Las inspecciones constantes hartan a los agricultores de Ciudad Real: "Nos tratan como delincuentes"

ASAJA Ciudad Real ha denunciado este jueves la "creciente presión" que están soportando los agricultores de la provincia. La organización agraria asegura que el número de "inspecciones y controles en el campo" es "incesante".

Tanto es así que, según aseguran, muchos profesionales del sector primario se sienten "intimidados y tratados como delincuentes", lo que está generando un "profundo malestar".

"Desde las Administraciones Públicas se está atacando directamente al tejido productivo y social del campo, haciendo responsables a los empresarios agrícolas de un problema social estructural, como es la falta de mano de obra para las campañas", ha manifestado Florencio Rodríguez, secretario general de ASAJA Ciudad Real.

Rodríguez ha dejado claro que la organización no se opone a los controles "como ocurre en cualquier otro sector de actividad". "Lo que no compartimos son los procedimientos con los que, en muchos casos, se están llevando a cabo dichos controles en el campo", ha aclarado.

A su juicio, esta forma de proceder está generando "un clima de desconfianza y malestar" entre los agricultores, que no entienden por qué se les castiga "cuando lo que hacen es tratar de sacar adelante sus explotaciones agrícolas cumpliendo la ley".

"Cortina de humo"

"Estamos hartos de que se utilice al campo como cortina de humo para tapar otros problemas políticos. Se quiere dar ejemplo con un sector estratégico como el nuestro, cuando precisamente el campo ha estado ahí en los momentos más duros, alimentando y sosteniendo a la sociedad", ha recalcado.

ASAJA considera que esta presión "injustificada" solo incrementa la tensión en un sector ya afectado por la sequía, los problemas de agua en las explotaciones, los bajos precios en origen y los altos costes de producción.

Por ello, la organización ha solicitado una reunión urgente con el subdelegado del Gobierno en la provincia, David Broceño , para abordar esta situación y exigir una actitud de "respeto y apoyo" hacia quienes trabajan la tierra y generan empleo en el medio rural.