El Observatorio Regional del BBVA ha hecho público su informe del último trimestre con datos económicos mejorables pero en definitiva positivos y esperanzadores para Castilla-La Mancha. Nuestra comunidad está siendo vulnerable a la crisis política en Cataluña, aunque en menor medida que otras regiones, y esto está ralentizando el crecimiento económico de nuestra región y la creación de empleo, si bien ambos indicadores siguen avanzando de forma positiva.

De acuerdo con los datos de este informe, el PIB de Castilla-La Mancha crecerá este año un 3,3 por ciento y un 2,7 por ciento en 2018, llegando en una buena posición económica al último año de la legislatura, que finalizará en mayo de 2019. Los últimos cuatro años han sido de expansión económica en Castilla-La Mancha, con un crecimiento alrededor del tres ciento, mayor o menos según cada ejercicio. Esto ha permitido crear empleo a un ritmo relativamente bajo pero constante que será del 3,9 por ciento en 2017 y puede llegar al 2,1 en 2018, con una clara tendencia a la baja acentuada por las malas previsiones en Cataluña.

No obstante, la tasa de paro en Castilla-La Mancha se ha ido reduciendo significativamente en los últimos años, pasando del 25,0 por ciento del año 2015 al 18,8 por ciento con el que este informe prevé cerrar el ejercicio de 2017. La previsión para 2018 es que Castilla-La Mancha termine el año con una tasa de desempleo del 17,4 por ciento, casi ocho puntos por debajo del 25 por ciento del año 2015. Estamos, por tanto, en un nivel de desarrollo moderado pero claramente optimista y esperanzador.