Al margen de los habituales episodios políticos y enfrentamientos en torno a Castilla-La Mancha Media y la televisión autonómica, tan archiconocidos como manoseados, nos parece evidente a estas alturas que la directora general del ente público, Carmen Amores, está llevando a cabo un buen trabajo de impulso y reorganización que vienen dando interesantes frutos. Es verdad que todavía no se ha terminado con el poso de manipulación y control gubernamental que históricamente siempre han padecido los medios públicos en Castilla-La Mancha, pero la gestión de Amores está resultando decisiva para la modernización y crecimiento en las audiencias, con un plan ambicioso y elaborado que se está poniendo en marcha poco a poco.

Carmen Amores es una gestora eficaz y profesional y una experta conocedora del medio televisivo y tiene un proyecto claro y bien pensado de lo que debe ser Castilla-La Mancha Media como medio de comunicación de referencia fundamental para la sociedad regional. Todavía le quedan pasos por dar y está promoviendo una interesante plataforma de contenidos desde la que avanzar en este camino de convertir a la televisión castellano-manchega en una entidad actualizada, moderna y joven. Como directora general, ha realizado en dos años un trabajo sumamente positivo y está cosechando buenos resultados.

Creemos que es necesario aplaudir esta ambición y esperar que Carmen Amores tenga todos los éxitos posibles, incluida desde nuestro punto de vista la imprescindible puesta en marcha de una estrategia para convertir a Castilla-La Mancha Media en un vehículo de comunicación e información totalmente libre e independiente de los poderes públicos y al servicio exclusivamente de los ciudadanos, algo que todavía no ocurre.