No hacen falta presentaciones. A Emiliano García-Page lo conoce todo el mundo en España. Y todos saben de sus posiciones políticas dentro del PSOE y de su impugnación general al sanchismo, exacerbada en estos idus de septiembre en los que el prófugo Carles Puigdemont tiene en su mano la investidura de Pedro Sánchez y todo puede acabar con graves e inéditas cesiones al independentismo que debilitarían la unidad y la igualdad de los españoles. Y pondrían en jaque a España y la Constitución.

La situación es compleja y el momento delicado. Una hora difícil de España con un líder del PSOE y presidente del Gobierno en funciones que parece dispuesto a cualquier cesión con tal de seguir en el poder. La Moncloa como obsesión personal y política, el "como sea" de José Luis Rodríguez Zapatero en versión sanchista muchos años después y con el independentismo catalán muy crecido en sus expectativas ante la debilidad de un Sánchez al que ven como una oportunidad histórica para sus tres grandes objetivos de ahora mismo, por este orden: la amnistía, el referéndum y la autodeterminación.

Así están las cosas y el PSOE apenas aguanta con respiración asistida. Casi todo en este partido ya es sanchismo y solo unos pequeños focos de resistencia alientan la esperanza interna y tienen un ahogado hálito de vida propia. Felipe González, Alfonso Guerra y los históricos, y un solo barón en activo y encaramado a su mayoría absoluta: Page. La "cobija" de Page, que dijo el propio González. Las pocas voces que se atreven a levantar la voz miran hacia él con melancolía y un cierto tono de verdes apagados, que se van diluyendo a medida que pasan los días y, fracasada la investidura de Alberto Núñez Feijóo, se acerca la de Pedro Sánchez. Octubre tuvo que ser.

Los siete golpes de Page

Septiembre ha sido un mes intenso en la política española, con Puigdemont en el centro del tablero, paradójico fantasma que agita a España, y con un Page que, ejerciendo el papel de representante del PSOE clásico y socialdemócrata, ha intentado despertar a Sánchez de la pesadilla de la amnistía y todo lo que podría venir después, de momento sin éxito. Estos han sido los siete momentos claves en los que el líder castellano-manchego ha levantado la voz contra esta ruptura de la Transición que se nos viene encima, como un Pepito Grillo que, por ahora, clama en el desierto:

- Lunes, 4 de septiembre. Page muestra abiertamente su indignación ante la hipótesis de la amnistía que sobrevuelta en las negociaciones de Sánchez con el fugado. La amnistía, dijo Page ese día en Onda Cero, "no tiene base moral" y "rompería el principio de igualdad de los españoles". "Choca con la Constitución" y, en realidad, es una "autoamnistía" de Puigdemont y los independentistas, que se convertirían en "juez y parte" a través de sus votos en el Congreso de los Diputados. "Al PSOE en el que yo me he criado no le cabe en la cabeza la ruptura del país", añadió el presidente castellano-manchego.

- Martes, 5 de septiembre. Page se va a Bruselas, escenario del polémico encuentro de la vicepresidenta Yolanda Díaz con Puigdemont, para afirmar que el independentismo debe respetar la Constitución o "la respuesta de España serán frontal". Y añadió: "Puigdemont debe tener claro que si tira de la cuerda, la cuerda se puede romper" y "si se rompe, se romperá de su lado". El líder castellano-manchego confió en que la respuesta de España, si se vulnera la Constitución, venga "de todos los partidos, también el Partido Socialista".

- Miércoles, 13 de septiembre. Page recuerda a Sánchez que se presentó a las elecciones generales del 23 de julio en contra de la amnistía. No dejó lugar a dudas: "No han pasado dos meses de unas elecciones generales a las que el PSOE y todo el gobierno fueron con el planteamiento de que la amnistía no cabía en la Constitución. Por consiguiente, a los electores lo que le planteamos el 23 de julio es que la amnistía no cabía en la Constitución. Por tanto, para mí esto se tendrá que explicar o se tendrá que aclarar si es que alguien quiere dar un cambio de enfoque o de idea". El golpe al sanchismo fue tremendo y Page se mostró "fuertemente preocupado" por la deriva de la situación política en España: "Es enormemente grave".

- Miércoles, 20 de septiembre. Page asiste con los críticos del sanchismo González y Guerra a la presentación de las memorias de este último. Allí, el presidente de Castilla-La Mancha es señalado por el expresidente socialista del Gobierno como el último hombre: fue el momento de la "cobija" con el que González marcó la estela de Page, que en ese acto dijo que "no se puede formar un gobierno en España a cualquier precio". Page pidió a Sánchez que "no acepte" la amnistía y sugirió ir a elecciones repetidas. El líder autonómico subrayó, además, la inmoralidad de la amnistía porque la apoyarían "los propios beneficiados".

- Jueves, 21 de septiembre. Page pronuncia la frase del día: "Puede que los encuentre". Se refería a posibles tránsfugas que el PP quiere encontrar en el PSOE y que finalmente no encontró. La frase completa y textual fue la siguiente: "El que esté jugando a que la falta de votos del Partido Popular, el déficit electoral que ha tenido, se lo compensen tránsfugas del Partido Socialista, puede que los encuentre, no lo digo que no, pero desde luego no será porque yo los busque, ni porque yo los ampare de ninguna de las maneras". Ese día, Page insiste: "la amnistía es inmoral y totalmente rechazable". Todo esto ocurre después de la conversación telefónica de Page con Feijóo, que ambos hicieron pública.

- Miércoles, 27 de septiembre. Molesto con la ausencia de Sánchez en la réplica al discurso de investidura de Feijóo, Page, preguntado por esta importante sesión del Congreso y el silencio sanchista, afirma: "Me quedo con el no debate. Todos queremos saber lo que se está negociando, ese es el debate de fondo". Otro golpe directo al sanchismo con el debate de Feijóo muy caliente y la situación política en tensión. Ante un nutrido grupo de periodistas en Ciudad Real, el presidente de Castilla-La Mancha llama "delincuentes constitucionales" a los separatistas que se saltan las leyes y la Constitución. "El problema -afirma- no es ser independentistas, se puede pedir la independencia y eso es legítimo... el problema es saltarse la Constitución y saltarse las leyes".

- Sábado, 30 de septiembre. Page asiste con Feijóo al Foro de la Toja y allí vuelve a expresar sus opiniones contrarias a la amnistía y cualquier otra cesión a Puigdemont. Hubo dos frases del día en sus palabras. La primera: "No creo que Sánchez vaya a querer gobernar con una camisa de fuerza". Y la segunda: "El Tribunal Constitucional tendría que suspender la amnistía antes de que entre en vigor". Contundente e inequívoco contra los planes de Pedro Sánchez. La tercera frase de presidente castellano-manchego en esta jornada tampoco tuvo desperdicio: "El camino de baldosas amarillas, además de ser tortuoso, no conduce a ninguna parte. Mejor ponerse rojo una vez que ciento amarillo"