El PP de Castilla-La Mancha ha vivido un verano político excesivamente intenso tras la formación del Gobierno bipartito del PSOE y Podemos que lidera el presidente socialista Emiliano García-Page. Un verano de alta tensión política que ha tenido a los populares muy preocupados por el futuro que llega a la comunidad autónoma pero alborotados en exceso y haciendo una oposición improvisada y poco elaborada. Contundente pero sin tino y con escaso acierto, especialmente en las formas, tal como hemos comentado ya en más de una ocasión a lo largos de los dos últimos meses.

Ahora, sin embargo, iniciado ya el nuevo curso político y con los Presupuestos regionales aprobados, el Partido Popular quiere entrar en una nueva fase, no menos contundente, pero sí más centrada y con un trabajo en positivo y en colaboración con los ciudadanos. Así lo anunció este martes el secretario general del PP en Castilla-La Mancha, Vicente Tirado, consciente de la necesidad de afrontar con dureza pero con claridad y en positivo su trabajo de firme oposición al bipartito de Page y José García Molina, el líder regional de Podemos.

Nos parece que esta propuesta de Tirado va en la buena dirección y modifica la estrategia de su partido en estos últimos meses, excesivamente tremendista en el fondo y poco afinada en las formas. La nueva temporada política se presenta apasionante, veremos hacia dónde lleva a la región.