Las urgencias de los centros sanitarios públicos de Castilla-La Mancha están realizando en la actualidad una media de 3.100 atenciones al día frente a las 2.800 de un día normal, con un pico máximo de 4.000, tal y como ha reconocido el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz. Sin embargo, ha expresado que, pese a que los niveles actuales tensan el sistema, "no existe colapso".

Así lo ha anunciado desde Valdepeñas, tras visitar la nueva resonancia magnética de alto campo instalada en el hospital de la ciudad. "La última semana del año tuvo una gran subida en el número de casos de gripe, que ha continuado en la primera semana del año, llegando a números de prepandemia", ha afirmado.

En este sentido, ha mandado un mensaje de tranquilidad, ya que los profesionales están trabajando "muy bien con los planes de contingencia". Asimismo, ha recordado que el uso de la mascarilla y la campaña de vacunación hizo que la gripe prácticamente desapareciera.

En cuanto a la vacunación de la gripe, el consejero ha expresado que, en los años 2017, 2018 y 2019 había una cobertura del 51 % en prepandemia, mientras duranta la etapa covid ascendió al 80 %. "Ahora estamos como en la prepandemia y por eso hemos decidido abrir en los puntos de vacunación a todo el mundo e invitamos a que la población se vacune", ha sentenciado.

Obligatoriedad de la mascarilla

Tal y como ha informado EL ESPAÑOL – EL DIGITAL CLM, el uso de mascarilla vuelve a ser obligatorio desde este miércoles en los centros sanitarios de Castilla-La Mancha. Una medida que ha comunicado a la Junta el Ministerio de Sanidad y que deja fuera a los centros sociosanitarios como residencias de mayores y las farmacias. 

[La mascarilla vuelve a ser obligatoria en hospitales y centros de salud de Castilla-La Mancha]

Una vez recibida la comunicación, fuentes del Gobierno regional han confirmado a EL ESPAÑOL-EL DIGITAL CLM que a lo largo del día se está notificando a los hospitales y centros de salud el cambio normativo. Cabe recordar que el Ejecutivo castellano-manchego insistía en que el uso de la mascarilla en centros sanitarios fuese voluntario y no obligatorio, a tenor de la información recabada por parte de los técnicos.