Lola Merino durante su intervención en un pleno celebrado en las Cortes de Castilla-La Mancha.

Lola Merino durante su intervención en un pleno celebrado en las Cortes de Castilla-La Mancha.

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Lola Merino ultima su vuelta a la política tras año y medio retirada por enfermedad: "He conseguido andar"

La diputada del PP en las Cortes de Castilla-La Mancha y presidenta nacional de AMFAR sufre una dolencia denominada neuronitis vestibular.

Más información: La diputada Lola Merino cuenta en primera persona la evolución de su enfermedad: "He vuelto a caminar sola"

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La ciudadrealeña Lola Merino, diputada del Partido Popular en las Cortes de Castilla-La Mancha y presidenta nacional de AMFAR, se encuentra en la fase final de su recuperación. Tras año y medio apartada de la actividad pública por enfermedad, confía en poder recibir el alta médica en las próximas semanas.

Fue el pasado 1 de marzo de 2024 cuando, tras cenar junto a su familia en casa, sufrió un intenso mareo y perdió la consciencia. Más adelante supo que sufría neuronitis vestibular, una inflamación del nervio vestibular, en el oído interno, provoca episodios de vértigos, náuseas, desequilibrio o incluso movimientos involuntarios de los ojos.

Ahora, tras un lento y costoso proceso de recuperación que todavía continúa, Merino ha compartido en sus redes sociales un vídeo en el que se la ve caminando por sí misma, sin necesidad de bastón, y acudiendo por sus propios medios a continuar con sus sesiones de rehabilitación.

En declaraciones a EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM, explica que lo ha hecho porque son muchas las personas que le preguntan por su estado de salud y quería mandar "un mensaje de optimismo" y mostrar que se encuentra "cada vez mejor".

El camino, admite, ha sido largo y duro: "Lo importante es que aunque me ha costado más de un año, he conseguido volver a mantener el equilibrio. Los primeros meses fueron muy duros, no era capaz de andar, no me tenía en pie, no era capaz de moverme si no era agarrándome a alguien".

Adiós al bastón

"Tras varios meses, pasé al bastón. Y ahora, tras meses y meses de rehabilitación vestibular, cámara hiperbárica, ejercicio físico diario y sesiones de fisioterapia, he conseguido andar y mantener el equilibrio", cuenta orgullosa de su gran victoria personal.

Ahora, asegura, espera con impaciencia el momento en que los médicos le confirmen el alta definitiva. "Sigo esperando el alta médica como agua de mayo", ha reconocido a este periódico, convencida de que llegará en pocas semanas.

Lola Merino, muy conocida y querida tanto en Ciudad Real como en Castilla-La Mancha, es también especialista en asuntos agrarios y referencia nacional por su papel como presidenta de la Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (AMFAR), que dirige desde hace más de dos décadas.

Ya en septiembre de 2024 confió a este medio una emotiva carta bajo el título Los renglones torcidos, en la que relataba con detalle cómo aquel episodio repentino cambió su vida:

"El pasado 1 de marzo mi vida dio un giro inesperado. Un golpe me sorprendió en un momento de profunda tranquilidad. Había cenado en casa con mi marido y mis hijas. De repente, sin previo aviso, todo empezó a girar vertiginosamente. Sentí que volaba, cegada por un brillo intenso. No recuerdo nada más. Cuando recuperé la consciencia, estaba en la cama y, con un nudo en la garganta, supe que algo iba mal", escribió entonces.

En aquel testimonio recordaba el papel fundamental que jugaron su familia y los profesionales sanitarios en los momentos más críticos. "Lloré mucho. Sentí miedo. Fueron días de gran incertidumbre, hasta que vi la luz en los ojos de mis hijas. Esa luz me dio la fuerza necesaria para emprender el camino de la recuperación", relataba en septiembre de 2024.

Ganas de trabajar

Durante este tiempo, subrayaba también que nunca perdió el vínculo con su compromiso político y social: "No he olvidado ni abandonado mi compromiso con las mujeres y los hombres del campo. Al contrario, he echado de menos mi trabajo y la actividad parlamentaria. He aprovechado cada oportunidad para mantenerme cerca de ellos, escuchando sus preocupaciones y recogiendo sus propuestas".

Lola Merino es diputada en las Cortes de Castilla-La Mancha desde 2015, y su cargo actual es el de viceportavoz del Grupo Parlamentario Popular, aunque no ha podido ejercer desde que sufrió el episodio de neuronitis vestibular. Todo este tiempo se ha mantenido alejada de la vida pública, aunque sin desvincularse de sus responsabilidades.

Tras año y medio de recuperación, la diputada se prepara ahora para regresar plenamente a la primera línea. Hoy, sus pasos firmes sin bastón son la prueba de que ese regreso está cada vez más cerca.