Son cifras oficiales extraídas del último dato de población del Instituto Nacional de Estadística a 1 de enero de 2024. Castilla-La Mancha ha alcanzado los 2.100.523 habitantes y eso supone un total de 455.000 habitantes más de los que esta región tenía cuando en agosto de 1982 aprobó su Estatuto de Autonomía y se constituyó como comunidad autónoma.

En poco más de 41 años Castilla-La Mancha ha registrado una notable subida de población y el 1 de enero de este año rozó su máximo histórico, alcanzado en el año 2012 con un total de 2.106.000 habitantes. En sólo dos años, desde el 1 de enero de 2022, Castilla-La Mancha ha sumado 42.245 nuevos habitantes, con las provincias de Toledo y Guadalajara como los que más aportan al censo.

El crecimiento de la población de Castilla-La Mancha en estos 41 años ha sido del 26,91 por ciento, frente a comunidades demográficamente similares como Castilla y León y Extremadura que han perdido población en ambos casos. La comunidad castellano-manchega ha pasado en este periodo de los 1.655.127 habitantes a los más de 2,1 que tiene en la actualidad.

Guadalajara lidera en España

Se da la circunstancia, además, de que la provincia de Guadalajara, con un crecimiento poblacional en estas cuatro décadas del 94,3 por ciento, casi ha duplicado sus habitantes y lidera al aumento en toda España, seguida de Almería (83,5 %), Gerona (77,8 %), Tarragona (71 %), Málaga (70,2 %) y Alicante (70,1 %). Por el contrario, Orense, Zamora y Lugo son las provincias que más población pierden.

Sólo la provincia de Cuenca, con un descenso del 7,62 por ciento, pierde población en la comunidad castellano-manchega, que ha pasado de los 215.030 en 1982 a los 198.654 actuales, es decir, más de 16.000 habitantes menos en este periodo. Guadalajara crece un 94,29 por ciento y pasa de los 144.316 a los actuales 280.398 habitantes, seguida de Toledo, que gana un 54,83 por ciento y pasa de los 478.367 a los 740.639 habitantes actuales. Albacete gana un 13,96 por ciento de población y se sitúa actualmente en 388.456 habitantes, mientras la provincia de Ciudad Real gana un 3,32 por ciento, con 492.376 habitantes en la actualidad.

El ritmo de crecimiento de la provincia de Toledo también es de los más alto de España, junto con Guadalajara, las comunidades insulares, el arco mediterráneo y Madrid. Baleares, con un crecimiento del 83,53 por ciento es la comunidad que más crece de España, seguida de Murcia con un 61,5 por ciento, Canarias un 60,9 por ciento, Madrid un 46,5, la Comunidad Valenciana un 44,1, Cataluña un 36,5, Andalucía un 32,6 y Navarra un 32,2 por ciento.

Políticas fructíferas

Por comparación, Madrid, Cataluña y Andalucía han ganado más de dos millones de habitantes cada una y casi 6,5 millones entre las tres desde que son autonomías, mientras que Asturias, Castilla y León, Galicia y Extremadura han perdido en conjunto 443.000 residentes desde que se convirtieron en comunidades. Andalucía y Cataluña son las dos regiones más pobladas de España con algo más de 8 millones de habitantes y Madrid suma algo más de 7 millones.

Ante los buenos datos de Castilla-La Mancha, la consejera portavoz de la Junta, Esther Padilla, ha celebrado el importante incremento de población de la comunidad desde que es autonomía, con estos 455.000 habitantes más, un dato que ha vinculado con las fructíferas políticas sociales y económicas puestas en marcha por la Administración autonómica.

“Quiero hacer una valoración muy positiva”, ha expuesto Padilla, quien ha destacado que desde la aprobación del Estatuto de Autonomía hemos crecido en población en cerca de un 27 por ciento, lo que ha afirmado que “es muy importante si lo comparamos con comunidades autónomas que pueden ser similares demográficamente a lo que es Castilla-La Mancha, como Extremadura o Castilla y León, pero que han perdido población”.

Contra la despoblación

Sobre este hecho ha asegurado “evidentemente, no es por casualidad” sino que “es fruto de las políticas económicas, de las políticas sociales, de garantía de los servicios públicos que se llevan a cabo en esta Comunidad Autónoma”.

Del mismo modo, ha valorado los resultados de la Ley contra la Despoblación de Castilla-La Mancha que desde su aprobación ha conseguido aumentar en más de 9.000 personas los habitantes en las zonas rurales de la región.

“Vamos a seguir trabajando en esa línea de crecimiento, creando nuevas oportunidades a la población y a las empresas que quieren venir a invertir, que también se han incrementado y están generando empleo”, ha afirmado.