El Gobierno de Castilla-La Mancha, que preside el socialista Emiliano García-Page, está lanzando en los últimos días un mensaje claro y contundente de "certidumbre y estabilidad", también de apoyo empresarial y seguridad jurídica, que contrasta fuertemente con las sensaciones que está dejando en España el Gobierno de coalición de Pedro Sánchez, sobre todo a raíz de la marcha anunciada de Ferrovial que tanto espacio está ocupando en los medios nacionales de comunicación.

A lo largo del II Foro Económico de Castilla-La Mancha, celebrado con un importante éxito la pasada semana bajo la organización de El Español y El Digital CLM, el Ejecutivo de Page fue muy insistente en la idea de que la comunidad castellano-manchega es un territorio de estabilidad política, institucional y jurídica y una "tierra de oportunidades" para las empresas y los inversores que quieran emprender nuevos "y buenos" proyectos para la región.

En plena polvareda nacional por la decisión de Ferrovial, tanto el presidente García-Page, como su vicepresidente, José Luis Martínez Guijarro, y también el presidente de las Cortes autonómicas, Pablo Bellido, entre otros representantes regionales, profundizaron en la idea de que Castilla-La Mancha es una tierra acogedora para los proyectos empresariales que generan empleo y riqueza para la región, más aún si se trata de iniciativas sostenibles en cualquier ámbito de actividad, ya sean las energías renovables, la logística, la tecnología o las industrias de producción verde. El Ejecutivo autonómico apuesta por un "entorno amigable" y fiscalmente razonable para las empresas, además de un acompañamiento institucional y la agilización burocrática que sea necesaria para tramitar los proyectos y las ayudas de las Administraciones públicas.

Según el Gobierno regional, esta actitud es una de las claves de la llegada de importantes proyectos a Castilla-La Mancha en los últimos años, además de la "paz" institucional y política que se respira en la región. Entre estos destaca, por encima de todos, el gran Centro de Datos que Meta tiene proyectado construir en Talavera, con una inversión de mil millones de euros, la mayor inversión de la historia de Castilla-La Mancha. Sin embargo, no se trata de la única gran iniciativa prevista, ya que el goteo de proyectos energéticos, logísticos e industriales a la región está siendo constante, dos de ellos especialmente significativos también: la planta de acero verde de Puertollano, en la provincia de Ciudad Real por parte de la empresa Russula Corporación con Hydnum Steel y Siemens, y un gran proyecto de ocio y naturaleza en Cuenca a cargo de la empresa Toro Verde de Puerto Rico. 

Mientras el Gobierno central entra en choque con los empresarios, y desde la Moncloa y algunos ministerios se los demoniza, el Ejecutivo de Castilla-La Mancha tiene mucho interés en lanzar el discurso contrario: la comunidad autónoma es una tierra acogedora y de oportunidades que recibe a los emprendedores con los brazos abiertos.