Castilla-La Mancha exigirá 5.300 millones de euros al Estado para sentirse tratada de forma justa e igualitaria en comparación con Cataluña. Así lo ha adelantado este lunes el consejero de Hacienda castellano-manchego, Juan Alfonso Ruiz Molina, que ha asegurado que el Gobierno presidido por Emiliano García-Page no se conformará con una quita de la deuda del 20 por ciento, tal y como ha pactado Pedro Sánchez con ERC en el marco de las negociaciones para su investidura, ya que Cataluña "para nada está infrafinanciada", sino "todo lo contrario" si se compara con Castilla-La Mancha.

En una rueda de prensa, Ruiz Molina ha detallado que así se lo trasladará Castilla-La Mancha al Gobierno de España en el próximo Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), cuya convocatoria también ha solicitado. Así, ha argumentado que es en este órgano donde las comunidades autónomas deben abordar de forma multilateral el nuevo modelo de financiación, rechazando que la negociación se lleve adelante unilateralmente con una región concreta, en línea con lo defendido por el Partido Popular.

El responsable de las finanzas públicas del Gobierno del socialista Emiliano García-Page se ha preguntado, además, cuáles han sido los criterios que se han utilizado para que el Pedro Sánchez haya pactado con ERC la condonación del 20 % de la deuda catalana, un perdón que rondaría los 15.000 millones de euros. La falta de transparencia en las negociaciones ya ha sido abiertamente criticada por el presidente de la Junta castellano-manchega en varias ocasiones. 

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El propio Emiliano García-Page, barón socialista abiertamente contrario a las cesiones que está llevando a cabo el PSOE con el independentismo catalán, ya advirtió el pasado viernes de que Castilla-La Mancha, junto a la Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía, es una de las regiones "objetivamente infrafinanciadas" según un baremo del propio Estado basándose en el actual modelo, por lo que para que "el trato sea justo" deberán tener "una quita algo mayor" que Cataluña, que forma parte del grupo de regiones con una financiación estatal por encima de la media.

Ahora el Gobierno castellano-manchego ya ha echado las cuentas y reclamará 5.300 millones para no sentirse discriminado, cantidad que de ser aceptada equivaldría a una quita de aproximadamente el 58 % del total de su deuda con el Estado. Si se le aplicase una quita similar a la catalana, del 20 %, la condonación de la deuda se limitaría a 2.450 millones, lo que supondría un ahorro extra de otros 250 en intereses, pero el Ejecutivo de García-Page no lo considera suficiente.

"La financiación de acuerdo con el modelo actual para Cataluña es mucho mejor que para Castilla-La Mancha", ha sostenido el consejero de Hacienda, que ha solicitado que la condonación de la deuda se haga extensible a todas las regiones infrafinanciadas, que se enmarque en las negociaciones para fijar un nuevo modelo de financiación autonómica y que sea la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) el organismo que determine las cuantías a condonar en cada caso.