialogar en torno a la inteligencia artificial. En este momento, donde la IA se empieza a considerar estratégica a todos los niveles, es fundamental evitar duplicidades, canalizar recursos con sentido y acompañar la toma de decisiones con conocimiento técnico y visión ética.

Desde la asociación estamos generando espacios donde se encuentren la administración, la universidad, los colegios profesionales, las pymes y los ciudadanos, para que la IA no sea algo abstracto, sino una herramienta al servicio del territorio. Aspiramos a facilitar la coordinación y a ser una palanca de proyectos compartidos con impacto real.

P. ¿En qué sectores estratégicos —agroalimentación, salud, educación, industria, logística o servicios públicos— ve mayor capacidad de liderazgo de Castilla-La Mancha en proyectos de IA aplicada?

R. Castilla-La Mancha tiene una oportunidad clara de posicionarse en varios sectores si juega bien sus cartas. Agroalimentación es, sin duda, uno de ellos: existe un potencial de optimización de cultivos, trazabilidad, predicción climática o gestión inteligente del agua. Tenemos, por ejemplo, el instituto ITECAM liderando múltiples innovaciones en diferentes aplicaciones industriales. Pero también hay un enorme potencial en educación, donde la IA puede ayudar a personalizar el aprendizaje y mejorar el seguimiento académico.

"En el ámbito de los servicios públicos hay amplio margen para mejorar tiempos de respuesta y atender mejor al ciudadano"

En el ámbito de los servicios públicos, desde la salud hasta la gestión administrativa, también hay amplio margen para mejorar tiempos de respuesta y atender mejor al ciudadano. No se trata de "hacer lo que hacen otros", sino de encontrar soluciones adaptadas a nuestra realidad territorial y hacerlo con ética, criterio y utilidad social.

P. Hablar de IA también implica hablar de potenciales riesgos. ¿Cuáles son, a su juicio, los desafíos éticos, morales y laborales más urgentes y cómo deben afrontarse para no frenar la innovación?

R. El principal reto no es la tecnología en sí, sino el uso que hacemos de ella. Los desafíos laborales son evidentes: muchas profesiones se transformarán profundamente. A nivel ético, nos enfrentamos a problemas como sesgos en los algoritmos, falta de transparencia en los procesos de decisión, o la delegación excesiva de pensamiento —especialmente en niños y adolescentes—.

Ahora bien, es importante entender esto: la inteligencia artificial no es buena ni mala por sí sola. Es un sistema que funciona como un espejo: lo que ve, lo reproduce y amplifica. Por eso el desarrollo ético y consciente de esta tecnología no puede esperar.

El riesgo de no hacer nada es real. Pero también lo es el de paralizar la innovación por miedo. No podemos permitirnos quedar atrás, ni pensar que basta con regular para contener una tecnología que evoluciona de forma exponencial. La regulación es necesaria, pero históricamente la tecnología siempre ha ido por delante de las normas y regulaciones.

Esto es un hecho más que evidente. Y en este caso de IA neuronal, regular bien no es nada fácil. Por eso, además del marco legal, sin duda interesante, nuestras mejores herramientas son:

  • una divulgación clara y sin sensacionalismos
  • una adopción ética y consciente
  • y un sentido común colectivo, que debe ejercerse en el día a día, tanto desde las instituciones como desde cada ciudadano o profesional que interactúa con estas herramientas.

P. ¿Cree que la ciudadanía castellanomanchega confía en la IA? ¿Qué tipo de formación o divulgación considera imprescindible para que la sociedad entienda su alcance real sin caer ni en el alarmismo ni en la idealización?

R. Diría que la ciudadanía no desconfía de la inteligencia artificial, pero sí la percibe como algo lejano, abstracto o difícil de entender. Y ese es parte del reto: cuando una tecnología parece inaccesible, se cae fácilmente en uno de dos extremos —el alarmismo o la idealización— y en ambos casos se pierde la mirada crítica y realista.

Desde AIACLM apostamos por una divulgación honesta, cercana, sin tecnicismos, pero también sin edulcorar la revolución tecnológica que estamos empezando a atravesar. No se trata de asustar, pero tampoco de maquillar.

