El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado que la Constitución Española es un antídoto a los fanatismos y ha defendido su reforma, siempre y cuando esa revisión no suponga darle "una voltereta".

Así lo ha señalado durante el acto institucional con motivo del 39 aniversario de la Constitución Española, que ha tenido lugar en las Cortes de Castilla-La Mancha, donde ha abogado por "trabajar y mejorar" la Carta Magna, para blindar los derechos sociales, como la sanidad o la educación.

El presidente ha afirmado que no hay que tener cobardía para abordar su modificación, pero tampoco se está "obligado a hacerlo" y, si esa reforma se lleva a cabo, ha continuado, ha de ser garantizando la protección social y el Estado del Bienestar.

"Los grandes conflictos que hemos tenido como pueblo están perfectamente resueltos en la Constitución", ha subrayado García-Page, para quien "el precio de la convivencia no puede ser la resignación de una parte de España, cuando otros llaman derechos históricos a privilegios económicos".

En este sentido, ha destacado la necesidad intentar llegar a un acuerdo en materia de financiación para evitar privilegios y financiar por igual los principales derechos básicos.

Un momento importante

García-Page ha resaltado el "momento importante" que vive España con el desafío independentista y ha criticado la actitud de quienes piensan que los sentimientos de un pueblo pueden ser "objeto de mercadeo".

Para el presidente de Castilla-La Mancha, una cosa es que haya independentistas que quieran la separación de España y otra que gobiernos elegidos entre todos utilicen ese poder para socavar la Constitución.

García-Page ha aseverado que todo se puede hablar, "pero dentro del marco de las leyes" y ha añadido que "la lealtad y el sentido común" se imponen de cara al futuro.

También ha recordado que en 2018 se cumplirán 40 años de democracia tras 40 de dictadura y, según el presidente, "no hay una alternativa mejor a este sistema político".

El presidente ha recalcado que los anclajes del sistema constitucional español son "infinitamente más solidos que hace 40 años" y que España está en la Unión Europea, lo que supone "una vacuna contra todo tipo de fanatismos e independentismos".

España dijo sí

Por su parte, el presidente de la Cortes regionales, Jesús Fernández Vaquero, ha indicado que el 84,9 por ciento de los españoles dijo 'sí' a la Constitución hace 39 años.

Según Fernández Vaquero, "fue una transición ejemplar", aunque se ha mostrado partidario de "una nueva transición para buscar respuestas" a cómo quieren los españoles que sea el país en el futuro.

"Necesitamos refrescar y revitalizar nuestra Constitución, que se escuche a las nuevas generaciones, se estimule a los ciudadanos a participar en la política, incluir nuevos derechos o reforzar los criterios de solidaridad y financiación para que haya un reparto equitativo y justo de los recursos", ha precisado el presidente de las Cortes.

Fernández Vaquero también ha resaltado que los hombres de la España de 1978 no tuvieron miedo al futuro y, gracias a ello, "hoy España es uno de los países más desarrollados".

Asimismo, se ha referido al desafío planteado por los independentistas que, a su juicio, han generado tensiones y han querido acabar con el marco jurídico bajo el cual Cataluña y España han vivido en paz.

"Pero el futuro no tendría recorrido si el deseo de unos pocos está por encima de la ley y de la Constitución", ha apuntado el presidente de las Cortes, para quien "la ley obliga a todos y ante cualquier intento de incumplimiento, hay que aplicarla sin complejos". 

Además de los diputados regionales y representantes de distintos estamentos, en el acto han estado presentes el expresidente de la Junta y exministro José Bono, la alcaldesa de Toledo Milagros Tolón y el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La mancha, Vicente Rouco, entre otras autoridades.