La consejera de Igualdad y portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, ha lamentado que desde el Levante "se esté tensando permanentemente la cuerda sobre el trasvase Tajo-Segura".

Según EFE, así lo ha expresado la también vicesecretaria general del PSOE en Ciudad Real en un acto de presentación de la candidatura socialista al Ayuntamiento de Montiel tras la admisión a trámite por parte del Tribuna Supremo de cuatro recursos contra los nuevos caudales ecológicos del río, que suponen un recorte al trasvase.

"Creo que no es razonable ni justo. Estamos convencidos de que la justicia está de nuestro lado y es normal que se admitan a trámite estos recursos, pero el Tribunal Supremo ya nos dio la razón y estableció una serie de caudales ecológicos. Son los que han hecho que el Gobierno de España haya realizado un plan de cuenca".

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Defensa "con uñas y dientes"

Fernández ha recordado, además, que desde el Gobierno castellano-manchego se han puesto facilidades para no perjudicar al Levante. "Pero una cosa es poner facilidades para no perjudicar y otra es que nos tomen por tontos, y en Castilla-La Mancha ni somos tontos ni somos menos".

Por ello, la portavoz del Ejecutivo regional ha asegurado que defenderán "con uñas y dientes el interés general de nuestra tierra en torno al agua y al río Tajo". "Lo haremos desde la convicción de que la justicia está de nuestro lado".

"La mejor solución"

Por su parte, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha expresado su convencimiento de que el Gobierno de España ha adoptado "la mejor solución" para el trasvase, teniendo en cuenta "los intereses de la cuenca accidente y la cuenca beneficiaria".

Según Europa Press, así lo ha expresado en la Conferencia Municipal del PSOE que se celebra este fin de semana en Valencia, donde ha afirmado que "la gran apuesta de este Gobierno ha sido precisamente anticipar la aportación de agua no convencional". "Así no nos encontremos con situaciones como las que se encontró Barcelona en el año 2008, en poblaciones como Alicante o Murcia, en la que la falta de inversión supuso tener que llevar agua en barco".