Como primer paso, además de los servicios de formación y sensibilización que ya hemos puesto en marcha, hemos comenzado a diseñar una serie de encuestas de escucha activa a pie de calle en varias ciudades y centros educativos de la región. Por tanto, espero que muy pronto podamos responder con más precisión a la pregunta de "qué piensa esta región sobre la IA", pero con datos estadísticos en la mano.

P. La IA está generando nuevas oportunidades de empleo cualificado y de emprendimiento tecnológico. ¿Cómo puede la región atraer y retener ese talento para que no se marche fuera?

R. La clave no es solo atraer talento, sino crear las condiciones para que ese talento pueda emerger y quedarse. Tengamos en cuenta que este ámbito aún es muy reciente. Necesitamos personas que no tengan miedo al aprendizaje constante, a la innovación, a la creatividad y al pensamiento lateral.

Castilla-La Mancha necesita demostrar que aquí también hay proyectos relevantes, entornos donde crecer profesionalmente y espacios donde sentirse parte de una visión de futuro. No se trata solo de competir en salarios, sino de ofrecer propósito. Porque el talento no se retiene con sueldos, sino con sentido.

Ahora bien, conviene ser realistas: ni Castilla-La Mancha, ni España, ni siquiera Europa están liderando el desarrollo puro de la tecnología de inteligencia artificial. Esa carrera está hoy concentrada en potencias como Estados Unidos o China. De ahí que muchas veces, desde Europa, pongamos el foco en la regulación.

Pero precisamente por eso, tenemos una oportunidad diferente: no se trata únicamente de intentar ser el próximo Silicon Valley, sino de empezar a tomarnos en serio políticas de innovación realistas, aplicables y basadas en el sentido común. Algunas implicarán desarrollo tecnológico, otras podrán ser llevadas a cabo incluso por perfiles no-code —personas sin formación técnica que se atrevan a adaptar, personalizar y aplicar tecnologías ya existentes— pero siempre con el objetivo de generar un impacto real en nuestro territorio.

España —y Castilla-La Mancha en particular— tiene fortalezas enormes: talento creativo, calidad de vida, respeto a las personas, buena conectividad y espacios que cada vez atraen más a profesionales que trabajan en remoto. Lo vemos en el auge de los coworkings rurales y los nómadas digitales que eligen venir aquí.

"Nos falta entender que el futuro no va solo de crear nuevas tecnologías, sino de poner en valor lo más humano"

Entonces, ¿qué nos falta? En realidad, muy poco. Nos falta entender que el futuro no va solo de crear nuevas tecnologías, sino de poner en valor lo más humano: la creatividad, la pasión, la capacidad de conectar ideas. Eso es lo que nos diferenciará de las máquinas. Y eso ya lo tenemos dentro. Lo tienen nuestros estudiantes, nuestros jóvenes y nuestros profesionales. Solo hay que activarlo.

P. ¿Qué tendría que hacer Castilla-La Mancha para convertirse en un nodo de referencia nacional en proyectos de IA responsable, accesible y alineada con su modelo de desarrollo económico?

R. La buena noticia es que Castilla-La Mancha ya ha empezado a dar pasos en esa dirección. La creación de la Asociación Oficial de Inteligencia Artificial de Castilla-La Mancha es solo una muestra de ello, y el respaldo que hemos recibido desde el primer momento lo confirma: contamos con el apoyo de instituciones como la Agencia de Transformación Digital, la Universidad de Castilla-La Mancha, el Colegio Oficial de Ingenieros en Informática de CLM, el Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación, así como con el interés de la propia Administración regional.

Además, la acogida en medios ha sido extraordinaria, y próximamente podremos anunciar un hito importante que consolidará aún más nuestra posición como actor estratégico dentro del mapa nacional de IA aplicada.

Convertirse en un nodo de referencia no pasa necesariamente por competir con grandes centros de desarrollo tecnológico, sino por construir un modelo propio, basado en la utilidad, la proximidad, la ética y la conexión con el tejido real: pymes, servicios públicos, entornos rurales, instituciones educativas... Si seguimos apostando por la colaboración entre agentes y por una IA al servicio del territorio, lo seremos. Cualquier ciudadano o empresa puede asociarse gratuitamente enviando un correo y formar parte de este apasionante viaje.